Chiapas 2017:
Militarización
(parte
I)
América
Latina en Movimiento
04
mayo, 2017
Los halcones
yanquis avanzan en sus planes de militarización de la frontera sur con la
creación de la Fuerza de Tarea México-Guatemala. Los primeros indicios se
dieron a conocer en 2010: “México y
Guatemala no son capaces de controlar el narcotráfico y el contrabando en su
frontera común”, según un cable emitido el 25 de enero de 2010 por la
embajada estadounidense en México. (La Jornada, 12 de diciembre de 2010. Y lo
más grave en 2011: “el jefe del Comando
Norte de Estados Unidos, almirante James Winnefeld, (…) advirtió que México pronto tendría que abrir
en su frontera sur otro frente en su lucha contra el crimen organizado” (La
Jornada. 6 de abril de 2011). Este año, en Cozumel se anunció que el Comando
Sur “apoyará” la vigilancia en la
frontera México-Guatemala, para lo cual, creará una fuerza de tarea binacional.
Este dispositivo militar
responde a la época de la subordinación de los Ejércitos “nacionales” a los mandos yanquis. La justificación es lo de menos:
migración de “indocumentados”, “contrabando de ganado” y “combate al narcotráfico”. Para tal
efecto la Fuerza de Tarea llevará a cabo “patrullajes
aéreos, terrestres y de reconocimiento en la frontera de más de mil kilómetros,
además del intercambio de información e inteligencia, estandarización de
protocolos y procedimientos para realizar operaciones de interdicción con el
apoyo de tecnología e inteligencia del Comando Sur”.
Como antecedentes de la
militarización de Chiapas tenemos la que realizó el gobierno federal en la
década de 1970. En ese entonces se vivía la coyuntura de las guerras
revolucionarias y en particular la que se desarrollaba en el vecino Guatemala.
El gobierno federal inició la construcción de la Carretera Fronteriza para
facilitar el despliegue de tropas y pobló la Región del Marqués de Comillas del
municipio de Ocosingo y la franja fronteriza del municipio de Las Margaritas
con indios tzotziles para evitar la creación de santuarios guerrilleros. De esa
forma el gobierno federal construyó el Yunque que facilitó a los kaibiles la tarea del Martillo para aniquilar a los
movimientos rebeldes armados. Además organismos internacionales de la ONU, y
los gobiernos federal y estatal desarrollaron una intensa labor de contención
en pueblos indígenas de la entidad con el Programa de Desarrollo Socioeconómico
de Los Altos de Chiapas y creó la estratégica Radio Comunidad Indígena.
En la década de 1980 se
ampliaron las instalaciones militares subordinadas a la VII Región Militar. Muy
cerca de San Cristóbal de Las Casas se construyó la infraestructura de la 31
Zona Militar.
En 1994, a raíz de la
revuelta zapatista, el Ejército Federal ocupó las Cabeceras Municipales de San
Cristóbal de Las Casas, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, y en febrero de
1995 ocupó el territorio zapatista y posiciones en las zonas Altos y Norte de
Chiapas. El despliegue militar terrestre es notorio en todas las vías de
comunicación. En poblados, puntos y comunidades emblemáticas. Esta ocupación
militar y los intensos programas sociales son centrales en la Estrategia
Contrainsurgente del gobierno federal para neutralizar política y militarmente
a los rebeldes.
La ubicación de los mandos
de las fuerzas armadas es la siguiente: En Tuxtla Gutiérrez, la comandancia de
la Región Aérea del Sureste y de la VII Región Militar. En Las Casas, de la 31
Zona Militar. En Tapachula de la 36 Zona Militar. En Ocosingo, de la 39 Zona
Militar y del 67 batallón San Quintín.
De la Armada, tenemos en
Tuxtla Gutiérrez, la Coordinación de la Armada Chiapas. En Puerto Madero,
Tapachula, la Comandancia del Sector Naval Militar en Chiapas y la Comandancia
del Grupo ASIECHIS de Infantería en Chiapas.
Regresando a la frontera, en
2012: “Doscientos soldados
estadunidenses, apoyados por helicópteros artillados y armamento de grueso
calibre, realizan operaciones en Guatemala, justo en la frontera con México. Su
objetivo: combatir a los cárteles de Sinaloa y de Los Zetas, organizaciones que
se asentaron en Centroamérica”.
“Oficialmente se trata de una operación conjunta entre
los ejércitos de Estados Unidos y Guatemala, denominada Martillo. Sin embargo
es el Comando Sur de la marina estadunidense el que dirige las acciones, en
tanto que sus soldados tienen privilegios e inmunidad en casos de destrucción
de bienes inmuebles o muertes de civiles” (Proceso No 2113 )
En 2014, un centenar de
oficiales de la Gendarmería Nacional arribaron a Tapachula, “para participar en acciones de seguridad en
la frontera con Guatemala”. En 2015, se anunció que: “La secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el gobierno estatal construirán un cuartel militar en el municipio de
Chicomuselo, situado en la región sierra del estado, fronterizo con Guatemala,
con la finalidad de reforzar el
esquema de seguridad” en Chiapas, (…) “tendrá
una extensión de más de 60 hectáreas, donadas por el gobierno de Chiapas, y
contará con una unidad tipo corporación (Batallón), incluyendo una unidad habitacional militar”.
El 2 de febrero de 2017, “El
Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, el almirante Kurt Tidd, así como el
encargado de América Latina en el consejo de seguridad nacional, Craig Deare, y
la embajadora norteamericana en México, Roberta Jacobson, viajaron a Tapachula,
Chiapas, para conocer de cerca el trabajo fronterizo que realizan las fuerzas
federales mexicanas.
Hoy podemos afirmar que no
hay zona o territorio en Chiapas sin la presencia militar y que muy pronto
tendremos en acción la Fuerza de Tarea México-Guatemala bajo el mando militar
yanqui.
Todo estará dispuesto para
que, cuando lo crean necesario, abran el Frente de Guerra en la Frontera Sur.
Chiapas 2017… continuará...
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