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1. Los
zapatistas de la Sexta, de la Otra Campaña o del EZLN, como se les
quiera llamar, son la izquierda mejor coordinada de los diferentes grupos de la
oposición radical en México. Por el hecho de ser anticapitalistas,
antiimperialistas, no electoralistas y estar muy metidos en la lucha social de
los trabajadores, son para mí (junto a la dirigencia de la CNTE) la izquierda
más confiable de las que están en la batalla en las calles. Pienso que (como
todos) ha cometido algunos errores, sobre todo después de 2002 –cuando bajó su
participación, particularmente en 2006 con su in entendible “otra campaña”- pero al parecer el apoyo
indígena a la causa zapatista ha aumentado y muchos cientos de jóvenes
proletarios se han sumado a sus luchas en muchos pueblos y ciudades del
país.
2. En México –lo he
escrito otras veces- no ha sido nada fácil levantar un movimiento claramente de
izquierda anticapitalista. Es fácil cuando se puede demostrar el carácter
ampliamente fascista, militarista, despótico del gobierno y la clase dominante
frente al pueblo. Pero en un país con una revolución mexicana, una reforma
agraria cardenista, gobiernos que han decretado leyes protectoras de muchos
tipos y que durante algún tiempo se han autonombrados como antiimperialistas o nacionalistas, muchos se van fácilmente con la
finta o engaño de progresismo. Ese
tipo de engaños han servido para que las izquierdas
oportunistas se transformen en socialdemócratas buscando hacer cambios “desde adentro” y cobrando de paso
buenas compensaciones.
3. Cuando hablo de la
izquierda en México no me refiero a la socialdemocracia o centroizquierda,
mucho menos a los que andan confiando, negociando o esperanzándose en las
políticas de gobierno, de Estado o definitivamente imperialistas. En México
existe una izquierda anticapitalista (como debería ser), muy dispersa en poco
más de 100 grupos que no votan porque tienen la convicción en que los procesos
electorales sólo sirven para renovar o modernizar el sistema de explotación
capitalista. Sin embargo, aunque dispersos se mueven en protestas sociales en
diferentes partes de la República, en su interior participan muchos
simpatizantes del zapatismo agrupados en la Sexta. La policía política los
vigila y reprime de manera permanente.
4. El zapatismo ha crecido
en las ciudades con centenares de jóvenes estudiantes y desempleados que
identifican a los partidos políticos registrados como parte del gobierno que es
el que les otorga muchos millones del presupuesto del Estado. Parece haberse
ubicado como la única alternativa antielectoral y oposición radical sobre todo
en los tiempos en que se denuncia que los partidos como el PRI, PAN y PRD son
exactamente lo mismo. Durante varios años, sobre todo coincidiendo con los dos
gobiernos panistas, se pensó que el zapatismo había desaparecido y que su líder
no estaba en la selva. Yo ante chismes y acusaciones pensaba en lo difícil que
es crear ideas correctas y novedosas que recobraran el papel del zapatismo, tal
como puede verse hoy los Caracoles.
5. Hoy (me da un enorme gusto)
han circulado una invitación a “La
primera asamblea de trabajadores rumbo a un Primero de Mayo Independiente,
Clasista y Anticapitalista”. He recibido también desde hace varios años,
periódicos que han creado e influyen en varias publicaciones impresas que se
distribuyen en los pueblos y se dan a conocer por Internet. La realidad es que
a pesar de no ser adherente de la Sexta zapatista –aunque sí militante durante
más de cinco décadas de la izquierda- he sido muy cercano a esta corriente. Los
compañeros, además de mantenerme informado de acciones abiertas y públicas me
han dejado participar –con derecho a voz- en muchas de sus asambleas, y lo he
hecho con profundo respeto.
6. Aunque con muchas
dificultades y al filo de la represión que han sufrido por sus posiciones
anticapitalistas, las actividades que realizan en la Casa De Todos y Todas en la ciudad de México; los círculos de
estudio, “escuelitas” y conferencias,
la investigaciones y videos que hacen para rescatar su historia (como la de
Nepantla), pero sobre todo las experiencias autogestivas que están aportando
con las Juntas del Buen Gobierno de los Caracoles –aunque para mi sean ensayos
(no verdades definitivas) que tienen que repetirse para extenderse- son una
muestra de que las cosas que están construyendo con apoyos solidarios y
personales. Por ello auguro un buen avance en la Primera Asamblea de
Trabajadores.
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