Colaboración
12 septiembre, 2014
Por César Godínez
Meneses
Agencia Autónoma de
Comunicación SubVersiones
La izquierda es la voz de los
muertos
Tomás Segovia
Una pieza del rompecabezas que no se conocía a detalle en la
historia contemporánea mexicana, de una era llamada «Guerra Sucia» fue expuesta la noche del pasado 5 de septiembre de
2014. Se proyectó el documental Flor en Otomí en el Foro Cultural Ana María Hernández,
en Coyoacán, con la presencia de la realizadora Luisa Riley.
El documental narra los
sucesos de la vida de Dení Prieto Stock, miembro fundacional del antecedente
del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN), las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN); conocida en el ámbito
guerrillero como María Luisa.
Según la realizadora –y
amiga cercana en la juventud de Dení- el motivo más fuerte para realizar este
documental fue «el de no olvidar, el
de traer a la memoria, aunque duela, esa
etapa tan oscura de México, donde a los jóvenes se les convierte en criminales
tan sólo por el hecho de serlo y de disentir de la clase gobernante».
Dení Prieto Stock nació
el 8 de septiembre de 1955 en la Ciudad de México. Era hija de Evelyn Stock y
del dramaturgo y periodista Carlos Prieto Argüelles, aunque su abuelo Jorge
Prieto Laurens era anticomunista, el espíritu de Dení fue a contracorriente: ricas
lecturas de poesía y marxismo fueron los ejes de su vida en rebeldía. Su nombre
significaba en lengua otomí: flor.
Dení cursó estudios a
nivel bachillerato en el Colegio Madrid. Desde joven participaba en brigadas comunitarias con
campesinos en Tlaxcala y el Estado de México. En 1973, estuvo a punto de ser
detenida por apoyar a los campesinos de Tenango del Valle, Estado de México, a
quienes les impartía clases.
Asimismo, ella participó
activamente en las revueltas estudiantiles en 1968 y en 1971. Cuando conoce al
hijo del entonces mandatario mexicano Luis Echeverría, lo increpa por la
matanza del 1° de junio de 1971, conocida como el halconazo: «tu papá es un asesino».
La directora Riley contó sobre el proceso de
investigación. Ya que los padres de Prieto Stock fallecieron, lo más que pudo
encontrar fueron los testimonios de la hermana de Dení, Ayarí y su prima,
además de los amigos de su juventud y después de más de tres décadas, pudo
acceder a los expedientes archivados en gobernación sobre el su asesinato en
Nepantla, Estado de México, el 14 de febrero de 1974, durante el gobierno
de Echeverría.
Dení fue asesinada a los 19 años. Durante el ataque a la «Casa Grande» -primera y única
casa de seguridad de las FLN- ella perdió sus lentes, lo que afectó
su visibilidad esa noche, volviéndola vulnerable ante las fuerzas represoras
echeverristas.
La prolífica vida de María Luisa fue marcada por
una sutil forma de comprender el mundo desde la perspectiva femenina: la lucha
contra el capitalismo, sus años de amores conjugados con los pensamientos
libertarios, sus debates ideológicos al interior del núcleo guerrillero
donde también encontró a su compañero de lucha y vida Raúl Sergio Morales Villarreal,
con quien contrajo nupcias rebeldes.
Muchas fueron las voces calladas por el régimen
hegemónico del PRI en los años 60 y 70, tantas historias cruentas vividas en
una «democracia», que pareciera más
una dictadura como en Chile y Argentina. Mientras que en los países
sudamericanos hubo muchas voces como Las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo,
en nuestro país se pudo contener el descontento ante los aparatos
gubernamentales y al supuesto estado «democrático»
mexicano.
Por último la realizadora comentó que el documental ha
sido comprado por el Canal Once, pero no lo han transmitido, tal vez por
censura o miedo al develar verdades del partido que vuelve a gobernar México.
Asimismo, cuando se quiso llevar a Nepantla, las autoridades negaron el permiso
de proyectarlo en la plaza popular. «Es
un tema incomodó», señaló Riley.
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