Falleció el cantautor uruguayo Daniel Viglietti
Granma, Redacción Digital
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El Observador de Uruguay
31 de octubre de 2017
El también periodista
falleció este lunes a los 78 años en su ciudad natal, Montevideo, por un
aneurisma de aorta, dijeron medios periodísticos.
Con la muerte del destacado músico, compositor y guitarrista Daniel
Viglietti, Uruguay, Latinoamérica y el mundo perdieron no solo al artista comprometido,
sino también al hombre que vivirá siempre por ser de ''los imprescindibles''.
El también periodista falleció este lunes a los 78 años en su ciudad natal,
Montevideo, por un aneurisma de aorta, dijeron medios periodísticos.
La noticia provocó de inmediato no solo sorpresa, sino también dolor y
desazón, porque partió hacia la eternidad el hombre, el amigo, el compañero y
también, por qué no, el revolucionario que utilizó su voz y su guitarra para
defender a los oprimidos y las mejores causas de los pueblos.
Fueron sus canciones himnos que acompañaron las luchas de los movimientos
populares de izquierda de los años 60 y 70 del siglo pasado.
De esa época quedarán para la memoria eterna sus álbumes Canciones para el hombre nuevo (1968); Canciones para mi América (1968); Canto libre (1970); Canciones chuecas (1971) y Trópicos
(1973).
Su compromiso con las causas justas y solidarias se mantuvo hasta el final,
lo cual pudo constar Prensa Latina cuando en más de una ocasión tuvo la
posibilidad de tenerlo cerca y, en ocasiones, el privilegio de compartir en
actos solidarios con Cuba y Venezuela.
Pero no solo allí, también se le pudo ver en los homenajes que recibía ese
otro grande imprescindible de la letras, también uruguayo, Mario Benedetti, en
las feria del libro y donde oliera a cultura.
En una ocasión al cumplirse el 95 cumpleaños del autor de La Tregua, Viglietti declaró a Prensa
Latina que de su inolvidable amigo recibió, sin que se lo propusiera 'incontables lecciones de ética y estética'.
Para las nuevas generaciones de
uruguayos, de latinoamericanos, la obra de Mario, a través de tantos géneros
diferentes, sigue naciendo y desafiándonos a nuevas interpretaciones de lo que
nos dejó creado por su pluma, dijo.
Así podrán decir de él los que por décadas siguieron sus canciones aquí,
Buenos Aires, La Habana, Managua, París y en otros muchos países de
Latinoamérica y del mundo.
Su pasión por Cuba fue de siempre y para siempre, cuando escuchó de
aquellos barbudos de la Sierra Maestra, y en 1967 llegó por primera vez, para
luego viajar nuevamente en 1972 a participar en el Encuentro de la Canción
Latinoamericana, y en otras sucesivas ocasiones.
De ahí su amistad con grandes de la trova cubana como Silvio Rodríguez,
Pablo Milanés, Sara González, Noel Nicola y Vicente Feliú, y de aquel viaje
nació el disco llamado 'Daniel Viglietti
y el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC'.
De su estancia en Cuba en 1967, contó que 'nos cambió la vida', nadie volvió igual a su país de origen, todos
volvimos con una conmoción enorme de que la Revolución se podía hacer en
nuestro propio idioma y con nuestra propia idiosincrasia.
Pero su impronta cubana quedó en la perpetuidad cuando Fidel Castro colocó
en su pecho en 1989 la medalla 'Haydeé
Santamaría', lo cual -dijo- fue un 'enorme
honor'.
También el 8 de octubre de 2014 recibió el premio 'Noel Nicola', en Casa de las Américas, y se convirtió en el primer
artista al que le fue otorgado. 'Me
siento más que honrado en recibirlo', dijo en aquella ocasión.
Hace apenas un año, al conocer del fallecimiento del líder histórico de la
Revolución cubana, Viglietti dijo que la muerte de Fidel Castro 'es una pérdida que a todos nos afecta y
duele, aún con la edad que él tenía y su vida plena'.
'Lo vamos a extrañar, pero vamos a tratar de extrañarlo activos', señaló. (Prensa Latina)
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