Martes,
19 Marzo 2013
México. DF. Por fin,
al mediodía del miércoles 3 de marzo de 2013, el gobierno local del Distrito
Federal, la Asamblea de Representantes y la Comisión de Derechos Humanos del DF
reconocieron al doctor Enrique Dussel como rector interino de la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Esta es una gran
noticia para el país: lograr que se fuera Esther Orozco Orozco, una
profesionista tramposa, una persona autoritaria, que probablemente llegó a la
UACM con la fuerza que Marcelo Ebrard, anterior Jefe de Gobierno capitalino, le
imprimió para cambiar La Ley de Autonomía y con ello la propuesta de este nuevo
Modelo Educativo.
No pudieron ni
Marcelo Ebrard ni Esther Orozco. El movimiento universitario que se opuso ha
sido más fuerte. Son dos años ya de lucha, costosa como todas; ha habido despedidos,
se cancelaron los sueldos de los Consejeros Universitarios elegidos por la
comunidad, se crearon grupos porriles y golpeadores, se infiltró en el
sindicato a individuos de muy dudosa ética que además se han quedado desde hace
cuatro años con las cuotas sindicales y, sobre todo, en el calor de este
movimiento, los jóvenes han dormido y comido poco y mal. Tomaron edificios
durante casi 7 meses, han sido golpeados por los porros, dos de ellos perdieron
un ojo, el primero en una golpiza artera en el Plantel Cuautepc y el segundo en
la violencia desatada el primero de diciembre de 2012, en la marcha que
apoyaron los Uacemitas para repudiar el gobierno de Peña Nieto.
No es poco el
costo pero es muy grande el triunfo. ¿Cuánto de lo anteriormente dicho podrá
recomponerse con la llegada de Enrique Dussel? Lo veremos y lo escribiremos.
Por ahora expliquemos a qué se debe una lucha tan larga, tan mediatizada, a qué
se debe la importancia que se le da a una universidad que apenas rebasa los 15
mil alumnos.
La Universidad
Autónoma de la Ciudad de México se funda en el año de 2001 y en 2005
adquiere su autonomía con una gran simpatía. No sólo es la Ley de Autonomía más
nueva del país sino que, en su sencillez, tiene cualidades que a la vez la
hacen peligrar frente a los proyectos conservadores del neoliberalismo.
En esa ley se
plasma la coherencia con el artículo tercero constitucional, respecto a que
toda educación que imparta el Estado será pública y gratuita. Así es la UACM y,
como novedad, no contempla siquiera un Reglamento General de Pagos. Nada se
cobra en ella.
Otra
característica es que este modelo se presenta con la idea de no hacer exámenes
de admisión. Se reconoce al sistema educativo que la Secretaría de Educación
Pública certifica, y el egresado de educación media superior se presenta en la
institución con sus certificados, legalmente oficializados y con ello es
candidato a entrar al sorteo que le permitirá su ingreso seguro en el momento
inmediato o en el semestre que sigue, sujeto a las posibilidades de cupo de la
licenciatura a la que aspira.
Todo nuevo
estudiante de la UACM realiza un ciclo de integración que contiene tres campos
de estudio: la matemática, el lenguaje y la oralidad y la identidad uacemita.
Este ciclo de integración que dura mínimo seis meses, le permite al estudiante
iniciar su licenciatura con conocimiento de lo que es el proceso de
enseñanza/aprendizaje.
Como en otras
universidades la nuestra tiene órganos de gobierno autónomos, es decir, que
operan libremente y al interior de la UACM para decidir sobre cómo organizarse,
cómo hacer el trabajo académico y cómo pagar a sus trabajadores. Este último
punto es importante porque es una decisión de los órganos colegiados de la UACM
que el sueldo de los trabajadores en general sea decoroso y suficiente para el
tiempo completo en que ha de dedicarse a la misma. En el caso específico de los
académicos el sueldo es igual para todos, sin parar en méritos ni títulos, se
considera que todos tenemos la obligación de hacer funciones sustantivas,
trabajo en docencia frente a grupo y brindar tutorías y asesorías en cubículo.
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