Campaña contra la Represión Política y la Tortura Sexual. Construyamos herramientas para anular estas estrategias
Reflexionemos
juntas y juntos sobre las finalidades de la Represión Política y la Tortura Sexual como mecanismos de control
social. Construyamos en comunidad herramientas que nos permitan anular estas
estrategias.
Somos mujeres que fuimos aprehendidas en los operativos de control de
población en Texcoco y San Salvado Atenco, el 3 y 4 de mayo de 2006
respectivamente, sobrevivimos la tortura de carácter sexual y físico,
vejaciones, posturas obligadas por tiempos prolongados y la cárcel. Desde el
verano de 2008, apostamos a trabajar en la visibilización de las finalidades de
la represión y abordar de forma franca y abierta la utilización de la tortura
sexual como instrumento de control social perpetrado por cuerpos
policiacos y militares en México. Nos conformamos en un esfuerzo llamado: “Campaña
contra la represión política y la tortura sexual”.
Hemos querido emprender este trabajo a
partir de nuestro propio testimonio, consideramos que es una forma de abordar
nuestro propio proceso de reparación, además de contribuir con nuestras
reflexiones a poner de manifiesto las razones y comportamientos del Estado y
sus mecanismos represivos.
La represión política tiene finalidades muy
concretas que se pueden traducir expresamente en la desarticulación mediante el
horror de toda organización que suponga contraposición a los intereses del
Estado y el poder económico. El objetivo principal radica en imposibilitar
a las personas para identificar las razones que persigue la represión,
anulando así la capacidad de defensa y afrontamiento.
La cárcel política, la tortura, la
desaparición forzada, la tortura sexual, etc., son mecanismos represivos que
serán utilizados según convenga al Poder, no reparará en construir elaboradas
estrategias a conveniencia dependiendo del efecto que quiere lograr.
ESTIGMA
Nosotras, las violadas, las
mentirosas, las revoltosas, las pobrecitas,
las víctimas.
Los
perpetradores nos asignaron un sitio, nos exhibieron, hicieron público lo que
solo a nosotras pertenece.
Nos
descolocamos, no somos víctimas, no pretendemos ser heroínas, solo somos mujeres
que continúan con su vida e ideales.
LA CULPA
Con hebra gruesa zurcimos
los trozos que fuimos.
Tras unir las piezas descubrimos que muy dentro seguía la culpa virulenta carcomiendo nuestro ser.
Mil veces descosimos
nuestras propias puntadas, no admitimos la culpa la transformamos en
responsabilidad dirigida a los torturadores.Tras unir las piezas descubrimos que muy dentro seguía la culpa virulenta carcomiendo nuestro ser.
EL MIEDO
Ellos son monstruos, nos
decían.
¿Cómo vencemos
al monstruo?
Desenmascarándolo.
Él,
el torturador encarna el mecanismo de control social. Es un agente
del Estado, entrenado para romper personas y procesos colectivos.
Frente
al horror hicimos consciente nuestro miedo dejamos de percibirlo como una
debilidad y lo transformamos en motor para construir estrategias de
afrontamiento.
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