ALAI, América Latina en Movimiento
Chile, 2013-09-17
Chile, 2013-09-17
¿Se podrá cerrar el caso judicial a un
trauma social de 17 años de dictadura con unas cuantas cabezas de turco?
Por todas esas miradas perdidas en esos sombríos
camerinos del Estadio Nacional de Chile, convertidos por entonces en mazmorras
de exterminio humano, no se puede dar vuelta la página de la historia simulando
que allá no pasó nada, por esas silentes miradas de compañeros obreros,
universitarios y académicos que exhalaron su último aliento en manos de la
barbarie fascista de tradición prusiana, que puso en vilo a Chile en casi dos
décadas de libertades conculcadas, por esos presos torturados que nunca más
volvieron a ver la luz del día, se tiene que hacer justicia, sólo así se podrá
cerrar aquella herida que aún está abierta en la memoria colectiva de Chile.
¿Será posible que se pueda hablar de democracia y
libertades sin tomar en cuenta a la anhelada justicia que reclama el pueblo y
los familiares por sus seres torturados y asesinados?, ¿se podrá hablar de
justicia cuando se da por cerrado el proceso histórico y simbólico por el
asesinato del cantautor Víctor Jara y hallar como única cabeza de turco al
teniente coronel en retiro Mario Manríquez Bravo, ex jefe y responsable
por entonces del Estadio Nacional de Chile?, ¿dónde están los demás altos oficiales
del Ejército vinculados al crimen?, ¿será posible que esa diosa Themis recupere
la balanza y haga justicia al trauma de 17 años de dictadura militar?, ¿se
podrá sancionar a los autores materiales e intelectuales que segaron la vida de
más de 3.000 ciudadanos, torturaron a 28.000 y provocaron una diáspora de
chilenos que sobrepasaron los 200.000?
Víctor Jara, intuyendo su desenlace fatal nos
legó ese testimonio de denuncia en su última poesía escrita en prisión antes de
que fueran cercenadas sus manos creadoras por esos abominables bárbaros de
uniforme que después de torturarlo perforaron su cuerpo a bocajarro ese 16 de
septiembre del 1973. Tres días después encontraron su cuerpo entre matorrales
cerca al Cementerio Metropolitano, pensando los ilusos que sólo así todo
acabaría. Aquella poesía que pasó mimetizada de mano en mano entre los
compañeros de infortunio, pudo al fin salir para que el mundo conociera la
verdadera cara del fascismo:
"(…) Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
uno saltó al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte. (…)
Ese es el verdadero rostro del fascismo que
reaparece en cualquier tiempo y dimensión geográfica, ese aspecto demente que
advirtiera Víctor Jara rasgaba las fibras más íntimas del pueblo boliviano años
después, cuando el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz y el padre Luis
Espinal Camps corrían la misma suerte en manos de sus torturadores antes de ser
victimados. Llama a la reflexión que hasta ahora no se puede desclasificar
los archivos de la dictadura de entonces para dar con el cadáver de Quiroga
Santa Cruz, una tarea pendiente del Estado Plurinacional.
Así como en Santiago utilizaban
el estadio deportivo como campo de concentración para asesinar hombres nobles,
en las calles de La Paz utilizaban las ambulancias de socorro para transportar
presos con dirección desconocida. En Chile tienen ahora a un único culpable
entre rejas, el teniente coronel en retiro Mario Manríquez Bravo y en el caso
boliviano se cubre todo ese pasaje oprobioso del fascismo boliviano con dos
reos rematados, pues Luis García Meza y Luis Arce Gómez son sólo la punta
de aquel témpano infamante porque muchos culpables de aquel espanto siguen
libres.
Para cerrar las heridas del
pueblo no sólo es insuficiente cambiar el nombre del Estadio de Chile por el de
Víctor Jara, sino que ese clamor de justicia debe de ser interpretado en su
justa dimensión por un pueblo que, a través de la justicia, llegue
a los autores materiales e intelectuales para recuperar el crédito del derecho
de vivir en paz, y para que esa herida de aquella barbarie descomunal,
aún abierta, recién empiece a cicatrizar.
En este carrusel de la vida habrá
que seguir alertas, pues, pese al advenimiento de los cambios
democráticos en el continente, el fascismo sigue soberbio mostrando sus fauces
y malas intenciones, agitando, con todo desparpajo, sus esvásticas
y sus garrotes en plena democracia.
“(…) ¡Canto que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto!
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto (…)
Víctor Jara Septiembre
1973.
Chile se manifiesta formalmente y le pide al
presidente Sebastián Piñera que el autor material y confeso, Pedro Pablo
Barrientos sea extraditado a Chile para ser también juzgado por los delitos de
lesa humanidad cometidos contra Víctor Jara, torturado y brutalmente
asesinado por Barrientos en los camarines del Estadio Nacional de Chile,
personaje que actualmente se encuentra paseándose libremente por las calles de
Florida en Estados Unidos, país que cobija a todos los chacales
que humillaron el continente.
Víctor Jara, pese a su
ausencia física, sigue vivo en cada ruiseñor que le gorjea a la vida, en
cada corazón rebelde que siente las injusticias y le canta las verdades no sólo
como denuncia y protesta sino también como propuesta para alcanzar el bien común.
Víctor Jara - 2001 - 1959-1969-[Antología]-[Disco completo]
Esta antología doble recoge por primera vez algunos temas
en estéreo que originalmente habían aparecido en monofónico. Por primera vez
aparecen las canciones "Anduve"
y una versión primeriza de "El
pimiento".
Lista de temas:
1. Caminando, caminando (Víctor Jara)
2. ¿Quién mató a Carmencita? (Víctor Jara)
3. Drume Negrito (Eliseo Grenet)
4. Palomita verte quiero (Víctor Jara)
5. Canción del árbol del olvido (Fernán Silva Valdés - Alberto Ginastera)
6. Qué alegres son las obreras (folklore argentino)
7. El aparecido (Víctor Jara)
8. Doña María le ruego (Violeta Parra)
9. El cigarrito (V. Jara - D. Cortés)
10. Hush-a-bye (Peter Yarrow - Paul Stockey)
11. Lamento borincano (Rafael Hernández)
12. El pimiento (Víctor Jara)
13. Gira gira girasol (Víctor Jara)
14. Canción de cuna para un niño vago (Víctor Jara)
15. En algun lugar del puerto (Víctor Jara)
16. El lazo (Víctor Jara)
17. Caramba durmiendo (folklore chileno)
18. El amor es un camino que de repente aparece (Víctor Jara)
19. La flor que anda de mano en mano (folklore chileno)
20. Romance del enamorado y la muerte (anónimo español-Víctor Jara)
1. Caminando, caminando (Víctor Jara)
2. ¿Quién mató a Carmencita? (Víctor Jara)
3. Drume Negrito (Eliseo Grenet)
4. Palomita verte quiero (Víctor Jara)
5. Canción del árbol del olvido (Fernán Silva Valdés - Alberto Ginastera)
6. Qué alegres son las obreras (folklore argentino)
7. El aparecido (Víctor Jara)
8. Doña María le ruego (Violeta Parra)
9. El cigarrito (V. Jara - D. Cortés)
10. Hush-a-bye (Peter Yarrow - Paul Stockey)
11. Lamento borincano (Rafael Hernández)
12. El pimiento (Víctor Jara)
13. Gira gira girasol (Víctor Jara)
14. Canción de cuna para un niño vago (Víctor Jara)
15. En algun lugar del puerto (Víctor Jara)
16. El lazo (Víctor Jara)
17. Caramba durmiendo (folklore chileno)
18. El amor es un camino que de repente aparece (Víctor Jara)
19. La flor que anda de mano en mano (folklore chileno)
20. Romance del enamorado y la muerte (anónimo español-Víctor Jara)
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