Carta de Juan Carlos Flores Solís al Festival de Resistencias y Rebeldías, Compartición en Amilcingo
Lectura de la carta enviada por Juan Carlos
Flores Solís (preso en Cholula, Puebla desde Abril de este año por resistir al
despojo del Plan Integral Morelos) a la Compartición de Amilcingo. Duración: 10’11
min.
Carta enviada por Juan
Carlos Flores Solís (preso en Cholula, Puebla desde Abril ’14 por resistir al
despojo del Plan Integral Morelos) a la Compartición de Amilcingo:
A los pueblos y organizaciones de México y el
mundo.
Al Congreso Nacional Indígena.
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y
el Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Compañeras y compañeros:
Reciban
un cordial y caluroso saludo desde el penal de San Pedro Cholula, Puebla.
Es un honor que mis palabras sean escuchadas aquí, con
ustedes, gracias, porque mi corazón, de por sí, está en este encuentro.
Lamento no poder estar presente, pero el caprichoso mal
gobierno de Moreno Valle en Puebla volvió a trabar mi salida. Y ahora siento
que mi libertad y mi proceso es como una bola de estambre en las manos de un
gato. Bueno, mi libertad, la de 16 compañeros presos políticos más en Puebla,
la de Mario Luna, Néstora Salgado, Marcos Suástegui, Presos del Amate, Tlanixco
y la de muchos compañeros más que apresaron este año.
Despojo, militarización, encarcelamiento, asesinatos y
desapariciones son el recuento de este año del gobierno contra el pueblo digno
y rebelde. La situación es más que preocupante, la guerra en todas partes
y con diferentes intensidades está pasando ya en México, América Latina y todo
el mundo. De sobra sabemos que estamos en una crisis: crisis, económica, crisis
política, crisis social y cultural, crisis energética, crisis, crisis, crisis. Y
su crisis económica del capitalismo provoca un mayor ataque a los pueblos
y la naturaleza.
Los cambios que estamos viviendo son tan grandes e
importantes que ya muchos hablan de que ya estamos a la entrada de una nueva era de la humanidad. Nos
encontramos frente a una crisis civilizatoria, donde nuestra forma
general de ver el mundo y relacionarnos con él, está muy, pero muy mal. Y
en la entrada a esta nueva era
se encuentran presentes dos realidades: El ataque es tan grande y destructivo
que estamos en una cuerda floja de la existencia de la humanidad y la tierra, como
cuando la amenaza de las guerras atómicas mundiales. Ahora entiendo que
entramos en lo que el Subcomandante Marcos llamó la Cuarta Guerra Mundial, y la realidad es más desastrosa de lo que
entendí en el texto del Sub.
Pero por otra parte una nueva idea de civilización que
cambie todo nuestro sistema social está naciendo. Un cambio así, no tenemos
desde que se propagó en la Revolución Francesa la idea de libertad y república,
o desde que se propagó el comunismo. Es un cambio aún más grande, uno que no
alcanzamos a tener memoria de recordar, además, porque será muy bueno y muy
nuestro.
Viviendo lo que hemos vivido en el Frente de Pueblos,
ahora entiendo más lo que nos dicen los zapatistas al decir:
resistir, autonomía y estar organizados ya de por sí.
No sólo para defender nuestro territorio y nuestra
vida cuando es atacada, sino ya de por sí estar organizados, siempre.
Ésa es la solución, la mejor defensa y el mejor ataque:
Estar ya de por sí organizados.
Compañeras y compañeros: Nos están matando, nos están
encarcelando, nos están golpeando y amenazando, nos están queriendo quitar
todo. Necesitamos planear y accionar una defensa conjunta. Se trata de
visibilizar, sí: todos los problemas que tenemos en cada lugar y ponerle nombre
y apellido a cada cosa, cada injusticia y cada uno que es atacado por el
neoliberalismo. Se trata de aprender de las experiencias de otros, sí. Pero
también, se trata de darle a todos los gasoductos, termoeléctricas, acueductos,
minas, hidroeléctricas, carreteras, aeropuertos, etc., etc. Un nombre común y
defendernos y atacar al enemigo común. Y denunciemos a ese nombre y enemigo
común hasta que ya nadie tenga el orgullo de decir que eso es progreso y desarrollo.
Nuestros abuelos, aquí en la tierra de nuestro Gral.
Emiliano Zapata, firmaron un plan, un proyecto de nación para ser reconocidos,
respetados, el Plan de Ayala. Y ese plan que contenía los sentimientos, deseos
y anhelos del pueblo campesino, se incluyó dentro de la Constitución Nacional,
nuestro contrato social de país.
Donde las partes: pobres, ricos y gobierno convinieron una
forma de convivir, coexistir, reconocernos y respetarnos.
Pero ahora los ricos y gobierno han roto el leso contrato,
porque no nos respetan, nos desconocen como el pueblo, el máximo soberano y nos
quieren desaparecer como pueblos. Entonces si ellos rompieron el contrato,
nosotros no tenemos por qué seguir sometidos a él, si ellos nos desconocen,
entonces nosotros desconozcamos al Estado, recuperemos la soberanía, nuestro
poder que depositamos en el gobierno. Hagamos efectivo el artículo 39
constitucional.
Ya basta de someterse al gobierno, hay que buscar ser
autónomos, separarnos del contrato desigual para quitarle el poder al Estado y
dárselo al pueblo, porque sólo recuperando nuestra libertad, democracia y
justicia, sobrevivirá y vivirá México, nuestra autonomía no
dividirá y desaparecerá al país, al contrario, lo salvará.
No necesitamos tan solo un cambio de gobierno, necesitamos
un cambio de modelo de Estado, Argentina, Ecuador, Bolivia y otros países han
cambiado su gobierno, pero sigue el mismo estado impostor que despoja a los
pobres y a la naturaleza para enriquecer a los ricos. El Estado actual
secuestra y criminaliza nuestro poder y debemos recuperarlo. Nuestro
poder está en nuestras tradiciones, en el campo, en la radio
comunitaria, en nuestras plantas medicinales, en nuestras escuelas, en nuestra
tecnología alternativa, en nuestro machete y en nuestro sombrero.
Nuestro poder colectivo está en el autogobierno, pues si la
soberanía reside en el pueblo, hagamos pues respetar nuestra “soberanía territorial comunitaria” como
máximo valor y principio de la nación, no como un derecho que se ignora en el
artículo 2º constitucional o el acuerdo 169 de la OIT. Hay que rebelarnos
juntos y crear un nuevo Estado basado en soberanía comunitaria, que el máximo
soberano sea la comunidad en su territorio, ya no ceder más a un representante
político nuestra soberanía, sino que sea ya directa, del pueblo, sin
representaciones lejanas y ajenas. No vamos a gobernar en terrenos que no son
nuestros, sólo en nuestro pueblo, en nuestro territorio y ya no ceder nuestra
soberanía al Estado representativo, porque los partidos políticos no nos representan,
al contrario, nos atacan cuando llegan a ser gobierno.
O recuperamos nuestro poder de gobernarnos y organizarnos o
nos dejamos vencer por el capitalismo salvaje y traspasamos la barrera de la
bomba atómica mundial, para después, a ver si seguimos existiendo y en qué
condiciones.
Y aunque todos nos defendemos mejor en nuestro territorio,
cada quien por su cuenta y solos, nos pueden vencer, aunque estemos en
nuestro territorio. Por eso, ojalá encontremos los caminos y voluntades
para juntos resistir y defendernos del enemigo común.
Un gran abrazo, magia y rebeldía a este gran encuentro.
¡Gracias!
¡Zapata vive, la lucha sigue!
¡Viva la rebeldía, la vida y el amor!
¡Vivan los pueblos de México y el Mundo!
Juan Carlos Flores Solís.
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