CNI Oaxaca: pueblos
de la Chinantla avanzan organización contra megaproyectos
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31
mayo, 2017
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La reconstrucción de
los pueblos en la región Chinanteca, Oaxaca
Avispa midia
Publicado el
25 mayo, 2017
Diversas
comunidades de la región de la Chanantla en Oaxaca han comenzado un proceso de
organización para resistir y luchar contra los proyectos extractivistas
proyectadas en su territorio.
Fraking, presas hidroeléctricas, conservación y fragmentación de las comunidades es a lo que se
enfrentan. Aquí se recogen las voces y sentires de la gente de estas
comunidades.
Río Cajonos
Avispa
midia
Subido el 25 mayo, 2017
Mujeres,
hombres y niños de la comunidad de San Vicente Arroyo Jabalí, municipio de
Jocotepec, en la región de la Chinantla, Norte de Oaxaca, desde las tempranas
horas de la mañana del sábado, 20 de mayo, se dirigían de diferentes partes del
pueblo hacia el área central de la comunidad llevando sus servilletas llenas de
tortillas, tostadas y totopos, que acompañarían al guisado preparado
colectivamente en la noche anterior para los visitantes. Era la solidaridad del
pueblo hacia a las personas que llegaban a esta localidad desde diferentes
partes del estado de Oaxaca para el encuentro de las comunidades que se
hermanan en contra de los proyectos económicos que pretenden mercantilizar a la
naturaleza del territorio chinanteco.
El encuentro hace parte del proceso organizativo que se lleva a
cabo en la Chinantla contra el conjunto de megaproyectos que se pretende
implementar en la región. Se creó un espacio donde las comunidades pueden
platicar sobre las problemáticas vividas con los megaproyectos, además de
organizar estrategias de lucha en conjunto. El encuentro fue acordado durante
el «Foro contra el
despojo y la represión», realizado entre los días 9 y 10 de
abril en la comunidad Santo Antonio las Palmas, en el municipio de Choapam,
convocado por el CNI de la región del Papaloapan, en coordinación con las
autoridades agrarias y municipales de la región.
En la Chinantla está la tercera mayor selva tropical de México,
la mejor conservada y una de las mas ricas en biodiversidad, por eso es
considerada de interés económico prioritario por el gobierno mexicano.
«Conocemos nuestras tierras y
la riqueza que ella alberga. Este fue un encuentro de trabajo para sentar las
bases para la defensa de nuestro territorio», sostiene el indígena
chinanteco Juan Roque Pérez, integrante del CNI en la Cuenca Papaloapan.
De acuerdo con el indígena, hay un compromiso de las nuevas
generaciones del pueblo chinanteco:
Tenemos el encargo de nuestros
abuelos de cuidar y defender nuestro territorio. Sabemos que solos y aislados
no podemos avanzar en la defensa de la vida (…) Estamos avanzando y construyendo
porque lo que viene, viene para destruir lo que tenemos.
«Nuestra región corre peligro,
justamente por albergar rica cantidad de recursos naturales. Tenemos mucha
agua, la vegetación es muy frondosa, no hay sequia, el aire es puro. Es un
ambiente bien distinto de las demás regiones de Oaxaca», señaló
Pedro Salinas, indígena chinanteco y comisionado de la comunidad Santo Antonio
de las Palmas.
Lo que viene
Pérez
advierte que existe poca información pública sobre los megaproyectos planeados
para la región:
El gobierno no nos informa, al
contrario, es su estrategia ocultar sus planes. Solamente nos damos cuenta de
sus intenciones cuando gente de las empresas o del propio gobierno ya está en
nuestro territorio.
Lo que es cierto es que hay planeado un conjunto de proyectos,
una mezcla de presas hidroeléctricas, explotación minera, de hidrocarburos,
proyectos de conservación y de infraestructura.
Solamente para el Río Cajonos son seis presas hidroeléctricas.
Para el Río La Lana, son nueve proyectos. Sumando a estas presas
hidroeléctricas están los proyectos de minería en toda la Chinantla.
Sabemos también que la
Chinantla es propicia para la explotación de hidrocarburos y sabemos que ya
existen empresas en el territorio Chinanteco estudiando estos recursos, incluso
algunas autoridades ya firmaron contratos con empresas.
Una autopista carretera también está
proyectada:
Sabemos que se arranca en
2020, afectando por lo menos 20 comunidades en la Chinantla. Esta proyectada
para pasar donde van a estar las presas hidroeléctricas y donde esta el
territorio de explotación minera.
De acuerdo con Alejandro Murat
(gobernador
del estado de Oaxaca), así como el Istmo
de Tehuantepec es una prioridad del gobierno, la cuenca del Río Papaloapan
también lo es. Y estamos viendo todo lo que está pasando por allá. Mas que
ayudar a traer el llamado desarrollo a las comunidades, los proyectos están
dividiendo y despojando a la gente.
Calentamiento global
Los proyectos
de conservación están por todo el territorio chinanteco.
«Donde hay reservas hay
despojo, va a la par. En estos lugares existen recursos que a las grandes
empresas transnacionales les interesa, que ni siquiera los pueblos saben. Es
una política para ir expropiando las áreas verdes que aún conservan los
pueblos. Y utilizan como símbolo político para entrar en las comunidades el
calentamiento global», dice Pérez.
«Por nuestra forma de
cultivar, llegan a culparnos a nosotros los campesinos por el calentamiento
global. Pero nosotros decimos que no, que es culpa de las empresas que se están
excediendo en la explotación de los recursos naturales. Estamos en el apogeo
del tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Y todo eso nos esta
llevando a construir una alternativa», comparte Juan Roque Pérez,
integrante del CNI en la Cuenca Papaloapan.
A la fuerza
La comunidad
San Vicente Arroyo Jabalí ya tuvo su experiencia con empresas mineras. En el
año de 2008 llegó una empresa canadiense en el pueblo buscando muestreo de
suelo.
«Anduvieron trabajando un mes
en el territorio y en este tiempo el pueblo sí acepto que se hiciera eso. No
teníamos informaciones sobre lo que de hecho estaban haciendo», cuenta
Rogelio Cruz, ejidatario y agente de policía municipal en la comunidad San
Vicente Arroyo Jabalí.
«Ellos hicieron estudios en
todo nuestro territorio, en nuestros arroyos, bosques, se llevaron muestras de
tierra y nunca nos dijeron lo que encontraron. Nunca nos presentaron los
estudios».
En un segundo momento, hubo una nueva reunión entre empresa y el
pueblo y la posición de la comunidad fue otra.
«Nos dijeron que querían
permiso para explotar, hacer una excavación donde iban explorar 100 metros bajo
tierra. Ya traían documento para que el pueblo firmara el compromiso de que
permitía que la empresa explotara los minerales que encontraron. Nosotros
levantamos un acta donde el pueblo se negó a aceptar la mina. Venían seguido a
convencernos, incluso con dinero, pero no pudieron», dice Cruz.
La mina estaba proyectada para ser construida a 2 km del centro
del pueblo.
«Sabemos que ellos todavía no
desistieron. Sabemos que la empresa quiere meterse a la fuerza en nuestro
territorio. Por eso tenemos que juntarnos a las comunidades vecinas y así poder
agarrar fuerza», dice el agente de policía.
También la comunidad se rehusó aceptar el proyecto de conservación en su territorio.
«Supimos de los problemas en
otras comunidades y ya no aceptamos. El cerro que tenemos aquí nosotros mismos
estamos conservándolo como pueblo. Sabemos que la conservación es a penas una
excusa para robarnos los recursos que por siglos nuestros ancestros cuidaron», señala el
agente.
Que no se olvide
El profesor
bilingüe jubilado de la primaria, Mario Roque Isidro, tiene en la memoria la
historia de despojo de los indígenas de Jocotepec, donde trabajó por 34 años.
«La gente de afuera, de
España, de apellido Mora, Vázquez, es la que empezó el cacicazgo de esta
región, y se hicieron dueños de miles y miles de hectáreas del pueblo
chinanteco. Empezaron a matar a los indígenas que vivían aquí. Con el tiempo
fueron ubicándose hacia el cerro para no morir. Los españoles se quedaron con
toda la tierra baja, de primera, que tenían los indígenas», cuenta el
profesor, quien es ejidatario de la comunidad Camalotal, municipio de Tuxtepec.
Las tierras fueron pasando de mano en mano de los caciques, se
acuerda Isidro, hasta llegar a las manos de la cuñada de Adolfo López Mateos,
presidente de la República durante el sexenio comprendido entre 1958 y 1964.
Ella se llamaba María Luisa Broquier.
«Ella empezó a traer
pistoleros de Tuxtepec para matar a los indígenas que querían sus tierras.
Cuando empezó la represión dura contra los indígenas se instaló un regimiento
militar en La Alicia con el fin de reprimir aquellos que querían quitarle las
tierras a esta señora».
Entonces los indígenas fueron formando comités en las
comunidades de La Alicia, San Vicente Jabalí y Santo Antonio de las Palmas.
«El objetivo era pelear y
hacerse comunidad, ejidos y trabajar la tierra. Así se logro garantizar la
tierra para los indígenas», señala el profesor.
Nuevo cacicazgo
«Con el Programa de
Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares (Procede), que
ofrece la posibilidad de que los ejidatarios vendan sus tierras, está
ocurriendo un nuevo proceso de concentración de tierras y consecuentemente la formación
de nuevos cacicazgos, advierte el profesor.
Nos lavaron el coco de que
teniendo titulada nuestra parcela, tornándonos pequeños propietarios y teniendo
la facilidad de vender nuestros terrenos, somos más libres. Lo triste que pasa
es que la gente está vendiendo sus tierras y no les resta otra salida sino
vivir en los cinturones urbanos, a mendigar o trabajar en lo que se pueda. Es
una trampa. El proceso es ese. Hoy se compra la tierra de uno, mañana de otro y
así se arman las condiciones para que regresen los grandes cacicazgos.
Justamente en contra de eso lucharon nuestros abuelos. Esta es la libertad que
nos está dando el gobierno. Cuanto menos gente con tierras mejor para
transferirlas a las empresas».
Ya sabemos
«Ya tenemos suficientes
pruebas de que estos megaproyectos significan la muerte para nuestro pueblos.
Solo basta mirar todo lo que nos causó la presa hidroeléctrica Cerro de Oro. La
gente fue reubicada y eso generó una serie de enfermedades y problemas para
sobrevivir. Otros que no lograron tierras y ni dinero hoy vive en el cerro y
viven aislados, tienen que pasar con balsa para poder comprar comida. Está
claro, los recursos no se quedan con la gente del pueblo. Y eso lo vamos a ver
aquí», dijo el profesor Isidro.
Camino
«El pueblo se tiene que
levantar nuevamente. En el país ha habido guerras. Hubo una revolución por el
cacicazgo de Porfirio Díaz. Ahora viene nueva revolución social en el país y
eso se va a dar muy pronto por la misma política del gobierno federal de
despojar a la gente de sus tierras. Ya ve en Michoacán lo que esta pasando. Se
están formando guardias comunitarias. Estoy seguro que para allá vamos, porque
esta región es muy rica y la gente sí va a defender su territorio», agrega el
profesor Isidro.
Continuidad
En el encuentro
se reunieron autoridades de 18 comunidades hablantes de cinco lenguas. La
próxima reunión será en la comunidad de La Alicia, Jocotepec, el 22 de julio.
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