por Lorena Aguilar Aguilar
Domingo, 24 de noviembre de 2013
Neyda Pat Dzul es profesora yucateca de nivel primaria dentro del
sistema de educación indígena, hasta hace unas semanas laboraba en la primaria
“Eligio Ancona” del municipio de Ticul, Yucatán. Ella decidió formar parte de
la lucha magisterial, ya que tomó conciencia de que la llamada Reforma
Educativa es en realidad una reforma laboral que atenta contra los derechos
laborales de las y los docentes de México.
Como parte del Comité Único de
Lucha Magisterial de Yucatán (CULMY), acudió el día 5 de noviembre de 2013 a la
Comisión Única de Negociación con el Gobierno Federal, en la Ciudad de México, en la cual participan estados
que representa la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Para poder asistir, Pat Dzul le pidió permiso a su directora, la profesora
Margarita Carrillo Chablé, quien por principio no se opuso, el procedimiento
que Pat Dzul siguió fue el de “usos y
costumbres” que avala el sistema indígena. Incluso el director de dicho
sistema, Santiago Arellano Tuz, estuvo de acuerdo. La única condición fue que
debía buscar un suplente.
El día 13 de noviembre, cuando
se reincorpora a sus labores, Carrillo Chablé le entregó a Pat Dzul el Acta de
Abandono con lo cual fue separada de su puesto como profesora con plaza. En ese
momento le piden que abandone el grupo, sin embargo, Pat Dzul contestó que no
podía dejar solos a los alumnos ya que son niños de primer grado de primaria.
Al día siguiente se presentó a trabajar y nuevamente le pidieron que
abandone el grupo, y ese mismo día le indicaron que si vuelve a presentarse en
la escuela llamarían a la fuerza pública para desalojarla, ya que quedaba fuera
del sistema de educación, es decir, le revocaron la plaza.
Ante esta situación, buscó el
diálogo con Arellano Tuz pero no encontró respuesta favorable, por su parte la
Sección 33 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para el cual
cotiza Pat Dzul, tampoco ha dado una respuesta.
A raíz de este despido
arbitrario, se iniciaron movilizaciones en solidaridad con Pat Dzul. El
miércoles 20 de noviembre se realizó un plantón frente a Palacio de
Gobierno donde no solo estuvieron presentes maestros y maestras del CULMY, sino
también otras organizaciones como la de Jubilados y Pensionados de
Yucatán. En este plantón pidió diálogo con el gobierno pero la única
respuesta que obtuvo fue que la ley se había aplicado.
El pasado viernes 22 de
noviembre, se organizó otro plantón pero en las oficinas de la Secretaría de
Educación Pública. Pat Dzul acudió respaldada por cientos de docentes buscando
de nueva cuenta el diálogo; después de varias horas le dicen que podía ingresar
al edificio de la SEP, pero cuando intentó entrar fue acorralada por 6 guardias
e incluso fue agredida físicamente por uno de ellos.
Ese mismo día el plantón se
instaló frente al Palacio de Gobierno, donde armaron un campamento donde
pasaron la noche del viernes 22 y sábado 23. En este campamento se sumaron
profesores y profesoras de Campeche y Quintana Roo para respaldar a Pat Dzul y
para reafirmar la unidad como península. Desde que se instaló el campamento,
empezó el despliegue policiaco y la presencia de las llamadas “orejas” del
gobierno. Incluso, el sábado 23, se dieron varias alertas de desalojo y
un convoy con 7 vehículos repletos de granaderos dieron vueltas alrededor del
campamento, el cual en todo momento fue pacífico, en actitud intimidatoria.
Desde el primer momento del
campamento, Pat Dzul buscó el diálogo con el gobierno, la recibieron la noche del
22 sin que hubiera respuesta concreta y el día 23 no la quisieron recibir a
pesar de que varias veces pidió dialogar.
Castigada por ser mujer indígena que se
atrevió a luchar
Neyda Pat Dzul se asume así misma como mujer maya, por lo que ella
considera que este golpe que recibió se debe no solo a que se atrevió a luchar
contra la reforma educativa, sino también por ser una mujer indígena. De
acuerdo a sus palabras “es una lucha de
género”, la castigan por no ser pasiva y obediente, como se supone deben ser
las mujeres de acuerdo al
sistema patriarcal.
Como mujer trabajadora, Pat
Dzul tiene a su cargo la manutención de sus 3 hijas y de su mamá. Ella le ha
explicado a sus hijas, que como mujer es su deber luchar por lo que es
correcto, que deben seguir adelante a pesar de represión que puedan sufrir, que
tienen que luchar por sus ideales y por un país libre.
Pat Dzul considera que las mujeres trabajadoras deben estar
unidad en la defensa de sus derechos, y que tienen la capacidad de
desenvolverse en cualquier ámbito de la vida pública.
En este momento, Pat Dzul está
decidida a seguir luchando por la reinstalación en su puesto de trabajo y la
recuperación de sus derechos laborales y por demostrar que la lucha magisterial
es la correcta.
Pat Dzul también considera que
las reformas estructurales de la Presidencia y el Pacto por México representan un retroceso en los
derechos humanos más básicos de las y los mexicanos, y por lo tanto la
ciudadanía debe estar unida para poder defenderse.
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