Rebelión, 18-04-2013
Es un día emotivo y doloroso.
Las banderas palestinas se multiplicaron con las banderas de los distintos
movimientos de la resistencia popular con fotos de cientos de secuestrados
palestinos que languidecen en las cárceles, entre otras, la de Ofer en Ramallah
y el campo de concentración de Keziot, en el desierto del Neguev, territorio
palestino ocupado en 1948, conocido como ‘Ansar
3’ y bautizado por los presos palestinos ‘campo de la muerte lenta’. Para el ex detenido Sami Abu Samhadana,
“Ansar es peor que Guantánamo”.
En el reciente informe del Centro de Derechos
Humanos ADALA, actualmente hay 4804 presos, 34 son mujeres, 270 niños menores
de 15 años, además de 21 diputados de Hamas y el diputado de Fatah, Marwan
Barghutti. Según ADALA, 546 palestinos fueron condenados con leyes israelíes a
cadena perpetua y 1224 están bajo ‘prisión administrativa’ renovable cada 6
meses sin juicio y condena. El resto, 3034 se encuentran aislados sin derecho a
tener asistencia legal y obligados en muchos casos a firmar acusaciones en su
contra en lengua hebrea.
Israel no posee Constitución ni fronteras
fijadas ante la ONU y se gobierna por 'Leyes Fundamentales' que no ofrecen
garantías a los derechos humanos. Desde la ocupación sionista de 1967 más de un
millón de palestinos probaron las amargas cárceles israelíes. Expuestos a la ‘Ley de Tortura’, aprobada por el
parlamento, sufrieron tortuosas torturas físicas y psíquicas, como por ejemplo,
la inyección con sangre infectada de Sida, bombas de gas y cortes de
electricidad en las celdas, largas horas atados en posición fija, confiscación
de sus bienes, prohibición de visitas familiares, humillaciones diarias y
continuas amenazas de muerte. Denunciado persistentemente por la organización
israelí de derechos humanos B’tselem, entre otras.
Si bien la Ley fue cuestionada y condenada por
los organismos de derechos humanos, la potencia ocupante ignoró los reclamos y
violó todas las leyes jurídicas internacionales y los artículos de la IV
Convención de Ginebra, esencialmente su artículo 147 que califica: “La matanza intencionada, la tortura y el
tratamiento inhumano… graves violaciones de la norma, siendo todas estas
prácticas consideradas crímenes de guerra”.
Fuentes del Ministerio de Asuntos de
Prisioneros, señaló que “203 presos
palestinos han fallecido dentro de las cárceles israelíes. 71 presos han muerto
por torturas, 51 por falta de atención médica, 74 asesinados luego de ser
detenidos y antes de ingresar a las cárceles y otros 7 fueron muertos por
disparos dentro de sus celdas de detención”.
Sacudiendo
la conciencia
Actualmente
la potencia carcelaria israelí con total desprecio por la vida palestina en sus
27 cárceles, campos de detención y centros interrogatorios, el pasado 23 de
febrero, torturó hasta su muerte al preso Ahmad Jaradat (30) y dejó morir por
no prestar atención médica al detenido Maysara Abu Hamdyeh (64). Mientras,
mantienen lidiando con su propia muerte a 4 presos palestinos en huelga de
hambre, Samer Issawi (33), desde el 1/8/2012; Tareq Qa’adam, Ja’afar Ezzeidin y
Youssef Sha’aban, los tres desde el 28/11/2012. Un quinto detenido Ayman
Sharawna (36), a cambio de levantar su huelga de 260 días, fue deportado el 17
de marzo a Gaza por 10 años sin posibilidad de volver a su ciudad de Hebrón en
la Ribera Occidental. La deportación de personas está prohibida por el artículo
49 de la Convención de Ginebra ‘relativa
a la protección de personas civiles en tiempo de guerra’.
El propio líder mártir Yasser Arafat, premio
Nobel de la Paz y presidente democrático, sin respetar sus inmunidades y
derechos, fue privado de su libertad por el régimen israelí de Ariel Sharon, al
ser cercado criminalmente en su Mukata’a (Presidencia) en Ramallah durante 3
años hasta que lo envenenaron en 2004, un crimen aún impune e irresuelto.
Los prisioneros palestinos que soportan con
fortaleza el puño de hierro carcelario sionista son la fiel expresión de un
pueblo que lucha por su dignidad y su libertad en un mundo ciego, mudo y sordo
frente a las atrocidades de la potencia ocupante israelí que sigue gozando de
impunidad y todas las denuncias terminan en los archivos del olvido.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de
Palestina en la Argentina. Fue el premier Representante de la OLP en la
Argentina. Analista internacional sobre la situación de Palestina.
Rebelión ha publicado
este artículo con el permiso del autor mediante una licencia
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