LOS
MOVIMIENTOS DE RESISTENCIA INDÍGENA. EL CASO MAPUCHE.
Fernando Klein
Docente en el Politécnico
del Uruguay, Universidad del Trabajo. Encargado de la cátedra de Antropología
Social y Cultural.
Montevideo, Uruguay
Gazeta de Antropología
RESUMEN
Los mapuches de la región de la Araucanía nunca fueron
sometidos por el poder del conquistador. Sin embargo, con el transcurrir del
tiempo y con los diversos modelos de país que se han venido desarrollando en
Suramérica, Chile en especial, lo que no han podido las armas lo ha podido la
economía… La expansión de las grandes industrias forestales, el enorme valor
que hoy día tiene el papel en el mundo, ponen en riesgo las diversas
comunidades indígenas de la costa Pacífica suramericana. Frente al avance de
las grandes multinacionales han surgido diversas organizaciones indígenas de
resistencia como la que aquí se analiza: la Coordinadora Mapuche de Comunidades
en Conflicto Arauco-Malleco. Se expondrá su forma de actuar, la forma de pensar
su realidad, los liderazgos, así como sus creencias y ritos. Frente a ella
reaccionará el país Chile, quien para ellos "no
es nuestra bandera, ni nuestra nación".
INTRODUCCIÓN
Los mapuches eran la población original prehispánica del
actual territorio de Chile. En el siglo XVI ocupaban la región comprendida
entre el río Choapa al norte y el archipiélago de Chiloé al sur, también los
Picunches (norte) y los huilliches (sur), grupos étnicos con unidad lingüística
y cultural, y que fueron llamados globalmente por los españoles como araucanos.
Otras minorías étnicas en Chile son los aimaras, en el altiplano norte, y los
rapa-nui en Isla de Pascua. Otras culturas aborígenes como los diaguitas y
changos, ambas del norte, además de los chonos, qwasqar, yamanas, aonikenk y
selknams, todas del sur, han desaparecido (Martínez Sarasola 2000).
El censo de población de
1992 nos aporta las siguientes cifras sobre los pueblos indígenas que viven en
Chile: Mapuche 928.060 personas, Aimara 48.447 personas, Rapa-nui 21.848,
Atacameña 10.000, y Qaquashar (alacalufes) solo 101 personas. El mismo censo
nos da una población total para Chile de 9.660.367 habitantes, 3.848.121
personas viviendo en la región metropolitana. Un análisis inicial nos indica
dos hechos de gran relevancia para nuestro estudio: que una gran mayoría de los
autodeclarados mapuche viven en Santiago y algunas otras ciudades mayores (44%
de la población mapuche) y que los mapuche son minoría en la región "histórica" mapuche -La Araucanía-
donde representan el 26% de la población total del país pero solo un 15,49% de
la población mapuche. Ante el Estado chileno se auto-reconoce mapuche cerca de
un 10% de la población total del país (Haughney 2003).
Con respecto a la
situación que enfrentan las comunidades indígenas hoy día en Chile, se puede
señalar que la indigencia y la pobreza en las comunidades o zonas de mayor
concentración mapuche es prácticamente el doble del promedio nacional. En
materia de ingresos, el 42% de la población mapuche se encuentra en primer
quintil de ingresos; con respecto al analfabetismo en las comunidades rurales
indígenas es más de cuatro veces superior al promedio del país (19% en sectores
mapuches frente a un 4.4% nacional) y la mortalidad infantil en zonas rurales
mapuches es hasta tres veces superior al promedio nacional (Guzmán 2000).
Estas cifras nos dan una
idea de que cual es la situación actual de los grupos mapuches en Chile,
referido a esta realidad y a un proceso histórico vinculado a la expropiación
de tierras, desarticulación de Comunidades, de la religión, de las tradiciones,
de la lengua, etc., es que se va a desarrollar un movimiento de resistencia.
Dentro de dicho movimiento se concentrará toda la atención en una organización
mapuche en particular: la Coordinadora Mapuche de Comunidades en Conflicto
Arauco-Malleco.
1. EL MOVIMIENTO MAPUCHE
El actual conflicto mapuche es un problema de tierras y de
pobreza, de territorio y de autonomía, es un problema político, etnopolítico y
geopolítico. Este problema tiene sus raíces en el proceso que se inició con la
Conquista de Chile y que concluyó con la "Ocupación
de la Araucanía" (Referente Mapuche 2000). El movimiento Mapuche, como
expresión de una acción organizada del grupo étnico al interior de la sociedad
chilena, surge en las primeras décadas del siglo veinte. En él se han expresado
posiciones diversas, desde aquellas que han privilegiado las tesis
asimilacionistas e integracionistas hasta las culturalistas e indianistas.
Normalmente se habla de una "cuestión
mapuche", término recurrente entre intelectuales chilenos para
referirse al conflicto étnico chileno/ mapuche, concepto de Alejandro Saavedra,
en su libro La cuestión mapuche, del
año 1971.
Las características que
presenta el movimiento mapuche como movimiento social se ajusta a la definición
de movimiento social de Mario Diani: "red
de interacción informal entre una pluralidad de individuos, grupos u
organizaciones, involucrados en un conflicto cultural o político, sobre la base
de una identidad colectiva compartida clara" (Diani 1992:1-25). Como
se ha estado exponiendo, el movimiento mapuche tiene que ver con un conflicto de
índole cultural y político de profundas raíces que moviliza, como señala Diani,
una red de interacción entre individuos, grupos y organizaciones.
En lo orgánico, la
organización Mapuche reúne las características de una organización gremial de
carácter étnico, campesinista, basada en las comunidades. Las organizaciones se
caracterizan, en lo estructural, por surgir al favor de un ciclo de
movilización en torno a una problemática puntual. Incapaz de acumular fuerzas
más allá de la coyuntura, desaparece cuando termina el ciclo de movilización
que le dio origen (Marimán 1993). Un buen ejemplo de lo anterior fueron las
movilizaciones que culminaron en el llamado "Pacto
de Nueva Imperial" de diciembre de 1989, realizado entre aquellas
organizaciones indígenas que se habían destacado en su lucha contra el régimen
militar y la naciente Concertación de Partidos por la Democracia. Con motivo de
este pacto se desarrolló un encuentro que contó con 400 líderes indígenas y el
entonces candidato presidencial Patricio Aylwin, el cual se comprometía a
cumplir varios propósitos de justicia y reivindicación social (Namuncura
Serrano ) Mediante este pacto, el gobierno encararía los problemas mapuches
teniendo en cuenta la perspectiva de las organizaciones indígenas (Aylwin ). Luego
del "clímax" que se vivía
en ese momento referido a intensas movilizaciones, el movimiento se dispersó no
actuando, hasta surgir nuevas conflictos, en forma conjunta.
Las organizaciones
mapuches, en general, han mantenido su autonomía, incluso a costa de oponerse
entre ellas: algunas emprenden acciones sin pedir el apoyo o la solidaridad de
otras organizaciones, otras tienen una validez solamente local (a excepción de
algunos puntos compartidos con otras organizaciones), mientras que otras
mantienen una franca oposición con las demás organizaciones. Este movimiento ha
buscado resolver la miseria material y la marginalidad social del pueblo
mapuche chileno mediante la obtención de derechos políticos específicos como
minoría étnica. Las diversas organizaciones mapuche se han limitado a actuar
como grupos de presión, buscando la mediación de instituciones
estado-nacionales (particularmente partidos e iglesias) a fin de que intercedan
ante el Estado a fin de obtener medidas en favor del grupo étnico, sobre todo a
través de una legislación indígena protectora.
Con respecto a los
objetivos que el movimiento mapuche persigue, podemos destacar los siguientes:
1. Derecho a la autodeterminación, el que debe expresarse
en todas las políticas del Estado que afecten al pueblo mapuche, sus tierras,
territorios y recursos.
2. Reconocimiento constitucional del pueblo mapuche, que debe admitir la
preexistencia a la conformación del Estado de la Nación Mapuche y su derecho a
la autodeterminación, a la tierra y territorio (incluyendo aprovechamiento del
suelo y subsuelo).
3. Derecho a la participación, manifestado bajo el
principio de discriminación positiva en el congreso, que garantice dos
parlamentarios mapuches por cámara.
4. Reconocimiento de un parlamento autónomo mapuche, compuesto por
representes elegidos conforme a la propia cultura.
5. Restitución de las tierras, reduccionales y
ancestrales.
6. Ratificación de los convenios internacionales aplicables a los pueblos
indígenas, en especial el Convenio 169
de la OIT.
7. Respeto al sistema normativo mapuche mediante reforma al
código de procedimiento penal que incluya aspecto sustantivos de la cultura
mapuche
8.- Reconocimiento de la soberanía y las estructuras
culturales Mapuche
(Referente Mapuche 2000: s/p).
En lo político, las
organizaciones Mapuche se han caracterizado por su dependencia y subordinación
política e ideológica con respecto a la sociedad dominante -dependencia que se
inscribe, en última instancia, dentro de la dependencia global del grupo étnico
Mapuche con respecto al Estado-nación chileno-. Se delega, en general, la
conducción de las luchas Mapuche en los partidos políticos chilenos en el
entendido de que deben ser ellos los que busquen las soluciones a los problemas
de la etnia. Se deja en los partidos chilenos la tarea de definir las políticas
de las organizaciones por lo que se ha bloqueado toda posibilidad de definir un
proyecto político propio, susceptible de permitir una acumulación de fuerzas
más allá de la coyuntura (por ejemplo, Ad Mapu que se transforma, luego de
sucesivos quiebres, en la expresión de diversos partidos de izquierda, o Nehuen
Mapu, quien se definía en sus orígenes como una organización "independiente", "pluralista" y "unitaria", termina siendo,
rápidamente, la expresión política Mapuche de la Democracia Cristiana).
La autonomía, como proyecto de liberación del pueblo Mapuche,
no se limita entonces a la reivindicación de una simple autonomía cultural, sin
base territorial ni derechos políticos: ella es una autonomía territorial
política del pueblo Mapuche. La autonomía es considerada como la manera de
superar la condición de minoría nacional oprimida y de pueblo colonizado. Cabe
señalar, finalmente, con respecto a los vínculos entre las diversas
organizaciones mapuches, que estos son muy débiles, no se han elaborado
espacios suficientes de diálogo o un programa de trabajo común que abarque a
todas ellas referido a la reivindicación de tierras, la exigencia de
reconocimiento y la obtención de formas de autonomía política con base
territorial (Samaniego 2000).
2. LA COORDINADORA MAPUCHE DE COMUNIDADES EN CONFLICTO
ARAUCO-MALLECO
2.1. LAS CARACTERÍSTICAS DE LA ORGANIZACIÓN
2.1.1. LOS ORÍGENES
Se pueden encontrar los primeros antecedentes de esta
organización en el año 1996 donde, en
medio de luchas territoriales, mapuches pertenecientes a distintas comunidades
de la zona de Arauco se conforma la Coordinadora Territorial Lafkenche como una
alternativa a las organizaciones existentes en esa época. En este marco se
elabora por primera vez una demanda territorial dejando de lado la demanda
tradicional de tierras que se hacía sobre la base de los Títulos de Merced: el
reclamo de tierras se hace a partir de la memoria de los más ancianos, de lo
que estos recordaban pertenecía a tal o cual familia. Señalan que a partir de
este momento "la elaboración de la
demanda territorial y la lucha en torno a ello superará la legalidad existente,
no sólo por la demanda que allí se hacía o por los contenidos políticos
expresados, además implicará una movilización de mayor calidad y decisión, más
confrontacional" (Weftun 2001); se esboza, pues, una ruptura con el orden institucional que
se materializa con la quema de camiones de una empresa forestal (1° de diciembre de 1997).
En el Encuentro llevado a
cabo en Tranakepe (febrero de 1998)
se convoca a todas las organizaciones mapuche, surgiendo algunos principios de
preacuerdos y la decisión de hacer más adelante una segunda reunión para
continuar con los temas en discusión. En el Segundo Encuentro (año 1998) se establecen dos visiones,
una de carácter más autonómico encabezada por la Coordinadora Lafkenche y otra
más oficial liderada por el alcalde de Tirua Adolfo Millabur, todo lo cual
lleva a una ruptura dentro de este movimiento entre la posición oficialista y
una más autonómica.
El conflicto de Traiguén
de 1998 da lugar a un nuevo
encuentro en el cual surge la idea de hacer un nuevo encuentro en Tranakepe,
sólo con las comunidades mapuche en conflicto. Allí surge la idea de formar la
Coordinadora denominándola Coordinadora
Mapuche de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco formada con el apoyo de
las dos organizaciones capitalinas presentes en el desarrollo de los
acontecimientos, Meli Wixan Mapu y Coordinadora Mapuche de Santiago. En el
momento de su formación se toma el compromiso de que se iban a apoyar a todas
las comunidades en conflicto, además de ser incorporada a la CAM, si la
comunidad y su lonko lo querían. La primera reunión de trabajo de la
Coordinadora tiene lugar en 1999 en
la ciudad de Concepción, en el sindicato de trabajadores forestales.
Una de las acciones
iniciales de la Coordinadora fue la de generar condiciones para la existencia
de un planteamiento unitario al interior del movimiento mapuche, para ello se
realizaron encuentros donde se invitaron a Comunidades con el objetivo de
converger en los planteamientos. Finalmente, se presentan algunas dificultades
con las coordinadoras santiagueñas: la Coordinadora Mapuche de Santiago se
separa de la Coordinadora en el año 2000, y en marzo de 2001, Meli Wixan Mapu, pide un receso en su participación,
pero en octubre del mismo año solicita que se le vuelva a reconsiderar (Weftun 2002).
CRONOLOGÍA BREVE
1996 Se forma la Coordinadora Territorial Lafkenche; se señala que
la lucha por tierras superaría la legalidad existente.
1 de diciembre 1997 Quema de Camiones de una Forestal. Ruptura con el orden
institucional.
Febrero de 1998 Encuentro de Tranakepe.
Fines de 1998 Confrontación de la posición de la Coordinadora Lafkenche y
la posición oficialista del alcalde de Tirua Adolfo Millabur.
Febrero de 1999 Encuentro de Tranakepe sólo con las comunidades mapuche en
conflicto. Surge la Coordinadora Mapuche de Comunidades en Conflicto
Arauco-Malleco.
1999 Primera reunión de trabajo en la ciudad de Concepción,
sindicato de trabajadores forestales.
2000 La Coordinadora Mapuche de Santiago se separa de la
Coordinadora.
Marzo de 2001 Meli Wixan
Mapu se separa por un breve período de tiempo para reincorporarse en octubre
del mismo año.
2.1.2. LAS ALIANZAS
Se consideran aliadas de organizaciones sociales y políticas
que comparten sus propuestas y que "también
sufren, en alguna medida, los mismos problemas nuestros". A ese
respecto agregan: "porque,
finalmente, el enemigo nuestro es también el enemigo de otros y con esos otros
hay que ir creando la discusión, ir viendo por donde tenemos salida. Estamos
trabajando harto para fortalecernos como mapuches y también por exigirle a los
otros sectores que tienen que fortalecerse en sus espacios"
(Huenchunao 1999).
2.1.3. LOS VÍNCULOS.
A. Con otras organizaciones
mapuches: critican las formas de lucha de otras organizaciones como el Consejo
de Todas las Tierras, Xeg-Xeg, Asociación Ñancucheo, Ad Mapu y la Identidad
Territorial Lafquenche, que efectúan su propuesta dentro del marco
institucional (Coordinadora Arauco-Malleco 2000). No busca negociar con los
otros movimientos mapuches radicalizados para formar una frente único pues
considera que las otras organizaciones responden a "una práctica de hacer política dentro del marco de la dominación,
es decir, en los estrechos márgenes que el enemigo y su 'estado de derecho' le
conceden a nuestro pueblo" (Benavente 2001: s/p).
B. Con el Estado: señalan
que éste "hará todo lo posible por
mantener la estabilidad política y el crecimiento económico, aún a costa de
sacrificar al Pueblo Mapuche". (Coordinadora Arauco-Malleco 2000:
s/p). La relación entre el Estado y los mapuches es caracterizada como de "dominación": "básicamente en la imposición de una
cultura dominante, winka, occidental, capitalista, en donde las ideas, los
valores, la actitud penetran nuestra realidad y la distorsionan, lo cual le
resulta funcional para mantener intactos los intereses del sistema, donde la
apropiación de las riquezas del territorio mapuche es la consecuencia"
(Coordinadora Arauco-Malleco 2000: s/p). En lo que refiere al dialogo afirman
que "en un plano de respeto con las
autoridades chilenas, no va a haber problema en poder conversar e intercambiar
ideas. Porque ahora el no reconocimiento es mutuo. Nos fuimos del Estado, no
dependemos, nada nos obliga. Seríamos simplemente estúpidos si quisiéramos
mantenernos ahí, después de haber perdido 30 millones de hectáreas de nuestras
tierras originarias" (Antileo 2000: s/p).
C. Con los empresarios: el
empresariado de las zonas de conflicto es considerado "parte de la oligarquía histórica del Estado chileno y que en el
último tiempo han estado comprometidos con ideologías de corte fascista, y que
dentro de su concepción han definido aniquilar al Pueblo Nación Mapuche para
mantener y aumentar sus intereses de clase dominante" (Coordinadora
Arauco-Malleco 2000: s/p).
D. Con el sistema político
(Coordinadora Arauco-Malleco 2000: s/p):
I. Con la derecha: es
definida como la representante de los intereses de las forestales, "anteriormente se dieron expresiones de
agentes de seguridad del régimen anterior operando a favor de los intereses de
las forestales o de los agricultores, y actualmente ya derechamente lo están
haciendo no en un plano de conspiración o secretividad, sino en un marco ya más
político y social".
II. Con la izquierda: se la
considera "desperfilada", "sin capacidad de llegada" con
reivindicaciones que terminan siendo "funcionales
a la lógica del sistema"; la izquierda no es vista como una
alternativa posible o distinta, no se ve con ella la posibilidad de una alianza
en el corto plazo.
2.1.4. LOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN
Los líderes: José Huenchunao de
Arauco, José Remigio Chureo de Pichilonkoyan (Lumaco), Victor Ancalaf de
Collipulli, Pascual Pichún de Temulemu (Traiguén) y María Llanquileo de
Rucañanco (Lago Lleu-Lleu; y Manual Antonio Fren, de Cuyinco (Antileo 1999).
Los liderazgos varían sin que exista una jerarquía explícita entre ellos. Sus
voceros habituales son José Huenchunao de Arauco, Víctor Ancalaf de Collipulli
y Pascual Pichún de Traiguén. En Santiago reside el abogado Aliwen Antileo
ideólogo del movimiento. Ancalaf señala al respecto que "la fortaleza de nuestro movimiento no se encuentra en
determinadas personas, sino en la capacidad que a través de la lucha han ido
adquiriendo nuestras comunidades, sus miembros y sus dirigentes tradicionales”
(Benavente 2001).
Los militantes: presentan un promedio de edad de 23 a 27 años,
surgidos, generalmente de las propias Comunidades en conflicto (Antileo 1999).
Localización geográfica: la Coordinadora desarrolla su actividad a lo
largo de la Novena Región de La Araucanía y también en la parte sur de la
Octava Región (Sesión del Senado Chileno 2003).
2.1.5. FINES Y MEDIOS DE LA ORGANIZACIÓN
OBJETIVOS GENERALES
A. Reconstruir la fuerza
social mapuche
para instalar lo que denominan un "proceso
de liberación nacional" de la Nación Mapuche frente al Estado chileno;
para la Coordinadora no es meta hoy la autonomía del pueblo mapuche, arguyen
que “con un movimiento mapuche
desarticulado, un pueblo desestructurado social y políticamente, y un enemigo
más fortalecido que nunca, ¿se podrá plantear ante el Estado chileno una
demanda de autonomía?” (Coordinadora Arauco-Malleco 1999).
B. Reconstituir la
organización comunitaria tradicional con autoridades propias: "...son las que deben administrar vidas y destinos de esas
comunidades y zonas" (Coordinadora Arauco-Malleco 2000: s/p).
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
A. Construir un proceso de
alianzas
y seguir impulsando las movilizaciones para fortalecer una base social para que
"nuestra gente tenga mayor claridad,
para que se puedan incorporan más elementos, para que entiendan mayormente de
qué se trata todo el problema que tenemos".
B. Expandirse a otros
puntos del territorio mapuche ("...ya
no solamente va a ser Arauco y Malleco, sino otras comunidades con las que
estamos conversando y que desean integrarse a esta coordinación"
(Huenchunao 1999: s/p).
¿POR QUÉ LUCHAN?
"¡Por la
reconstrucción de la Nación Mapuche! ¡Avanzamos hacia la Liberación Nacional
Mapuche!"
(Coordinadora Arauco-Malleco 2003: s/p).
"La liberación de
nuestro pueblo en tanto pueblo oprimido y explotado por el Estado chileno" (Coordinadora
Arauco-Malleco 1999: s/p).
¿CÓMO LUCHAN?
Ser parte de una ruptura con la forma en que las diversas
organizaciones se habían movilizado: "tenemos
que romper desde ya, con experiencias mínimas, de expresión mínima de
autonomía, hasta lograr pasos mayores en etapas superiores de lucha, de
acumulación de fuerzas que nos arroje resultados concretos". El
objetivo de "liberación
nacional" que supone un enfrentamiento con la institucionalidad se
lograría con una práctica política rupturista a través de movilizaciones,
desbordes de la legalidad y hostigamiento a empresas bajo la consigna de "recuperación del territorio"
(Antileo 1999). La autonomía territorial sería una cuestión próxima en el
tiempo por lo que busca establecer una suerte de "control territorial". La "reconstrucción" del territorio mapuche tiene como "eje y motor" la recuperación
de las tierras, puesto que "a través
de ellas se irán recuperando los espacios territoriales históricos y se
fortalecerá la identidad territorial mapuche" (Antileo 1999: s/p).
3. LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD
3.1. EN NOMBRE DE QUIÉN HABLAN
Se consideran representantes plenos del pueblo mapuche: "creemos que nuestro Pueblo tiene el
legítimo derecho a organizar su desarrollo político, ideológico y darse y
consolidar su vanguardia, ese es un hito histórico necesario para nuestro
Pueblo y para el conjunto del movimiento de los oprimidos... desde una
perspectiva propia, con línea propia y sujeto a una concepción de desarrollo de
las fuerzas de los mapuche. Eso es definitivo" (Coordinadora
Arauco-Malleco 2001: s/p).
3.2. CÓMO SE PRODUCE LA UNIDAD
La Coordinadora es una instancia de diversas comunidades en
conflicto con una estructura permanente: "hasta
hace más o menos dos años atrás la situación que teníamos era que había
diversas comunidades en conflicto, cada una enfrentando en forma independiente
sus problemas. Entonces vimos que era necesario coordinar la lucha de aquellas
comunidades que estaban en conflicto. Se comenzaron a hacer entonces los
primeros encuentros, primero sectorialmente y después abarcando
provincias" (Antileo 1999). Agregan que "cada comunidad levanta propuestas de demandas territoriales
basados en derechos políticos- históricos, ajustados a realidades concretas
como comunidad y organización y cuyos fundamentos y criterios son compartidos
por la CAM" (Coordinadora Arauco-Malleco 2000: s/p). Se reivindica,
asimismo, una estructura democrática a la hora de nombrar autoridades: "nuestra organización social se basa en
múltiples comunidades, en donde hay un componente democrático ya que las
comunidades eligen a sus propias autoridades y las revocan en cualquier
momento" (Antileo 1999).
3.3. ADVERSARIOS
Entre los distintos grupos económicos vistos como adversarios,
se pueden destacar: Grupo Shell (asociado a la Compañía Manufacturera de
Papeles y Cartones, Bosques Chiloé, Copihue, Forestal Colcura y Forestal Santa
Fe); Grupo Angelini (vinculado a la compañía de petróleos de Chile y la Empresa
Forestal Bosques Arauco y la Celulosa Arauco y Constitución); Grupo Matte
(dueño de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, controla la Forestal
Aserraderos y celulosa Mininco, celulosa del Pacífico, Forestal Monteaguila,
Colcura); Grupo Mitsubishi (dueña de la Forestal Volterra, Forestal Tierra
Chilena y la planta de astillas Astex); Grupo Amindus (dueña de la Forestal
Millalemu, de los aserraderos Andinos, Fibranova y la Forestal Terranova);
ENDESA Chile debido a la construcción de la Central Hidroeléctrica Ralco en el
Alto Bío Bío.
Asimismo, son considerados
adversarios los sectores políticos conservadores representados por el periódico
El Mercurio y el Instituto Libertad y Desarrollo quienes consideran sus
movilizaciones como una violación del derecho de propiedad y sinónimo de
violencia; son antagonistas, también, la Sociedad Nacional de Agricultura
(SNA), la Corporación de la Madera (CORMA), los gremios asociados a la
Confederación de la Producción y el Comercio IX Región y la Corporación de
Desarrollo y Energía quienes los consideran terroristas (Vergara 2002).
3.4. LOS LÍMITES DEL SISTEMA...
La Coordinadora Arauco-Malleco es protagonista de un proceso
rupturista que busca "crear una
correlación de fuerzas tanto políticas como de organización al interior del
Movimiento Mapuche que nos permita avanzar en lo que denominamos una Propuesta
de Liberación Nacional". Su comportamiento es radicalizado -cuarenta
de sus miembros han sido procesados por "asociación
ilícita terrorista"- (Bravo 2003): a diferencia de otros grupos
radicales mapuches proclama la autonomía política confesándose como el grupo
más intransigente que usa formas de lucha violenta (Antileo 1999). Sus
relaciones con los otros grupos del radicalismo étnico no son buenas: existen
descalificaciones, reclamando para sí ser el único referente realmente
insurreccional que existe dentro del movimiento mapuche. Se admite que en el
pasado hubo vinculación con otros grupos extremistas como el MIR Ejército
Guerrillero de los Pobres (Ancalaf 2000).
El Estado chileno es
considerado más como un estorbo que como una instancia receptora y resolutiva
de demandas: "Consideramos que no es
posible bajo la actual legalidad e institucionalidad obtener avances
sustantivos en esta materia, tanto de parte del gobierno como de los tribunales
de justicia, los cuales adolecen de la imparcialidad requerida en estos casos,
cediendo por lo general ante las presiones que ejercen los grupos económicos
que controlan el país" (Coordinadora Arauco-Malleco 2001: s/p).
Hasta cierto punto admiten
un componente militar en su estrategia evidenciado por declaraciones de prensa
del vocero Víctor Ancalaf, y Aliwen Antileo: la Coordinadora Arauco-Malleco
debe asumir la tarea de llevar a cabo "una
lucha de liberación", en función de ella es que se señala la necesidad
de "crear una correlación de fuerzas
que se exprese en lo social, político, cultural, económico y militar",
agrega que "si a futuro no se
producen los cambios necesarios respecto de un Estado que nosotros denominamos
opresor tendrá lugar necesariamente una etapa de Liberación Nacional y esto es
en el plano político, cultural, económico y también en el plano militar"
(Antileo 1999).
3.5. LOS MECANISMOS DE LA IDENTIDAD
A partir del concepto de territorio, la religión, la lengua,
todo ello inserto dentro de lo comunitario y lo tradicional se produce una
reafirmación identitaria:
A. El territorio y la tierra: el territorio representaría no sólo un
medio de producción y de subsistencia, sino el espacio vital donde se
desenvuelve y se proyecta un colectivo humano que se identifica como mapuche y
que en base a dicha identificación desea ser tratado por el resto
"Aquí el uso del concepto de territorio está por sobre el
de tierra, ya que en nuestra concepción ‘territorio’ es el espacio vital de
donde se proviene, se vive y se proyecta todo lo mapuche".
Agregan en ese sentido que "...para
el rescate del pensamiento ancestral mapuche, rakiduam, y la diversidad de
elementos que nos son propios es absolutamente necesario disputar y controlar
los territorios invadidos por el sistema que nos oprime... en lo ideológico,
cultural y social, reafirmando nuestra condición de Pueblo Nación Mapuche. La
recuperación del Territorio usurpado y la defensa de lo poco que hoy se
posee... es condición sine qua non para plantearse algún día la liberación como
pueblo" (Coordinadora Arauco-Malleco 1999: s/p).
Con
la toma de predios y terrenos estas ideas se concretan:
- ¿Ahora están trabajando en esas tierras?
- Si no las trabajamos, ¿para qué queremos tierras? Las
forestales habían plantado eucaliptos y pinos. Nosotros los cortamos e
instalamos una pequeña agricultura para sustentar nuestra vida...
- Se han dividido las 500 hectáreas recuperadas?
- No, ni pensamos hacerlo. Todo es común. Pero si yo me asocio
con otro para sembrar, cerramos el pedazo para que los animales no entren"
(Bravo
2003).
La Coordinadora es
consciente en aseverar que el problema del pueblo mapuche no es de tierras,
sino de territorialidad y de reconocimiento en cuanto a pueblo y nación: "Nuestra gente está tomando más
conciencia del fondo del problema, que es la territorialidad de las comunidades
mapuches [...] Aquí hay que reconocer
que nosotros seguimos siendo un pueblo y una cultura diferente, que seguimos
teniendo en nuestra memoria colectiva la conciencia de que éramos y somos una
nación originaria" (Lavanchy 1999).
B. La religión: en claro vínculo con lo anterior, encontramos una articulación
profunda con la religión, los mapuches se consideran la gente nacida de la
tierra y protegida por esta: "reconocemos
a la tierra como nuestra madre y la naturaleza como nuestra hermana".
La tierra sería una dimensión o espacio donde criaturas y espíritus coexisten e
interactúan armoniosamente (árboles, animales, ríos, personas, espíritus y
poderes positivos y negativos). Para el mapuche es fundamental mantener este
relacionamiento: "concebimos la
tierra como un bien comunal, un medio de interrelación y un espacio compartido
con todas las criaturas" (Marileo 2000).
C. Lo comunitario: lo identitario se centra
en las Comunidades consideradas nutrientes de elementos culturales,
filosóficos, políticos y religiosos mapuche (Coordiandora Arauco-Malleco 1999:
s/p). Es en ellas donde se produce, mayormente, el encuentro con el otro, el
re-encuentro con la cultura primigenia, facilitando la organización en
Comunidades la toma de tierras:
"Cada comunidad lucha en su tierra, muchas veces no nos
conocemos unos a otros en esta lucha. Solamente nos vamos conociendo en
encuentros de palín" (Bravo 2003: s/p).
D. Participación de
eventos:
a partir de las diversas reuniones tradicionales que se organizan a lo largo
del año, o con motivo de las movilizaciones, aumenta la cohesión y la
reafirmación de los lazos identitarios:
"Más que un encuentro
político de la Coordinadora parecía una fiesta campesina de jóvenes y ancianos,
niños y abuelas mapuche. Mientras los más pequeños jugaban sobre la tierra
desnuda, los hombres conversaban o practicaban el deporte del palín y las
mujeres, cocinaban en fogatas permanentemente alimentadas con leña ‘recuperada’ (de algún fundo ‘de los ricos’, como ellos dicen). Una res, también ‘recuperada’, dio
suficiente carne para todos. En los encuentros de la CAM no se permite el
alcohol, utilizado desde la conquista como elemento de dominación"
(Coordinadora Arauco-Malleco 2000: s/p).
La participación en estos eventos nos puede remitir al lo que
Mircea Eliade denomina "mito del
eterno retorno" (Eliade 1994: 54) la posibilidad del retorno al pasado
imaginado como una "era dorada"
todo lo cual expresa un pasado feliz, el paraíso perdido:
"Antes, en los tiempos antiguos, se podía caminar por
entre los bosques milenarios solazándose en el aroma de las mariposas, en el
vuelo de los queltehues y el cantar de los choroyes. Las machi acudían al
bosque en busca de sus yerbas curativas, a fortalecer su vínculo con la
naturaleza y a ser un poco más sabias. Mas hoy sobre el bosque mapuche se han
cernido el temor y la violencia, el odio y la barbarie racistas". (Buendía 2000: s/p).
La vuelta a los tiempos
antiguos por medio de estos eventos podría estar ayudando a que el individuo se
defiende del presente amenazador; en todo esto se incluye la manera en que se
estructuran los eventos, los momentos solemnes o la escucha de instrumentos
propios:
"En distintos momentos del día y a avanzada hora de la
noche -sin importar el frío- sonó el kulkul para convocar al trewun –reunión-. Entonces,
representantes de distintas comunidades se reunieron en círculo, de pie y junto
a un canelo, para dar cuenta por turno de los últimos acontecimientos
relacionados con sus luchas, el estado de ánimo de los peñis, cómo están
enfrentando la represión y las constantes violaciones de sus derechos humanos.
Fueron momentos solemnes, de invocación a los antepasados y a la nagmapu (madre
tierra) para renovar las fuerzas que les permitan continuar una lucha que saben
larga y difícil" (Bravo 2003: s/p).
Los encuentros
constituyen, pues, el vehículo para el despliegue de una estrategia discursiva
defensiva de base local frente a la amenaza que puede constituir la sociedad en
general para la preservación o mantenimiento de las ideas, imágenes y estilos
de vida: "al recitar o al escuchar
un mito, se vuelve a tomar contacto con lo sacro y con la realidad, y al
hacerlo se supera la situación profana, la situación histórica"
(Eliade 1994: 63).
A partir de estas
expresiones de identidad la Coordinadora busca desarrollar el concepto de
Nación Mapuche: "hacia allá apunta
nuestra meta, a que en un año o dos hagamos práctica y elaboración con este
concepto de Nación... lo que llevará en algún momento a la etapa que nosotros
llamamos de rebelión, una vez que tengamos masificado el concepto. Es por eso
que nosotros reivindicamos nuestras formas ancestrales de organización, donde
las autoridades tengan la capacidad de actuar y pensar de forma autónoma,
ejerciendo poder real en sus propios territorios" (Antileo 1999: s/p).
En vínculo a todo lo
anterior la Coordinadora plantea su utopía: "Se
busca la reestructuración de todos los aspectos propios del Pueblo Mapuche, de
orden filosófico-religioso, ideario, valórico hasta reconstruirlo ideológica y
políticamente,... para sostener nuestro propio sistema de vida como Pueblo
Nación Mapuche" lo que "...implica
el ejercicio de prácticas comunitarias, ceremoniales y organizacionales como el
mingako, guillanmawun, guillatun, machitun, palin, trawun, kamarikun, nutram,
entre otros, y sobre todo el mapudugun como expresión concreta de nuestra
identidad y proyecto de vida propios". A este respecto, profundizan en
los detalles de la sociedad que buscan edificar: "a la vez ir rescatando y fortaleciendo nuestra estructura
organizacional tradicional y los roles que cumplen determinadas personas dentro
del mundo mapuche como los lonko, werken, machi, weupive, kona, dugumachife,
genpin, entre otros" (Coordinadora Arauco-Malleco 2000: s/p).
Cronología Breve de la
Coordinadora Arauco-Malleco (Centro de Documentación Mapuche)
AÑO 1999
Febrero Se forma la Coordinadora de Comunidades Mapuche en Conflicto
Arauco-Malleco.
10 de mayo Detención del dirigente Pedro Cayuqueo.
4 de abril Huelga de hambre por la libertad de los dirigentes Luis y
Avelino Meñaco.
22 de agosto Presunta participación de miembros de la Coordinadora en incendio
en el paraje Los Álamos.
24 de agosto 34 detenidos en allanamiento efectuado en la comunidad Mapuche
Pablo Quintrequeo Huenuman, VIII Región, acusados de robo y usurpación de
terrenos a Bosques Arauco.
26 de agosto Incomunicado el líder intelectual de la organización, José
Huenchenao
AÑO 2000
6 de octubre Delegación de Amnistía Internacional se entrevista con lideres de
la Coordinadora.
AÑO 2001
7 de agosto Miembros de la Coordinadora se enfrentan con carabineros en un
fundo.
1 de septiembre La comunidad indígena José Loncolí ocupa el fundo El
Arrayán-Aguas Blancas.
3 de septiembre Mapuches, apoyados por la Coordinadora inician la tala del fundo
El Arrayán- Aguas Blancas.
12 de noviembre Con el apoyo de la Coordinadora alrededor de 100 indígenas de la
comunidad José Guillón ocupan el predio San Ramón perteneciente a la Forestal
Mininco y a la Forestal Cautín.
AÑO 2002
13 de enero Toma del fundo Los Pastales ubicado en Temuco.
19 de febrero Toma del fundo Santa Laura propiedad de la empresa forestal
Millalemu.
4 de abril Detienen a 16 personas vinculadas a la Coordinadora.
3 de mayo 15 miembros de la Coordinadora ocupan la parroquia de San
Francisco de Temuco e inician una huelga de hambre indefinida exigiendo la
liberación de igual número de comuneros.
8 de agosto Huelga de hambre reclamando la liberación de miembros de la
Coordinadora.
6 de septiembre Huelga de Hambre de familiares y amigos de los presos políticos
Mapuche en Temuco, que se suma a la huelga de hambre ya iniciada en distintas
cárceles en la zona de la Araucanía.
7 de septiembre El vocero de la Coordinadora, Víctor Ancalaf, es detenido en
Temuco.
9 de septiembre Toma del fundo Santa Alicia, propiedad de la forestal Mininco.
Enfrentamiento con carabineros.
18 de noviembre Ocupación del predio "Santa
Elisa" propiedad de la empresa forestal Mininco S. A.
20 de noviembre Encuentro de las Comunidades integrantes de la Coordinadora.
30 de noviembre José Huenchunao, líder de la Coordinadora, es detenido.
4 de diciembre Detención de 15 líderes de la Coordinadora.
26 de diciembre Se denuncia la interceptación telefónica del abogado Pablo Ortega
representante de los dirigentes Victor Ancalaf y José Huenchunao (ambos
recluidos en Concepción).
AÑO 2003
15 de enero Toma del fundo Mopanque, propiedad de la Bosques Arauco.
31 de enero Libertad bajo fianza a José Huenchunao, líder de la Coordinadora
Mapuche Arauco-Malleco.
6 de marzo Ocupación del Fundo Santa Alicia.
BIBLIOGRAFÍA:
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otros diez se levantan.
Antileo, A. 1999 Conversaciones en torno a las movilizaciones del pueblo mapuche.
1999 Las forestales
tendrán que irse de nuestros territorios.
2000 Estamos en peligro
de extinción.
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Benavente, Andrés y Jorge Jaraquemada, 2001 Las
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Bravo, Patricia, 2003 Esta tierra es nuestra.
Buendía, Mauricio, 2000 Guerra sucia en el Sur.
Coordinadora
Arauco-Malleco,
1999 Recuperar ahora....el territorio
usurpado.
2000 Planteamiento
político estratégico de la coordinadora.
2001 Hacia la
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ser un problema para el enemigo.
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estado y autonomía regional.
1994 Transición
democrática en Chile. ¿Nuevo ciclo reivindicativo mapuche?
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nación mapuche: ¿derechos políticos autonómicos?
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y transformación del conflicto Estado-mapuches en Chile.
Weftun, Publicación de la
Coordinadora Mapuche Arauko- Malleko, 2001
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