Fuente: sursiendo.com
@Sursiendo
Sursiendo hilos sueltos
26-07-2014
El título de este post, parafraseando al
movimiento zapatista, es para iniciar una breve defensa de la cultura libre,
que está más viva que nunca y creciendo, aunque hay que seguir luchando por
ella.
Este
texto viene como amistosa respuesta al de David García Aristegui, titulado La muerte de la cultura libre (no
necesitamos licencias, necesitamos sindicatos), en referencia a una charla que
ofreció en la II Universidad Popular de Verano | Campus de Cebada, en Madrid (Video),
que desde la provocación sobre el tema, aborda problemas que nos conciernen a
quienes estamos en esto, y nos sirve para seguir replanteándonos el presente y
el futuro de la cultura libre.
En
SurSiendo seguimos revisando las preguntas que nos hacíamos hace casi dos años
sobre este tema: ¿Gutenberg agoniza? ¿Qué es crear? ¿Conocimiento como
Propiedad privada? ¿Qué remuneración? No tenemos las respuestas, pero seguimos
pensando y practicando la cultura libre, apostando por el conocimiento
compartido y creyendo en la creación colectiva.
Como
decíamos ya en ese texto: el aprendizaje no es jerárquico (no hay profesores
que enseñan y alumnos que aprenden), no va de arriba abajo sino de abajo
arriba, es mutable, es colectivo, es una cultura libre que define otra
arquitectura de participación; el conocimiento se organiza en las redes
sociales que son comunidades no jerárquicas que se organizan en red y se
intercomunican permanentemente. No hay un objeto sagrado e inmutable llamado “conocimiento”. De alguna manera vuelve
a los fundamentos de la cultura anterior a Gutenberg, aunque pretende
reescribirla y hacerla nueva.
El
texto de García Aristegui basa su argumentación en que la cultura libre no ha
servido para acabar con la precarización de las y los trabajadores culturales y
que no ha establecido una fórmula para evitar que los grandes medios e
industrias pirateen el trabajo de quien lo hace desde las licencias libres. No
pensamos que la cultura libre sea la solución mágica a todo esto, y sí pensamos
que también en trabajos desde la cultura privativa ha pasado, pasa y seguirá
pasando esto mismo. La cultura libre es una opción política y ética para patear
el tablero de juego capitalista e ir creando otra forma de producir, crear,
difundir, consumir… Pero mientras, estamos muchas personas, colectivos y
organizaciones con un pie en el sistema capitalista y con el otro tanteando
posibilidades para salirnos definitivamente. Cada vez más gente.
Pensamos
que García Aristegui se circunscribe en el contexto del estado español, ya que
en los países latinoamericanos las crisis, el neoliberalismo a ultranza, el
buscarse-la-vida, el despojo se sufre desde hace mucho. Y sí que la cultura
libre es una forma de encontrarnos y organizarnos, cada quien como crea más
conveniente: cooperativas, colectivos, organizaciones, movimientos… para evitar
que se privatice aún más el conocimiento e ir probando en la construcción de
otros mundos, otras economías. Porque además, la cultura libre tiene mucho que
ver con el software libre, con las licencias libres, con el P2P, con el dominio
público, con Internet, o con la comunicación. Pero también tiene mucho que ver
con el extractivismo y el neoextractivismo y la defensa de la tierra y el
territorio, con las semillas, con las plantas medicinales, con las ciudades,
con las migraciones y el tercer cercamiento capitalista, con los feminismos,
incluso con el amor. O al menos, eso pensamos en SurSiendo.
La
cultura libre trasciende fronteras, como bien saben también los pueblos
indígenas o los hackers, trasciende generaciones, géneros, etnias, sexos; y
vive en este momento de crisis social, política, ecológica, y de paradigmas. El
viejo mundo está muriendo, otro está naciendo y ponemos sobre la mesa que la
cultura libre está muy viva, quizás quien esté muriendo es el concepto de autor
y muchas instituciones modernas. Sin volver al pasado pre-moderno, sí
necesitamos re-aprender cómo hacían los pueblos originarios, las
colectivizaciones, las comunas, las relaciones con las demás personas y el
entorno, sumando todo lo que hemos aprendido y descubierto en los últimos tres
siglos. Es un gran salto adelante, necesario para humanizarnos de nuevo,
salirnos de las lógicas privatizadoras. Y porque sabemos que la cultura se
defiende compartiendo.
Las
gentes que defendemos, creamos, fomentamos, luchamos por la cultura libre, como
dice Bianca Racioppe (recomendamos su tesis), “proponen otra manera de pensar la producción artística; pero también
de pensar la construcción del conocimiento”. Añadimos: otra manera de pensar el mundo, poniéndonos manos a la obra.
Más información:
-Documentales de una nueva era: crear,
liberar y compartir -Libros comunes y libres: 5 recomendaciones
-¿Qué
es el contenido libre?
-¿Qué
es la cultura libre? de nodoequis.
-Cultura
Libre, en Ártica.
-Textoteca
Libre, de ColaborativoMx
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