LLAMADO A LOS
TRABAJADORES ACTIVOS, JUBILADOS Y PENSIONADOS DEL IMSS
Canal de Anonymous
Publicado el 28 de mayo de
2012
PEÑA NIETO PRETENDE
PRIVATIZAR EL SISTEMA DE SALUD –IMSS, ISSSTE... (Anonymous)
Anonymous
Publicado el 24 de junio
de 2015
Porque hemos visto un horizonte de Hermandad, Unión y
Fraternidad, donde la Lucha mancomunada nos abre el camino hacia un Futuro
mejor.
Para
organizarnos como Pueblo y unirnos como Hermanos.
¡URGENTE!
EMPIEZA LA PRIVATIZACIÓN DEL IMSS
Trabajadores y Jubilados
del IMSS
Publicado el 3 de julio de
2016
Trabajadores y jubilados del IMSS denuncian la privatización
disfrazada por medio del “Acuerdo
nacional hacia la universalización de los servicios de salud” el cual plantea
la subrogación de servicios médicos a la iniciativa privada.
ÚLTIMA
LLAMADA A LOS TRABAJADORES DEL IMSS
Alerta Nacional
Trabajadores y Jubilados
del IMSS
Publicado el 14 de
septiembre de 2013
Reunión de jubilados y
pensionados a las afueras de las oficinas del IMSS en Reforma.
México, D.F., 13-
septiembre -2013
Editado:
24/septiembre/2013
23 de septiembre de 2013
AVISO URGENTE DE LA
ALERTA NACIONAL A LOS TRABAJADORES DEL IMSS.
Boletín Nº 2
Ante la serie de desmentidos no oficiales que el SNTSS está
haciendo a través de toda su estructura en el país, secretarios generales,
secretarios seccionales y delegados sindicales incondicionales a ellos, hacemos
las siguientes aclaraciones:
PRIMERO: La finalidad de sus
justificaciones de que no es cierto nada de lo que la Alerta Nacional publicó,
y que, al contrario no pasará nada en la próxima revisión de contrato, es sólo
una estrategia para confundir a los trabajadores.
ACLARAMOS: La Alerta Nacional jamás
se ha referido a la revisión de CCT de OCT/2013. Lo que nosotros hemos estado
demostrando de manera fehaciente, irrefutable e irrebatiblemente, y que aquí
aprovechamos este espacio para ratificar y reiterar nuevamente, es que ya
firmaron un Convenio de incorporación al CCT de la "Cláusula 12 Bis" basado en los artículos de la Ley del
Seguro Social 256 y 286 I denominado "Estatuto
A" y estos cambios son los que definitivamente acaban con el CCT, con
el RJP, y con la calidad de los servicios que presta el IMSS.
¡Este Convenio fue firmado por el biólogo Eduardo Barrera por
órdenes de Manuel Vallejo Barragán el 10 de Octubre del 2012 en la revisión de
salario cuando era encargado de la Secretaría General, sin tener facultades
para hacerlo!
Estos documentos que
confirman que no estamos mintiendo los pueden imprimir de la página de internet:
Y el desglose del daño que
se hace al CCT lo puedes revisar en los videos de You Tube buscándolos como
Última Llamada a los Trabajadores del IMSS y ahí mismo también, como Alerta
Nacional ultima oportunidad para los trabajadores del IMSS.
Compañeros y compañeras
debemos tener bien claro que hasta ahora no existe ningún desmentido oficial
por parte del Director del IMSS, ni mucho menos por el ilegítimo que dice ser
Secretario General del SNTSS, Manuel Vallejo Barragán.
Aquí es donde debemos
centrar toda nuestra atención y no en las ridículas e infantiles
descalificaciones que están tratando de imponer el silencio a nivel nacional
contra la Alerta Nacional.
Somos trabajadores igual
que ustedes y estamos dando la cara -con todo el riesgo que ello implica- con
nombres y apellidos. No nos ocultamos tras la máscara de la cobardía, que
muchos están usando para detener este movimiento que está a punto de estallar a
nivel nacional por la indignación de vernos traicionados arteramente.
Hoy este convenio es la
entrada perversa y ruin para meter en el IMSS, por la puerta de atrás, el
Sistema Universal de Salud de Enrique Peña Nieto.
Esto, para tenerlo más
claro, es acabar con el CCT y RJP de los trabajadores del IMSS, y así poder
homologar, a la baja, las condiciones de trabajo y de salario entre el IMSS, el
ISSSTE y Salubridad.
Por eso es que es tan
grande la traición de Manuel Vallejo Barragán y su Comité Ejecutivo Nacional
contra los trabajadores del IMSS, porque en los hechos que firmaron fue la
renuncia al CCT y aceptar que se llevaran 60 mil plazas de confianza A y B
fuera del CCT.
Con ello abrieron la
puerta para que inicie a la brevedad la liquidación de todo el personal que
ocupa estas plazas.
Basta con preguntárselo a
los compañeros de Morelia, Michoacán, donde ya despidieron aproximadamente 50
trabajadores.
Lo que estamos diciendo no
es una mentira, es únicamente la verdad. Es ya la embestida final contra el IMSS
por parte del gobierno federal, el IMSS y el SNTSS contra los trabajadores del
instituto.
Hoy las únicas líneas de
defensa que tenemos somos los trabajadores activos, jubilados y pensionados,
así como los compañeros de nuevo ingreso y los compañeros de confianza.
Hoy sólo la organización y
la movilización nos sacarán adelante.
Movimiento
Nacional de Trabajadores del IMSS.
La lucha contra la
privatización de la salud pública debe ser de todo el pueblo
La Voz del Anáhuac
Agosto de 2016
Desde el inicio de este sexenio el gobierno federal, coludido
con los sindicatos corruptos del IMSS, ISSSTE y directivos de todas las instituciones
que forman parte del llamado “sector salud”
ha estado avanzando en la llamada “universalización
de la salud”, que pretende fusionar a todo este sector en una sola
institución. Es la doceava de las denominadas “reformas estructurales”, que aún antes de ser aprobada ya se está
instrumentando.
Sin embargo, la
privatización del sector salud viene de antes. Podemos ubicar como uno de los
golpes más severos la creación de las denominadas Afore, en 1997, cuando se
modificó el Régimen de Pensiones y Jubilaciones a que dio lugar la reforma a la
Ley del IMSS y, dos años después lo mismo en el ISSSTE. Con estas reformas se
privatizaron los fondos de pensiones de estas instituciones al ser puestos en
manos de la banca. Este hecho debilitó financieramente al IMSS y al ISSSTE,
dando lugar al decaimiento de la calidad del servicio, pues repercutió en la falta
progresiva de medicamentos y materiales de curación.
Año con año el Estado ha
ido disminuyendo el presupuesto que se destina a la salud (y a la educación).
Además de la mala administración, la corrupción, los altos sueldos que se
asignan los directivos estas instituciones, de clínicas y hospitales. El saqueo
de las farmacias y hasta las bodegas de artículos de limpieza. Esto ha hecho
que se llegue a extremos de desabasto que luego ni abatelenguas hay en las
clínicas. O en los hospitales los equipos de tomografía, radiología o rayos X
estén parados porque no hay para darles mantenimiento. Esto ocasionando consecuencias
mortales.
Ambos institutos,
sumergidos desde entonces en una grave crisis económica gradualmente aplicaron
la llamada subrogación de servicios, es decir, su privatización pues se
contrataron los servicios de particulares para atender guarderías, análisis de
laboratorios médicos y otros. También esto dio lugar a que las farmacias de IMSS
e ISSSTE se surtieran de medicamentos genéricos o similares. Por otra parte, la
Secretaría de Salud permitió que las cadenas de farmacias instalaran
consultorios para atender a sectores de la población carentes de seguridad
social y de bajos recursos económicos.
Otro paso
en este sentido fue la creación del
llamado Seguro Popular, en el sexenio de Fox, en cuyo esquema de atención
parece inspirarse el que se pretende implantar ahora en lo que llaman “salud universalizada”, es decir, sólo
proporcionar la atención médica básica, la del médico general y diferir a la
salud privada la atención a especialidades, cirugías, laboratorios, tratamientos
de enfermedades crónico-degenerativas... (cáncer, diabetes, hipertensión...)
Esto es, la
privatización de la salud pública y la seguridad social son objetivos del
capitalismo en su fase neoliberal, fase en la que se desentiende de lo que fue
su obligación en la fase del capitalismo “benefactor”.
El Estado se deshace así, cada vez más de las funciones sociales que
tuvo como resultado de la lucha de los trabajadores, mientras pretendió representar el papel
de árbitro entre los factores de la
producción y mantener algún equilibrio
entre el capital y el trabajo. Esto no quiere decir que entonces el Estado
estuviera por encima de las clases sociales. No, de origen, el Estado ha sido
siempre el instrumento del capital para el control de las clases explotadas. El
Estado es, ha sido siempre, de carácter burgués. Pero en esa época histórica
del capitalismo, convenía a la burguesía que la sociedad asumiera la idea de
que el Estado era un árbitro, un factor de equilibrio entre el capital y el
trabajo. La idea del “Estado bonapartista”.
Pero desde fines de los
años 80’s, luego de la derrota del conocido como “campo socialista” y dando por concluida la etapa de la mal llamada
“guerra fría”, una vez que se instaura el neoliberalismo como
modelo dominante a nivel mundial del sistema capitalista, comienzan a aplicarse
una serie de reformas económicas, políticas y sociales a las que llaman “estructurales”,
pues la intención es que todo quede bajo el dominio del capital a nivel global, despojando al
propio Estado de las funciones sociales, económicas y políticas que el capital se había asignado.
Por eso las reformas política
(reforma del Estado, reforma electoral), energética,
fiscal, administrativa, de seguridad pública, judicial, de telecomunicaciones, laboral, educativa, de salud…, pactadas entre los partidos políticos, el Estado y las élites
financieras buscan darle mayor estabilidad y certidumbre de control a la clase dominante
y al poder político. Para ello se ha profundizado la cooptación de organizaciones
sociales y sindicatos, mediante registros electorales, prerrogativas, cuotas de
poder, prebendas, impunidad. De esta manera han logrado minimizar la
movilización social para frenar la imposición de las reformas neoliberales. Así
pasó la reforma laboral. Sólo algunos sindicatos se movilizaron. Por eso,
previamente se golpeó al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), uno de los
pocos de carácter nacional y con un cierto prestigio de democrático que podría
haber convocado al movimiento obrero a defender los derechos que esa reforma
eliminó. Sin fuerza y con miedo hubo manifestaciones poco considerables.
Hasta ahora sólo el
magisterio agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE) ha sido el motor de una resistencia fuerte y seria contra la mal llamada
“reforma educativa”. Oaxaca, Chiapas,
Guerrero, Michoacán y el DF son consideradas como las bases sociales de la
CNTE, pero en muchos otros estados los profesores se han movilizado contra la
reforma laboral-administrativa que se pretende imponer con el nombre de “reforma educativa”, incluyendo a las
bases de gran número de secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) que se han levantado a pesar de sus dirigentes charros. Esta
lucha ha dificultado al Estado imponer esa reforma, pese a estar “aprobada” desde 2013, incluso ha
obligado a la SEP y a Gobernación a maquillar su “voluntad de diálogo” anunciando un “nuevo modelo educativo”.
Todo indica que es el
turno de la reforma privatizadora de la salud pública. Pero no es turno sólo de
los trabajadores activos y pensionados del IMSS, ISSSTE y demás instituciones
de salud pública, sino también de sus derechohabientes, que verán mermada su
atención médica, de los jubilados y pensionados que también resultarán
afectados seriamente.
Como en el caso de la
resistencia magisterial, los padres de familia entendieron que no sólo están
en juego los derechos de los profesores,
que también está en juego el derecho de sus hijos a estudiar, pues otro de los
objetivos de la llamada reforma educativa es la privatización de la educación,
encubierta con el cuento de la “autonomía
de gestión” (que implica que ahora serían los padres de familia quienes
tendrían que pagar la manutención –luz, agua, teléfono, limpieza, mantenimiento-
de las escuelas), pues ya no lo hará el gobierno, según las leyes derivadas de
la reforma.
Así en el caso de la salud
pública. La llamada universalización de la salud afectará los derechos de
médicos, enfermeras, trabajadores sociales, asistentes, intendentes y todo el
personal que labora en clínicas, hospitales, oficinas, laboratorios, centros de
lavado e instalaciones todas de las instituciones del sector salud, sino
también sus pacientes, sus derechohabientes y beneficiarios, los trabajadores
activos y jubilados, la población toda, pues la pretensión es privatizar todo
el sector de salud pública. Es una reforma que afecta a todo el pueblo de
México. Y como en el caso de la educación, nos afecta a todos, tengamos o no
hijos estudiando, ya que todos pagamos impuestos y parte de estos es para
garantizar el derecho a la educación pública y gratuita. Así también en el caso de la salud pública, coticemos o no
cuotas al IMSS o al ISSSTE, también parte de nuestros impuestos se deben
destinar a la salud pública y de calidad para toda la población.
Por otra parte, ni la
salud ni la educación son una mercancía o un
negocio, son derechos que el pueblo de México, nuestros abuelos y padres
conquistaron luchando. Y así es como hay que defenderlos: luchando.
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