25 de noviembre de 1956: inicio de la Odisea a bordo del Granma
Por Eugenia Torres
Noviembre 1956-2016.
“Y no solo
sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier
agresión, y que nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que
iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte. Solo que
ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria. Y
la disyuntiva nuestra sería ¡Patria o Muerte!”
Fidel Castro
Parece que en pocos lugares de la tierra reside el anhelo de
revolución.
La idea de revolución se
borró. Se resignificó en frivolidades.
Tener en claro un plan de
lucha parece imposible y criminal.
Que pensamos sobre “la revolución” en el siglo donde la
comunicación nos invade, nos da de comer veneno y no nos da tiempo a tener un
criterio formado y menos a tener un proyecto ideológico moral.
Si uno recorre el
pensamiento de Fidel, su formación primigenia, podemos decir que las bases
donde se forjó la revolución fue bajo la idea de ética, moral y valores humanos.
La Revolución Cubana fue
quien nos hizo entender el valor que eso tiene, el valor de entender que, a
pesar de ser el tercer mundo, como el
imperio nos llama, tenemos dignidad, que la lucha es todos los días, que la
educación es un derecho, al igual que la salud. Hoy gran parte de la humanidad
piensa que vive en libertad, cuando
en muchos países los menores mueren a diario por desnutrición o falta de atención
médica, cuando esos dos derechos son derechos obligatorios de cualquier estado.
El imperialismo es un espejo que deforma, y el progreso son reflejos en el desierto.
Fidel y sus tripulantes
del Granma entendieron cuál era el
objetivo clave para la revolución, y esa idea fundante nació en México en el
año 1955.
Cuando Fidel llega a
México lo primero que piensa fue terminar con su primer objetivo que lo llevó a
la cárcel, liberar al pueblo cubano de Batista, y eso es lo que se propuso. Camuflado
en México, Fidel, que había formado el Movimiento
26 de Julio en Cuba, comienza la odisea de conseguir, primero armamento y
después colaboradores preparados, física e intelectualmente.
En México llega a una armería
donde se encontrará con Antonio del Conde, “El
Cuate”, dueño de la misma y quien a través de encuentros posteriores
ayudará a Castro, pero para todos era “Alejandro”,
con el armamento belga y finalmente la compra del Yate Granma.
Entre 1955 y 1956 se forma
toda la tripulación que estaría conformada por Fidel Castro, Raúl Castro,
Camilo Cienfuegos, el médico de la tripulación Ernesto Guevara, y 78 camaradas
más. Fidel tenía un solo objetivo y armó su ejército con sólo 82 hombres, pero
con convicciones irrevocables.
El 25 de noviembre (la
misma fecha en que Fidel se convirtió en prócer), pero de 1956, partió el Granma de Tuxpan, México.
Vigilados por la aviación
y perseguidos por tropas del Ejército, los expedicionarios fueron sorprendidos
en Alegría de Pío, donde habían acampado, y dispersados. Sólo una veintena de
hombres, encabezados por el líder de la expedición Fidel Castro, logró el
objetivo de establecer un grupo guerrillero en las montañas que sería el núcleo
del futuro Ejército Rebelde.
Para un revolucionario, el
fracaso es fortaleza. Fidel había fracasado en el asalto al Cuartel Moncada en la
Cuba de Batista, lo cual lo llevó a la cárcel.
La cárcel, será el lugar
donde escribe su texto emblemático: La
historia me absolverá. El alegato de autodefensa de Fidel Castro ante el
juicio en su contra comenzado el 16 de octubre de 1953 por los asaltos a los
cuarteles de Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo
respectivamente, sucedidos el 26 de julio anterior. Ante este juicio, Fidel,
entonces licenciado en Derecho Civil, decide asumir su propia defensa y que
posteriormente se convierte en un libro.
En el documento, Fidel
señala lo que considera los males de la Cuba de entonces, resumidos en seis
problemas fundamentales: el problema de la tierra, el problema de la
industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el
problema de la educación y el problema de la salud. Por ese entonces Fidel tenía
27 años, y ya había recorrido la lectura de José Martí a quien dedica la revolución.
Pienso, un revolucionario
se construye, un revolucionario sufre y puede dejar la vida. Cuenta “El Cuate”, ese señor fundamental, quien
será colaborador por años del Che Guevara, que les vende las armas, ese señor
que compra el Yate Granma, al que
Fidel, antes de partir le dijo: me convertiré
en un héroe o mártir.
Todo lo que vino fue una
Odisea que los llevó a ser lo que es Cuba. Lo que los revolucionarios se
propusieron, el Comandante Che Guevara, argentino, fue a quien Fidel confió
todo por delante. Sabemos el destino del El Che Guevara.
Quiero soñar muchos años más
con estos gigantes, con esta historia enorme que nos dieron estos
revolucionarios, con estas muertes injustas, y con la imagen de Fidel entero
hasta el último minuto de su vida.
Claro, hay matices, pero
escribieron casi un siglo, un siglo donde pudimos ver luz, en esa isla de
encuentro con hermanos.
“Nunca he
confundido a Cuba con el paraíso. ¿Por qué voy a confundirla ahora con el
infierno?
Yo soy uno más entre los que
creemos que se puede quererla sin mentir ni callar.
Hace más de cincuenta años que
el veto imperial se aplica de mil maneras, para impedir la realización del
proyecto de la Sierra Maestra.
En Cuba, democracia y socialismo
nacieron para ser dos nombres de la misma cosa; pero los mandones del mundo
solo otorgan la libertad de elegir entre el capitalismo y el capitalismo.
El modelo de la Europa del Este,
que tan fácilmente se ha derrumbado allá, no es la Revolución Cubana. La
Revolución Cubana, que no llegó desde arriba ni se impuso desde afuera, ha
crecido desde la gente y no contra ella ni a pesar de ella eso ha podido
desarrollar una conciencia colectiva de Patria: imprescindible auto-respeto que
está en la base de la autodeterminación”.
Eduardo
Galeano.
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