por
Ricardo Mendoza
Miércoles,
11 de septiembre de 2013
No sorprende que un gobierno priísta opere cual vil dictadura, torturas
y asesinatos fueron durante 71 años habituales en la cimentación de su “paz social”, paz de muertos para
quienes desde la izquierda nunca dejaron de pelear.
Tampoco sorprende que la
transición mexicana a la democracia fuese solo un slogan para que las masas se
creyeran que de verdad algo cambiaba, cambiaba el administrador, es decir el
partido político, más no, la forma de gobernar, ni los continuos intentos de
sacar adelante las reformas que con tanto ahínco ha promovido y promueve la
burguesía nacional.
A partir del 2000 Acción
Nacional profundizó y dio continuidad a una estrategia cuyos frutos vemos hoy,
en el marco de las movilizaciones magisteriales, la criminalización desde los
medios de comunicación, es decir insistir en los supuestos efectos negativos de
huelgas, marchas, paros y plantones, dar cobertura a estas pero sin
mencionar sus demandas, ni ahondar en sus causas.
12 años después saltan a la
vista los resultados, amplios sectores explotados, no solo aplauden las
reformas que hipotecan su futuro y arrebatan sus derechos fundamentales, sino
que incluso suman sus voces a los llamados a reprimir al único sector que se ha
mostrado capaz de movilizarse y oponerse.
La situación del país
pareciera resultar la ideal para implementar este nuevo paquete de
contrarreformas, luego de años de constante propaganda negativa en prensa
escrita, radio y televisión el rechazo a todo tipo de movilizaciones es
patente, incluso en quienes jamás en su vida se han encontrado con una marcha o
bloqueo.
En un escenario inédito en
años, la burguesía nacional ha conseguido conciliar sus intereses (baste
mencionar el acuerdo entre Azcárraga y Slim para sacar adelante la Reforma a
Telecomunicaciones) y toda ella se encuentra impulsando todas y cada una de las
reformas, consecuentemente los principales partidos políticos (salvo
excepciones en el PT, Movimiento Ciudadano y un cada vez más pequeño sector del
PRD), forman filas en el Pacto por México, e impulsan en bloque la
aprobación de las mismas.
La aprobación de la Reforma
Laboral mostró a todos los interesados la nula combatividad de la clase
trabajadora en general, ya sea su cooptación por las organizaciones
oficialistas, o la inmovilidad de los autonombrados independientes, aunado al
cada vez mayor número de trabajadores sumidos en la eventualidad, la
informalidad o la subcontratación.
El escenario de quienes se
opondrían al paquete de reformas parecía reducirse, bien a las protestas de lo
que queda del Movimiento 132 o el pacifismo a ultranza de López Obrador,
actualmente ocupado en organizar a MORENA como partido político y poder pelear,
¿por curules?, ¿por su parte del presupuesto?, ¿o nos creemos todavía el cuento
de la transformación pacífica del país por la vía electoral?
Seguramente también habrán
tomado en cuenta el accionar de los colectivos anarquistas, que por supuesto
contribuyen a la agitación social, su combatividad y coraje no están en duda,
pero también es incuestionable que la espontaneidad de los enfrentamientos con
las fuerzas de seguridad no resultan, ni resultarán suficientes para conducir,
ya no digamos a un clima favorable a la revolución social, sino a detener o
echar abajo las reformas, la acción directa por sí sola es fácilmente
contenible por las fuerzas represoras del estado mexicano, favorece la infiltración
y en cierto modo terminó por justificar el llamado, Nuevo Protocolo de Actuación Policial Frente a Multitudes, en el
D.F.
El encarcelamiento de Elba
Esther Gordillo y la imposición del títere Juan Díaz de la Torre como nuevo líder del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, parecían consolidar el escenario que seguramente
preveían, sería el único capaz de causar ciertos problemas, la combatividad del
magisterio disidente agrupado en la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación) es bien conocida, como también lo es su tradicional actuar
fraccional, así como la mínima influencia fuera de sus bastiones tradicionales.
Sin embargo rápidamente quedó
claro que es el magisterio disidente el único gremio con capacidad de
organización y movilización, en torno suyo ha podido congregar los apoyos de la
auténtica izquierda mexicana y de un amplio sector de la población que ha
conseguido ponerse fuera del área de influencia de los medios
pro-gubernamentales, su ejemplo ha servido para activar nuevas disidencias y
ampliar el mapa de movilizaciones a estados donde el aparato caciquil del SNTE
parecía bien establecido.
El odio de clase que expresa
la burguesía, a través de su campaña mediática de linchamiento hacia el único
sector de trabajadores que se ha mostrado capaz de articular una movilización
exitosa, demuestra la vigencia de la lucha de clases, quienes proclaman la
defunción del ideario marxista, demuestran con hechos lo contrario, el paquete
de reformas es un paquete para el beneficio de una clase social en detrimento
de otra.
La clase política toda contribuye
a la denostación de la lucha que encabeza el magisterio, desde el “izquierdista” PRD, cuya corriente Nueva
Izquierda “Los Chuchos” ahonda en su
papel de lacayos, aplaudiendo todas las iniciativas provenientes del Pacto por México,
gobernadores como Graco Ramírez que se suma al llamado para que la fuerza
pública ponga un alto a las movilizaciones en la Ciudad de México, cuyo gobierno, supuestamente
también de “izquierda”, pone su
granito de arena al clima de linchamiento cerrando estaciones del metro,
paradas del metrobus y calles en donde no se realiza bloqueo alguno.
La competencia derechista por
ser la comparsa favorita del PRI, Acción Nacional, fiel a su origen
filo-fascista deja mostrar sin pudor alguno su odio clasista y racista hacia
los profesores de origen humilde e indígena, ridículamente los acusa de
secuestro de calles, edificios y plazas públicas (como si estas pudieran ser
objeto de rapto cual peli de ciencia ficción Made in Hollywood), sin el menor
recato llaman al uso de la fuerza pública para desalojarlos.
Porque el primer triunfo de
esta jornada de lucha social ha sido impedir que Peña Nieto planteara el IVA
general a alimentos y medicinas en su propuesta de Reforma Hacendaria, pese a
la aparente furibunda respuesta empresarial y panista, y el oportunista festejo
de la cúpula perredista, la burguesía mexicana y su clase política han evaluado
el escenario de crispación social y han tenido que recular al menos en este
punto y presentar una Reforma Hacendaria
light.
Los primeros resultados de
estas jornadas de lucha son exitosos, pese a la aprobación de la Reforma
Educativa y su publicación, impedir gravar con IVA a alimentos y medicinas es
una victoria que el magisterio disidente obsequia a todos los mexicanos,
incluyendo a quienes a través de redes sociales exigen su desalojo cueste lo
que cueste, y además, si la dirección de la CNTE no recula, bien podrían
expandir su influencia entre quienes desde las filas oficialistas se han sumado
a la rebelión magisterial.
Tampoco es menor la
resistencia que muestran frente a la campaña mediática que promueve su
linchamiento, los “radicales”
oaxaqueños, núcleo y soporte principal de estas jornadas resisten estoicamente
pese a las notas que a diario denostan su trabajo.
¡Apoyo
total al Paro Cívico Nacional!
¡Apoyo
total a la CNTE!
¡Frente
al linchamiento mediático apoyo total al magisterio oaxaqueño!
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