Escrito por OLEP
10 julio 2014
Otra vez, bajo los argumentos de “modernización” y "eficiencia", Peña Nieto, representante en turno de los
intereses de la burguesía, tiene en la mira la privatización de la salud, ha
lanzado la propuesta de reforma al sistema de salud para la creación del
Sistema Nacional de Salud Universal [...]
La administración de Peña Nieto ha anunciado
que se presentará una propuesta de reforma al sistema de salud; como es
costumbre, el gobierno hace alarde de los supuestos beneficios, pero hay que
ver lo que ha pasado con las reformas energética, fiscal, educativa y laboral
para darnos cuenta que el gobierno aprueba las reformas con mentiras y engaños
o acaso… ¿has tenido beneficios de la reforma laboral, educativa o fiscal?, ¿ha
bajado el precio de tu recibo de la luz?, ¿ha bajado el precio de la gasolina?
Peña Nieto,
representante en turno de los intereses de la burguesía, tiene en la mira la
privatización de la salud, para ello ha lanzado la propuesta de
reforma al sistema de salud para la creación del Sistema Nacional de Salud
Universal, esto implica la formación de un fondo único para que, supuestamente,
se dé un acceso más amplio a los servicios de salud para toda la población
pero, de fondo, esta reforma estructural está orientada a la entrega de los
recursos públicos para que lleguen a empresas privadas y con ello acelerar la
privatización del IMSS e ISSSTE.
No es casualidad
que desde hace varios meses se ha acentuado en la radio, televisión y medios
impresos la exposición de casos donde se dan a conocer las deficiencias del
sistema de salud, acusando a las instituciones públicas, así como a quienes ahí
laboran, por la mala atención, y por la escasez de insumos y medicamentos; esta
campaña en los medios de comunicación va de la mano con la reforma, pues se pretende
desprestigiar al conjunto de instituciones públicas de salud señalando a los
trabajadores cómo responsables de la mala atención que se
brinda.
La situación en
el IMSS e ISSSTE es resultado de una sistemática política de desmantelamiento
respaldada por los directivos de estas instituciones, así como de los gobiernos
que se han encargado de ir reduciendo el gasto de salud para argumentar una
situación de deficiencias que se pretendan solucionar con la privatización como
forma de mejorar la calidad bajo los argumentos de “modernización” y “eficiencia”.
La pretendida
reforma al sistema de salud favorece la contratación outsourcing,
la subrogación de servicios básicos, las violaciones al contrato colectivo de
trabajo del IMSS y a las condiciones generales de trabajo del ISSSTE, así como
recortes a la planta laboral y pérdida de derechos laborales, esta reforma
va a afectar a los trabajadores del sector salud así como al pueblo en general.
Sabemos las
dificultades que existen para llevar adelante procesos de organización de los
trabajadores de la salud en el IMSS y en el ISSTE: la represión laboral,
amenazas, hostigamiento, así como la desafortunada situación de los sindicatos cuyas
dirigencias no representan los intereses de la base trabajadora
y de hecho, aunque simulen que tienen vida
democrática, usan sus puestos burocráticos en el sindicato como trampolines
políticos para intereses personales.
Unidos tenemos
que demostrar que esta reforma está ligada a toda una política neoliberal que
sólo beneficia a la clase burguesa, es necesario sacudir entre los compañeros
trabajadores ese desinterés presente que muchas veces se identifican con el
dicho: “mientras no me afecte a mí, el
mundo puede seguir rodando”.
En esta lucha en
defensa de la salud tenemos que ubicar quiénes son los aliados del pueblo.
Empecemos por ver en quiénes no hay que confiar. Aunque parezca obvio, no
podemos tener ni una pizca de confianza en los representantes de la burguesía
que se agrupan en los partidos del PRI, PAN y PRD que han sido cómplices para
la aprobación de las pasadas reformas que han profundizado el neoliberalismo,
ni tampoco en sus partidos satélites.
Quienes son los
aliados son los mismos trabajadores del sector salud. Desde el intendente,
enfermera, enfermero, asistentes médicos, camilleros, técnicos, operadores de
ambulancia, ayudantes generales, secretarias, médicos, etcétera, por eso es
necesario romper con el sectarismo que nos mantiene divididos, pues todos
padecemos de lo mismo en distintas formas.
Para defender la
salud es importante tener en cuenta que la labor que tenemos que realizar es en
varios frentes, con nuestros compañeros de trabajo, en las reuniones
sindicales, con los derechohabientes, así como ligar la lucha con otros sectores
que aspiran a ser parte de la planta laboral como estudiantes de medicina,
psicología, enfermería de la UNAM, IPN, UAM y otras instituciones de educación.
Usa este periódico como
educador popular que permita conocer otras luchas, otras
demandas y una perspectiva de lucha firme y honesta que cuestiona al sistema
capitalista neoliberal como origen de la situación de desigualdad e injusticias
en la que nos encontramos los proletarios.
Impulsemos la
formación de comités en defensa de la salud que se realicen actividades de
información, comunicación, agitación y propaganda con los aliados del pueblo.
Comparte este periódico con tus compañeros para hacer de éste nuestra
herramienta de organización, ponte en contacto con nosotros para que nos
organicemos.
NOTA: Este artículo fue publicado en la sección SALUD del No. 1 de FRAGUA,
órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP),
en circulación desde el 25 de mayo de 2014.
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