DESDE LECUMBERRI: UN PENSAMIENTO
(poemas de Jesús José Simental Banderas)
La Voz del Anáhuac
Julio de 2017.
Estudiante de la Escuela Superior de Física y Matemáticas del
Politécnico en 1968, Jesús Simental escribió “Después del 68, desde
Lecumberri: un pensamiento”, un poemario en 1973-74, en la Cárcel
Preventiva de la Ciudad de México, mejor conocida como “Palacio Negro de Lecumberri”,
como preso político. De ahí hemos tomado la parte primera de su poemario y lo hemos ilustrado con algo de la gráfica del movimiento.
Estaría de mas escribir aquí sobre su convicción y su compromiso de lucha. Los
poemas mismos son bastante explícitos en este sentido.
Donde quiera que esté
ahora, enviamos un sincero agradecimiento y un abrazo fraternal a Jesús
Simental. Sin poder consultarlo, pues la geografía es una distancia física
difícil de remontar, desde aquí, desde este medio digital, compartimos su
poesía, que ya es de todas y todos, pues su mensaje nos hermana y seguramente
hará conocer más de cerca de los estudiantes, activistas politécnicos, que
vivieron -vivimos- aquel histórico movimiento de hace casi medio siglo.
La sensibilidad humana que se desconoce -o se niega-
que existiera entre los estudiantes del IPN, centro educativo desdeñado,
minimizado, soslayado, ninguneado, pues se trataba de jóvenes de escasos
recursos, muchos de ellos venidos de los estados. Y precisamente ese origen
social humilde es el que le da mayor fuerza a esta poesía.
¡AQUÍ ESTOY!
Libremente
encadenado...
Violentamente
aferrado
a una
idea, a un Pueblo,
un
grito bien pensado:
¡VENCEREMOS!
Viví
años como días,
días
como años
los
sigo viviendo.
¡AQUÍ!
en uno de los muchos
yunques,
donde se templa
o se
deshace según
el
(acero-barro).
¡EN
HOMBRE!
Gritando
sin halar
Calladamente
luchando.
Rompiendo
silencios, pensando.
Contestando
a quien se atreve
a
poner un átomo de valor
en la
pregunta verdadera.
¡AQUÍ!
para temblor
de lo
que no pueden
ni
pensar en esa posibilidad
harto
frecuente de estar
¡AQUÍ!
Para
destruir los falsos
pregones
de Libertad y Justicia
¡AQUÍ
ESTOY!
Testimonio
viviente
de lo
que no debe ser
de lo
que vamos a
DESTRUIR.
¡CÁRCEL!
(MUROS
DE CORRUPCIÓN)
MUROS
de Pobreza,
de
miseria,
de
odios.
Son
más firmes que estas paredes
de
piedra, de candados,
de
rejas.
Afuera-Adentro
Es
igual todo
círculos
concéntricos
¿Quiénes
son los presos?
¡TODOS
SOMOS!
¿Qué
buscan los cancerberos?
Apuntalar
y elevar los MUROS
de
ignorancia,
de
terror,
de
hambre.
¿Qué
buscamos?
¡DESTRUIR!
con
coraje
con
razón,
con
valor.
Para
siempre estos muros
No
deberán quedar...
ni
piedras,
ni engaños,
ni
dudas.
Para
que nadie pueda
–otra
vez–
levantarlos.
¡PUEBLO!
Mexicanos,
paridero de hombres.
Historia
infinita y continua
de
combates, de luchas, de sacrificios.
Sangrientas
victorias, gritos de guerra.
Nobleza
y temple de tus gentes.
Te
forman los indios ríos,
valles
y montañas,
te
contienen las metizas fronteras
te
explotan, engañan y asesinan
los
traidores de tu historia.
Eres
antes que nada
campesino,
obrero y estudiante.
HOMBRE
Con
sus virtudes, con sus vicios,
con
tus manos, con tus pies.
Tus
sueños, sufrimientos y alegrías.
Eres
también MUJER
compañera
de ellos
que
luchan por otra suerte.
Amándote
tus hijos orgullosos,
de tu
glorioso pasado
perseguidos,
encadenados,
violentados
en el presente
porque
han decidido. –por ser contigo-
construir
el lumioso futuro
que
te pertenece.
Ni
las piedras dejarán
de
levantarse para luchar
hasta
conseguirlo.
¡PUEBLO!
¡Estamos
presentes
en la
trinchera a que nos mandes!
¡MUJER!
Amor, en panal violento.
Caricia, que lleva el viento.
Rosa, de desvainada espina.
Corazón rojo, que se derrama.
En pasión, bondad y canto.
Compañera fiel comparte todo.
Realidad, que se sueña.
Lucha, que se busca y se
triunfa.
Ojos, que gritan a los
labios:
acarícialo con tus cabellos,
hasta que muera luchando
o muera triunfando.
¡COMPAÑERO!
Sigamos
combatiendo.
Esta
calma que ves y sentimos
precede
a la tempestad.
¿Compañeros,
quiénes?
Aquellos
que luchan,
con
resolución y paciencia,
contra
los que todo tienen,
manteniendo
en la ignorancia,
pobreza
y cárcel
a los
que nada poseen
y que
todo lo construyen
con
su sudor, sus lágrimas y su sangre.
¿Amigos,
quiénes?
Por
ahora, los que
no se
nos oponen
ni de
palabra, ni de hecho.
Que
no explotan, ni engañan,
ni
asesinan a nuestro pueblo.
¡ADELANTE!
¡Conscientes
del pasado,
el
presente nos reta a
construir
un luminoso futuro.
¡LUCHAR!
¿Dónde,
para quién, con quién?
Aquí,
para el HOMBRE LIBRE y Justo
con los pobres.
Con
la espada, con la pluma,
con
la razón, con el corazón
por delante.
¿Contra
quiénes-qué?
Contra
esos pocos que todo tienen
Que
han hecho leyes, cosas
y costumbres
a su
imagen y semejanza,
a
costa del sudor, de las lágrimas
y de
la sangre de los muchos
que
nada tienen, sólo sus
cadenas
por romper.
¡CAMPESINO!
Tu
pie en el surco
¿O
allí estas sembrado?
Brotas
a la vidade cada cosecha.
Cuando
el cielo te ha acariciado
con
perlas cristalinas
que
son tu esperanza, tus afanes,
lo
más deseado.
Allí
vas con el arado...
¿Cuándo
será para ti
lo
justo de la siembra?
Cuando
hayas logrado
–unido
a tus hermanos obreros–
VENCER:
a
cada quién
lo
que siembre y riegue
con
su sudor.
En
libertad y justicia.
para
que la tierra
te
brinde estos frutos,
necesita
lluvia
de
llanto..., de sangre
de
sus mejores hijos.
¡Vamos
poniendo en el surco
estas
semillas!
¡OBRERO!
En la
palanca, tus manos
de la
fábrica, de la vida.
Diario
vences la máquina
arrancándole
las cosas
que
necesitamos, que usamos.
¿Cuántas
puedes tener?
¡Tú
las creaste!
¿Quién
se bebe tu sudor,
tu
rabia, tu llanto?
¡Tú
lo enriqueces!
¿Cómo
puedes dejar
de
construir pesadas
cadenas
de oro
que
te atan?
Llevando
al combate
a
todos tus hermanos.
Uniéndolos,
organizándolos
con
la firme determinación
¡DE
TOMAR EL CIELO POR ASALTO!
¡ESTUDIANTE!
En
tus sueños todo logras.
Cachiporras,
espejismos,
tonterías
y corrupción
tratan
de impedir
que
vayas a aprender,
a
unirte y organizarte
con
tus hermanos mayores,
Campesinos
y Obreros.
Lleva
los libros
en tu
cabeza
para
que broten en el campo,
para
que inunden las fábricas
convirtiéndose
en feroz combate
contra
los pocos que impiden
que
tus sueños sean realidades
que
se sueñan para que, con
valentía,
perseverancia y paciencia.
Las
asalten, conquistándolas.
¡VAMOS
SOÑANDO,
TEJIENDO
POCO A POCO
REALIDADES!
¡VENCEREMOS!
No
sólo por ser mayoría,
sino
porque razón e Historia
nos
asisten.
Camino
sinuoso y largo
vamos
recorriendo,
nos
pertenecen
ideas
y cosas
que
con sudor, lágrimas y sangre
han
logrado los explotados.
Caminaremos
mucho y siempre
estudiando
el pasado,
analizando
el presente,
construyendo
el futuro.
Buscando
lo imposible
porque
somos realistas.
Pagaremos
tributo de vidas,
de
dolor y desengaños.
Son
necesarios
años
de lucha,
miles
de sacrificios
para
lograr:
el ¡VENCEREMOS!
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