Pronunciamiento de solidaridad con las mujeres denunciantes del caso Atenco ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos
Han pasado ya siete años de aquellos días 3 y 4 de mayo del 2006, cuando
en las calles de Texcoco y San Salvador Atenco, los tres niveles de gobierno,
junto con las tres principales fuerzas políticas partidistas, y en suma todos
los aparatos del Estado mexicano, desataron toda su violencia y su brutalidad,
a través de sus fuerzas policiales y judiciales, en contra de hombres y
mujeres, que defendían el derecho al trabajo y la solidaridad con los de abajo.
Durante los operativos de estos dos días, resultaron presas 207 personas,
quienes fueron sometidas violentamente, torturadas, física, sexual y
psicológicamente durante el trayecto hacia el penal de Santiaguito y la Palma
y, posteriormente, sometidas a procesos judiciales por años, dentro y fuera de
la cárcel.
En aquellos días la solidaridad de abajo y a la
izquierda se levantó por todo México, desde la dignidad rebelde en el sureste
mexicano, hasta la frontera adolorida al norte del país; se levantó más allá de
nuestras fronteras, a lo largo y ancho del globo. Esa solidaridad, ese dolor y
esa rabia que nace desde abajo nos hacen no olvidar aquellos días, esa
violencia, esa tortura, esa cárcel. No olvidamos la estupidez inherente del
Estado y su violencia, tampoco olvidamos la dignidad que la enfrentó, la
dignidad que se levantó desde esas cárceles. Nosotros, nosotras, desde abajo y
a la izquierda no olvidamos esos días, no olvidamos esa violencia, no olvidamos
esa solidaridad y esa dignidad.
A partir de esos hechos, de esa represión, un
grupo de mujeres que habían sido detenidas y torturadas por el Estado mexicano
en su conjunto, decidieron impulsar denuncias legales en contra éste por la
tortura sexual a la que fueron sometidas. Estas denuncias comenzaron en ámbitos
nacionales, donde, como era de esperarse, encontraron silencio y olvido, lo que
llevo la denuncia hacia ámbitos internacionales como la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos. Durante estos siete años ellas han empujado con dignidad
esta demanda internacional, para llevar a juicio al Estado mexicano,
evidenciando la naturaleza del sistema capitalista y del Estado mismo.
El 14 jueves de marzo de 2013, las compañeras
comparecerán en audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
ante lo que nosotros, nosotras levantamos nuestra voz, nuestra solidaridad para
con ellas y su dignidad. Les decimos que no están solas en esta lucha contra el
olvido que el Estado quiere imponer en cuanto a su violencia y su tortura, les
decimos que estamos con ustedes, desde cualquier parte en que nos encontremos.
Toda nuestra solidaridad se alza para ustedes, para acompañarlas en esta lucha
que emprendieron.
Las mujeres denunciantes ante la CIDH, han
dejado claro que su lucha es por lograr la reparación de sus vidas, y que esta
reparación saben no se limita a los espacios jurídicos, sino que se construye,
se repara desde abajo y a la izquierda, retomando su vida, y dejando claro que
la violencia del Estado no logró romperlas, que ellas, junto a sus colectivos,
sus organizaciones, han caminado y se han fortalecido, no con base en las
leyes, sino con base en la solidaridad y la dignidad que nace desde el mero
abajo.
En este sentido, hacemos un llamado a
colectivos, organizaciones, familias, pueblos, individuos e individuas a
pronunciarse públicamente por todos los medios posibles a su alcance, en
solidaridad con las mujeres denunciantes ante la CIDH por el caso Atenco, que
sepan que no están solas, que estamos con ellas, a su lado, como lo hemos
estado estos años, y así estaremos junto a ellas durante esta audiencia, y que
seguiremos estando ahí, con toda la solidaridad y la dignidad que nos convoca.
¡Vivan las mujeres que luchan por la justicia!
¡Vivan las mujeres con la dignidad rebelde!
¡Contra el olvido, la memoria!
Contra el despojo y la represión:
¡la solidaridad!
Red Contra la Represión y por la Solidaridad
(RvsR)
Comentarios