LA GUERRA Y LA PAZ EN
ESTADOS UNIDOS:
De Little Bighorn a
Standing Rock
Gerardo Honty
(analista del Centro
Latino Americano de Ecología Social)
América Latina en
movimiento
ALAI AMLATINA
ALAI AMLATINA, 08/12/2016.- En mayo de este año la
empresa Energy Transfer Partners inició la construcción del oleoducto Dakota
Access Pipeline que debe unir los campos petroleros de Bakken, en Dakota del Norte,
con las refinerías de Illinois. El ducto, de casi 2.000 kilómetros de extensión,
transportará medio millón de barriles diarios y su tendido tendrá un costo de
USD 3.000 millones. Si bien los cuatro estados por donde debe pasar el ducto
(Dakota del Norte, Dakota del Sur, Iowa e Illinois) habían aprobado las obras,
aún faltaba la autorización del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para el cruce
de la tubería por debajo de los ríos Mississippi y Missouri.
Standing Rock
En el límite entre los estados de Dakota del
Norte y del Sur, sobre el río Missouri se encuentra la reserva Sioux (pueblos
Lakota y Dakota) de Standing Rock. Esta reserva, de 9.000 km2 de
extensión y 8.000 habitantes, es una de las mayores de Estados Unidos y es
parte de la Gran Reserva Sioux definida en 1851 por el tratado de Fort Laramie.
Algunos años después de la firma del tratado en las montañas de Black Hill
(Colinas Negras), sagradas para los Sioux, fue descubierta una importante veta
de oro y el Congreso de Estados Unidos modificó unilateralmente y sin
consentimiento indio los límites del tratado para apropiarse de Black Hills.
Esto dio origen en 1876 a una de las mayores guerras entre el ejército y los
nativos americanos en la historia de Estados Unidos y tuvo su epicentro en la
famosa batalla de Little Bighorn donde Toro Sentado derrotó y dio muerte al general
George Custer. Pero finalmente los Sioux fueron vencidos por el poderío del
ejército y en 1889 la Gran Reserva Sioux fue dividida en seis reservas menores
entre las que se encuentra Standing Rock.
Como en una batalla definitiva, o como manera
de avasallar últimamente el corazón sagrado de las montañas indias, el Congreso
de Estados Unidos aprobó la construcción en las laderas de las Black Hills de
las famosas esculturas con los rostros de los cuatro presidentes de EEUU:
George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt,
finalizadas en 1941.
La población de Standing Rock manifestó desde
el principio su oposición a que el oleoducto pasara por sus tierras y por
debajo del lago Oahe, en el río Missouri argumentando que destruirían sus
sitios sagrados, contaminarían el agua y destruirían su ambiente. Según los
líderes indígenas el tendido proyectado pasa a menos de un kilómetro de la
frontera de su territorio y, por lo tanto, la tribu defiende lo que entiende es
su interés soberano sobre la protección del agua, sus recursos culturales y su
patrimonio. Además, a lo largo de la ruta del oleoducto existen sitios de
importancia religiosa y cultural, incluyendo sitios de entierro de sus
antepasados. El oleoducto cruzaría las tierras tradicionales y ancestrales de
la tribu, que formaron parte del tratado de Fort Laramie poniendo en peligro
muchos lugares sagrados. Los indígenas argumentan que la ley federal y los
tratados internacionales obligan a la consulta y su consentimiento previo,
obligaciones que no se han cumplido.
La resistencia
Unos meses atrás, se estableció el campamento
Oceti Sakowin Camp para sostener la protesta. Cientos de personas fueron
llegando, provenientes de diferentes tribus y pueblos el país, hasta
transformase en la mayor concentración Sioux en Estados Unidos desde la batalla
de Litle Bighorn. Oceti Sakowin (Och-et-eeshak-oh-win) es el nombre lakota del
Consejo de los Siete Fuegos, la histórica unión de varios clanes tribales para
dar origen al pueblo Sioux. A fines de noviembre unas 7.000 personas acampaban
cerca de la zona donde la policía mantenía bloqueado el puente de Backwater,
cerca de Cannon Ball.
Los activistas de la protesta fueron
reprimidos en varias ocasiones por la policía y la seguridad privada de la
empresa utilizando gas lacrimógeno, balas de goma, granadas y perros. A pesar
del intenso frío, llegando a fines de noviembre, el campamento seguía creciendo
y personas de distintas partes del mundo llegaban para apoyar a los
manifestantes. El 25 de noviembre, la Corporación de Ingenieros del Ejército envió
una carta al presidente Sioux de Standing Rock, declarando que planeaba cerrar
la propiedad federal al norte de Cannonball River el 5 de diciembre, incluyendo
el campamento Oceti Sakowin. Cualquiera que acampara más allá de esa fecha
sería considerado intruso y sujeto a procesamiento.
Seguramente no será la batalla final. |
Llegan refuerzos
Ante esta amenaza, en los primeros días de
diciembre un grupo de al menos 2.000 veteranos de guerra del Ejército de los
Estados Unidos se hicieron presentes para formar un "escudo humano" de protección de los Sioux en lucha.
Convocados por Wesley Clark Jr. (un ex Teniente de Caballería hijo del
reconocido general retirado y ex candidato presidencial Wesley Clark) y Michael
Wood Jr. (veterano de la Marina), los ex militares vestidos con sus uniformes,
rangos y banderas militares, comenzaron a arribar al campamento. “Nos congregaremos como una milicia pacífica
y desarmada en la Reserva Sioux Standing Rock” dijo Clark a los medios de
prensa a su llegada al campamento.
Otro veterano, Jason Brocar, de 44 años, dijo
al New York Times que se conmovió por las escenas televisadas entre la policía
y los civiles y que eso estuviera sucediendo en los Estados Unidos. "Incluso en Irak, había algunas reglas
que cumplir. Si esos chicos no tienen armas, simplemente no tiene sentido, esto
no es un polígono de tiro".
Finalmente, en la tarde del 4 de diciembre,
esta batalla llegó a su fin: el Cuerpo de Ingenieros del Ejército decidió no
aprobar el actual trazado del oleoducto. La resolución argumenta que, después
de extensas consultas, entiende que la mejor forma para proceder es “explorar rutas alternativas para el cruce
del oleoducto” y elaborar un estudio de impacto ambiental más amplio.
Seguramente no será la batalla final. La amenaza de una rectificación de esta
decisión una vez que Donald Trump asuma la presidencia, pende sobre la cabeza
de los Sioux. Tampoco es evidente que un nuevo trazado vaya a minimizar las
amenazas para los sitios y el agua de su población.
"...insultamos con las caras de nuestros presidentes sus colinas sagradas..." |
El perdón
Pero lo más significativo, o quizá la batalla
tal vez más trascendental para el futuro fue lo que ocurrió el lunes 5 cuando
los cientos de veteranos del ejército de los Estados Unidos pidieron perdón por
las atrocidades cometidas contra el pueblo Sioux. "Hoy fui testigo de algo poderoso y profundo", dijo Jon
Eagle, Oficial Tribal de la Reserva Sioux en Standing Rock. "Wes Clark Jr. y los veteranos reunidos
se arrodillaron y colectivamente pidieron perdón por el genocidio y los
crímenes de guerra cometidos por los militares de Estados Unidos contra naciones
tribales en este país".
"Muchos de nosotros,
yo particularmente”, comenzó diciendo Clark, "provengo de unidades que los han
lastimado a lo largo de muchos años, tomamos sus tierras, firmamos tratados que
luego rompimos, robamos minerales de sus montañas sagradas, insultamos con las
caras de nuestros presidentes sus colinas sagradas y tratamos de eliminar su
idioma... Nosotros no los respetamos, contaminamos su tierra y los hemos herido
de muchas maneras". Luego se arrodilló ante el jefe Leksi Leonard
(Crow Dog) y agregó: "Pero ahora
venimos a decir que lo sentimos, que estamos a su servicio y le rogamos su
perdón".
El jefe Leonard, en nombre de las tribus
presentes, a su vez pidió perdón por cualquier daño que podría haber sido
causado el 25 de junio de 1876, cuando la Gran Nación Sioux derrotó a la 7ª
caballería dando muerte a más de doscientos cincuenta soldados estadounidenses.
"Hoy perdonamos y pedimos la paz
mundial", dijo al finalizar su discurso.
La hora de los veteranos
Sin duda, más allá del gran apoyo logrado de
miles de personas, la presencia de los veteranos fue un elemento clave en la
resolución del conflicto. Iba a ser muy difícil para la policía arremeter
contra ellos como lo habían hecho contra los miembros de la comunidad y los
demás activistas en ocasiones anteriores. Pero, además, estos veteranos han
logrado un cierto reconocimiento y organización que les permite imaginar nuevas
batallas alineadas con sus nuevos objetivos. Estos ex militares están planeando
dirigirse a la ciudad de Flint en Michigan, donde la población está embarcada
en una batalla contra el gobernador Rick Snyder por la contaminación con plomo
del agua potable.
"No sabemos cuándo
vamos a estar allí, pero nos dirigiremos a Flint", dijo Wesley Clark Jr.
quien ha logrado recolectar más de un millón de dólares para su causa a través
de GoFundMe, un sitio de recaudación de fondos para campañas de interés
público. Según ABC News, este sábado 10 de diciembre, los veteranos tendrán su
primera asamblea para resolver la mejor manera de apoyar la lucha de los
ciudadanos de Flint. Un inesperado y poderoso apoyo viene a recibir el
activismo ambiental norteamericano. Apoyo que aparenta ser una consecuencia
directa de la victoria electoral de Donald Trump, una victoria que parece haber
sembrado un nuevo mapa de alianzas en el corazón de la ciudadanía
norteamericana.
Miembros del grupo
Veterans for Standing Rock, han
llegado para apoyar a los nativos y a los ecologistas que protestan contra el
proyecto Dakota Access Pipeline (DAPL). Más de 2.000 veteranos han prometido su
apoyo ante los incesantes intentos de la policía de disolver la protesta.
Cientos de exmilitares ya han arribado al campamento este viernes, informa la
agencia Reuters.
"La policía militarizada se paga con los
dólares de los contribuyentes… es inconstitucional", declaró al periódico estadounidense 'USA Today' Ashleigh Jennifer Parker,
antiguo miembro de la guardia costera. Entre quienes llegaron al campamento de
protesta se encuentra también Chris Turley, condecorado con un Corazón Púrpura,
un importante reconocimiento para militares que han sido heridos o han muerto
en el frente.
"Lo que les hacen a los defensores del agua,
se lo hacen a la Constitución de EE.UU. Hemos jurado defender la Constitución
contra sus enemigos, tanto extranjeros como locales y decimos: si quieren
quemar a la Constitución deberán pasar sobre nosotros. Es un acto
valiente y sin precedentes en la historia de EE.UU., en el que 2.000 veteranos
han dicho: '¿saben qué?, primero dispárennos a nosotros'…", aseguró
Josh Fox, el realizador de un documental sobre los hechos de Standing Rock.
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Comentarios
Saludos desde México!
Andréscontreras
"el juglar de los caminos"
eljuglardeloscaminos48@hotmail.com