Rebelión, 15-03-2013
La Organización de las Naciones
Unidas proclamó el 2012 como el Año
Internacional de las Cooperativas. Según la ONU las cooperativas, en sus
actividades diversas, contribuyen al desarrollo económico y social reduciendo
la pobreza, creando empleos y generando integración social. Contribuyen, pues,
al desarrollo comunitario.
Una de
las primeras experiencias cooperativas data de 1844, cuando se crea en
Rochdale, Inglaterra. Una cooperativa es una asociación autónoma de personas
que se han unido voluntariamente para formar una organización democrática cuya
administración y gestión es para beneficio colectivo. Los principales valores
cooperativos son: ayuda mutua; responsabilidad individual y social; democracia;
igualdad; equidad; solidaridad; honestidad y transparencia; esfuerzo propio.
Bru
Laín i Escandell en su ensayo sobre “Los
fundamentos republicanos del cooperativismo” afirma que esta forma de
asociación “propugna la ausencia de toda
coacción, por lo menos en lo que ámbito laboral se refiere”. Esto es muy
cierto, pues, por ejemplo, en el caso de la Cooperativa de Trabajadores
Democráticos de Occidente (TRADOC), en El Salto, Jalisco –a partir de su
creación en 2005 como empresa productora llantera, después de triunfar el
Sindicato Nacional Revolucionario de Trabajadores de Euzkadi (SNRTE) con
una huelga de más de tres años sobre la Continental Tire, empresa de capital
alemán– desapareció la relación coercitiva del capital sobre el trabajo asalariado
y con ello, entre otras cosas, se desvaneció la figura del capataz, encargado
de vigilar y castigar a los obreros. Por supuesto que las cooperativas navegan
en un mar de contradicciones económicas y políticas internas y externas, pues
operan dentro de la lógica férrea del mercado capitalista. Las cooperativas no
son organizaciones socialistas pero si son una forma de resistencia económica
al capitalismo. Son formas económicas protosocialistas, pero el socialismo no
puede implantarse jamás en un solo país –Stalin decía que si era posible– ni en
un sola fábrica como si fuese una ínsula ajena al mercado mundial capitalista.
Como
bien lo señala Eric Olin Wright, sociólogo estadounidense, la visión más
antigua de una alternativa emancipadora al capitalismo es la empresa propiedad
de los trabajadores [la cooperativa de trabajo]. “Las cooperativas son, pues, uno de los componentes de este marco
complejo, multidimensional y plural para el empoderamiento social. Es una de
las más prometedoras por el hecho de poner en el corazón de su actividad
económica los principios de la democracia y la igualdad que prefiguran una
alternativa sistémica emancipadora más amplia”.
Karl
Marx –cuyo pensamiento es más vigente que nunca– decía en su "Discurso de inauguración a la Asociación
Internacional de los Trabajadores"(1864): “Hablamos del movimiento cooperativo, sobre todo de las fábricas
cooperativas, levantadas con los esfuerzos de unas cuantas ‘manos’ valientes y
sin ayuda. El valor de estos grandes experimentos sociales no puede ser
infravalorado. En hechos más que en palabras, han demostrado que la producción
a gran escala, de acuerdo con los mandatos de la ciencia moderna, se puede
llevar a cabo sin la existencia de una clase de patronos que contratan a
trabajadores; que para dar frutos, los medios de trabajo no necesitan ser
monopolizados como medio de dominio por encima del (y de extorsión en contra
de) trabajador, y que, igual que la mano de obra esclava, igual que el trabajo
servil, el trabajo asalariado no es sino una forma transitoria e inferior,
destinada a desaparecer… Conquistar el poder político se ha convertido en el
gran deber de la clase obrera".
En
efecto, la cooperativa demuestra que no es necesaria la figura del patrón
capitalista y que los propios obreros pueden administrar perfectamente la
producción, al menos dentro del proceso de la producción inmediata. Eso lo
vemos también en TRADOC. Otro ejemplo: centenares de fábricas abandonadas por
sus empresarios fueron “recuperadas”
por los trabajadores en Argentina durante la crisis de 2002 y se convirtieron
en espacios productivos autogestionadas bajo la forma de cooperativas.
Autogestión y cooperativismo van de la mano.
Todo lo
anterior viene a mención porque el pasado domingo 10 en la ciudad de
Guadalajara se realizó la asamblea constitutiva para integrar la Unión de
Sociedades Cooperativas de Actividades Diversas del Estado de Jalisco. Durante
dicha asamblea, el presidente de TRADOC, Jesús Torres Nuño, indicó que este
movimiento implicará “levantar la mano,
de un movimiento olvidado y difamado” por los excesos y abusos de “vivales” que han utilizado esta figura
para evadir impuestos, por ello el proceso emprendido de reconstrucción del
cooperativismo. “Lo que hoy nos une es el
objetivo de tratar de construir un movimiento cooperativo a nivel estatal, pero
también estamos tratando de construir un movimiento cooperativo a nivel
nacional fuerte, queremos que sea un movimiento que sea escuchado, se trata de
acabar con el tema de la simulación, darle vida a esta unión de cooperativas de
Jalisco, no estamos buscando evadir ningún aspecto de carácter fiscal como
desde hace años se estuvo haciendo por vivales. Queremos un movimiento
cooperativo que sea fuerte, que nos escuchen, que sea tema de generación de
leyes como la Ley General de Economía Solidaria en la que estamos pidiendo se
incluyan adiciones que estamos proponiendo. Somos diferentes al capitalismo
voraz que se vive actualmente”, expuso (La Jornada, Jalisco, 11/03/13).
A su
vez, Salvador Torres de la Cooperativa Pascual, testigo de honor en la
Asamblea, declaró que “Nuestros intereses
no son intereses mezquinos, son intereses para desarrollar una economía social
alterna, para que dé empleo a miles de mexicanos que hoy carecen de fuentes de
trabajo, sobre todo de aquellos jóvenes, mujeres y hombres campesinos que
tienen que ir a desarrollar el trabajo al norte o se van al comercio informal.
El sector social pretende que haya empleos, que la economía mejore para muchos
ciudadanos, y esa es nuestra labor y objetivo principal”.
Torres
Nuño también afirmó: “lo hemos dicho:
buscamos crear cooperativas pero, más aún, queremos transformar de fondo la
sociedad hacía el socialismo”.
Rebelión ha publicado
este artículo con el permiso del autor mediante una licencia
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