Bolivia: Amazonia bajo asedio. El último rugido del jaguar. Millonarias inversiones capitalistas en la Amazonia
Chaski Clandestinx
Agencia SubVersiones
23 abril, 2016
El jaguar o Yaguareté vive en
la Amazonia boliviana. Considerada en peligro de extinción, la especie está
protegida por los decretos los decretos 226441 y 25458, de 1997, que establecen
la Veda General Indefinida.
16 de febrero, La Paz, Bolivia. Cyborg Kanashiro,
representante de la comunidad Candelaria Madidi Ecológico, junto a otros
activistas medioambientales, denuncia megáfono en mano el asesinato de por lo
menos 100 jaguares en el Parque Nacional Madidi, ubicado entre las provincias
Abel Iturralde y Franz Tamayo, al noroeste del Departamento de La Paz, Bolivia.
La muerte de los felinos es producto del incremento de la caza para el tráfico
de sus colmillos.
El 2011, de manera
inusual, varios jaguares fueron vistos en lugares poblados del Madidi,
amenazando y atacando a los animales de granja, e incluso uno de ellos atacó a
una persona. Preocupados, los habitantes avisaron del caso a las autoridades
competentes, las cuales recomendaron espantar a los animales… con petardos.
Desde luego, los habitantes no quisieron prestarse a semejante maltrato. Desde
entonces, todos los intentos para que las autoridades tomen cartas en el asunto
han sido vanos.
La marcha se aproxima al
edificio del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. En el transcurso, Cyborg
Kanashiro recuerda en el altavoz que desde 2011 se le dijo al ministro que era necesaria
una reunión pública y que si no había presupuesto para proteger a la fauna
habría que buscar voluntarios. El gobierno no quiso escuchar y los felinos
siguieron arribando a las comunidades, ante la mirada atónita de los
pobladores, quienes pronto entendieron que los animales estaban huyendo de los
cazadores y traficantes de colmillos. En su desesperada huida, dice Kanashiro,
algunos jaguares llegaron hasta la provincia Camacho, al sur del Madidi, lejos
de su hábitat.
Se han identificado de 80
a 100 jaguares muertos. También hay los que no se han contabilizado, los que se
han llevado ilegalmente y todavía no se han investigado. Han tenido sacar (a
los jaguares) por Santa Cruz; ha habido una depredación para que el animal
pueda huir a todo lado, porque yo he tenido que traer jaguares de Camacho, de
uno de los comunarios que se lo había comido su oveja; le he tenido que traer
de Alto Beni que supuestamente no deberían entrar; les he traído de Apolo.
Entonces a todo lado ha huido al animal siendo que su vida estaba en peligro, y
por eso a nosotros nos estaban acechando, ahora esos animales ya se han
convertido en huraños.
Para que todos los
animales escapen tiene que haber ido harta gente a cazar, la explicación lógica
que le he dado es si uno ha aparecido en Camacho, que es altiplano, que nada
tiene que ver con nosotros donde han tenido que comer las ovejas; y en Alto
Beni una mujer ha fallecido con un bebé, que se lo han comido. Todo esto ha
tenido que ser por grandes cantidades de personas que han empezado a cazar
porque por uno o dos cazadores no escapan, se pueden defender.
En notas que datan de 2014
y abril del 2015, el periódico La Razón señala que existe un mercado negro de
colmillos de jaguar, los cuales se venden principalmente en China. Es así que
varios lugareños en el Madidi, ante la posibilidad de ganar dinero con esta
actividad, se han dedicado a cazar a esta especie declarada en peligro de
extinción desde 1997. Los colmillos fueron encontrados y decomisados en 2014,
en un envío en Correos de Bolivia. En este caso fueron implicados seis
ciudadanos de nacionalidad china y un boliviano.
En la segunda etapa, hemos
encontrado que la fiscalía había detenido a los chinos enviando por correo
colmillos; casi 80 colmillos, o sea 80 animales han muerto. Después en
Rurrenabaque se han encontrado una cantidad también de parte de animales y
colmillos también, son los que han exportado y han enviado a China, ya se les
ha identificado, no es una suposición, la fiscalía ya lo tiene, el
viceministerio de la diversidad también me han explicado que ya le han hecho la
citación a los chinos allá.
Desde el 2011 hasta hoy ha
pasado mucho tiempo, porque eso que nuestro reclamo no existe justicia para
estos animales y la biodiversidad; no solo el jaguar, cuando tú haces un
proyecto grande tiene que contemplarse uno, de donde te vas a proveer de
alimento, de dónde vas a proveer los productos, aunque sea un metro, cuantos
animales vas a afectar y donde los vas a trasladar respetándonos cada uno.
No solo se trata de este
caso. Kanashiro remarca las amenazas ocasionadas por otras empresas:
Nosotros hemos sacado una
ley municipal que protegía la Madidi, es una cosa aledaña que protege al Madidi
¿Para qué le hemos hecho eso? Para que nuestras generaciones puedan sobrevivir,
nosotros desde antes ya teníamos amenaza, han empezado las empresas madereras,
las empresas castañeras, han venido las invasiones por el oro.
La explicación del caso
continúa y en un manifiesto se afirma respecto a la empresa china CAMC:
El problema de la salida
del jaguar de su hogar y los casos de ataque a animales y a una persona de la
comunidad, coincide con el ingreso de la única empresa china en el Madidi que
es la CAMC, con muchos funcionarios que llegaron de China para la construcción
del ingenio azucarero de San Buenaventura, que se encuentra a tres horas de
viaje por carrera hasta la comunidad.
Amazonia bajo asedio
Ante estos hechos, la exigencia central es una petición de
informe de la justicia indígena originaria, para que proceda ante la
depredación de su territorio, además pedirán un informe detallado al ministerio
correspondiente, a la fiscalía, así como a la embajada china. Aquí, la mención
sobre la presencia de la empresa china CAMC, muestra algunas señales de fondo
muy importantes: el continuo y creciente tráfico de especies protegidas y en
peligro de extinción, que también está ligado a un proceso más grande de
ingreso de millonarias inversiones capitalistas en la Amazonia, sobre todo en
estos últimos años.
El reciente denunciado
caso escandaloso sobre tráfico de influencias para favorecer a CAMC, es una de
las puntas del iceberg, ya que de fondo, existe otro gran conflicto referente a
las consecuencias que traerán muchos de los proyectos en los cuales dichas
empresas están trabajando. En efecto, están en marcha varias iniciativas que
afectarán irremediablemente la amazonia. Carmen Capriles de Salvemos Al Madidi
explica en este sentido que el proyecto del ingenio azucarero San Buenaventura,
tendrá efectos letales sobre la fauna y la flora a los alrededores.
Por otro lado, mega
infraestructuras y la explotación petrolera están en puertas. Señalamos algunos
de los más importantes proyectos:
La mega represa de El Bala, cuyos trabajos iniciales están siendo
realizados por la empresa italiana Geodata Engineering, Aunque el gobierno
plantea formas no tan agresivas de construcción de la mega represa, ésta
afectará de todas maneras, e irremediablemente, al parque Madidi y regiones
aledañas.
La exploración hidrocarburífera en Pando, en el norte de La Paz y
en el Beni, a cargo de empresas chinas (SINOPEC y BGP). También han comenzado
exploraciones sísmicas 2d en Pando y Beni a cargo de la empresa estatal YPFB,
siendo su procedimiento denunciado por comunarios indígenas de la región
afectada.
El gobierno nacional ha
formalizado en febrero de 2016, las negociaciones respecto a la inclusión de
Bolivia en el proyecto de corredor bioceánico que pasará desde Brasil hasta
Perú. En caso de ser así, dicho corredor se prevé afectará la región norte de
la Amazonia.
El asedio económico (y
también político) a la Amazonia por parte de estas grandes inversiones, donde
destaca la presencia de empresas chinas apoyadas por estados nacionales,
posibilitaría la mercantilización de toda esta zona.
El asesinato de por lo
menos 100 jaguares denunciado por el representante de la comunidad Candelaria
Madidi Ecológico, parece una historia de muertes «pequeñas», que por lo general pasan inadvertidas, pero que son el
signo trágico de la invasión capitalista de la Amazonia, agudizada en y por el
gobierno «progresista» del MAS. A los
jaguares se suman los osos jukumari, también en extinción, cuyo ejemplo más dramático
es el de «Ajayu», un oso que una
comunidad de Cochabamba fue brutalmente golpeado y ahora se encuentra en
recuperación. También están las denuncias sobre los animales envenenados en
Uyuni para facilitar el paso del Dakar. Estamos ante una indiferencia
generalizada por la violencia que se está ejerciendo contra la vida.
De todas esas muertes
brutales se tejen la desestructuración de comunidades indígenas, su
devastación, la desaparición de zonas enteras de biodiversidad.
Se exigen investigaciones
correspondientes y justicia para los jaguares, y se precisa de la organización
desde abajo, sobre todo en las ciudades, porque el extractivismo, nos induce a
olvidar que todas las muertes, todos los asesinatos por causa del criminal
lucro empresarial o personal, son grandes, importantes y dolorosas. Este
extractivismo, afecta tanto al Madidi, a los jaguares, o a las comunidades que
viven cerca de un monstruo- proyecto como la represa de San Antonio Jirau en
Brasil; así como a la gente de las ciudades, porque, como anotaba el periodista
Raúl Zibechi, se ha constituido en una cultura general urbana y también rural,
de consumismo y de desprecio a la vida. Justicia y organización de bases. Para
que no sea el último rugido de Yaguareté.
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