Por
Iván Martínez
Bajo
la noche lluviosa del pasado lunes 16 de junio se llevó a cabo el foro Los
cinco cubanos presos en Estados Unidos: Un flagrante atropello a la ley y la
justicia, en Casa Lamm. Participaron el embajador de Cuba en México
Dagoberto Rodríguez Barrera junto con el intelectual latinoamericano y ex
rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Pablo González Casanova y
el reconocido antropólogo Héctor Díaz Polanco.
Se realizó en un momento en que el movimiento por la liberación de los
cinco cubanos presos en Estados Unidos desde el 12 de septiembre de 1998,
ha cobrado una fuerza considerable a nivel internacional y a unos días de
finalizadas las III Jornadas «5
días por los 5» en las que han participado parlamentarios
de una decena de países, así como reconocidas personalidades y organizaciones
sociales de más de 30 países.
El periodista cubano Ángel Guerra, quien participó como moderador en
la mesa, advirtió que seguirán hablando de los 5 cubanos y no de 3 pues «tanto René González como Fernando González,
quienes terminaron de purgar injustas sentencias desde hace unos meses y se
encuentran ya en la Isla, han expresado que no estarán libres hasta que sus
otros compañeros regresen a Cuba».
Fotografía: Alinna Rosas Duarte |
Se trata de una venganza contra Cuba
por ser un país diferente: Embajador de Cuba
En su
participación, el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez, detalló
elementos del caso de los 5: un grupo de agentes cubanos que fueron enviados a
Miami para infiltrarse en las células de terroristas que desde Estados Unidos
han planeado y ejecutado múltiples atentados que han dejado en Cuba más de 3
mil muertos y 2 mil lesionados.
Los datos recabados por los cinco cubanos sirvieron para detallar un
informe con más de 230 documentos, 5 videocasetes y 8 cintas de audio que
conformaban la evidencia de la participación de grupos terroristas en Miami en
atentados en Cuba; entre ellos la Fundación Nacional Cubano Americana.
El embajador de la Isla mencionó que toda esta información fue compartida
por el gobierno cubano al entonces presidente Bill Clinton a través del
escritor colombiano Gabriel García Márquez, y a pesar del supuesto compromiso
expresado por el FBI para la detención de los grupos terroristas en Miami,
meses después fueron aprehendidos los cinco cubanos, no los terroristas.
«Debemos empezar diciendo que Miami
ha sido en los últimos 50 años el centro del terrorismo contra Cuba, desde ahí
se han financiado y fraguado diversas acciones terroristas que han causado la
muerte de más de 3 mil personas en Cuba. Los cinco cubanos no fueron a Miami
para causar daños o para buscar información de seguridad nacional en Estados
Unidos, fueron simplemente a conocer a los grupos terroristas y poder alertar a
las autoridades cubanas».
Los juicios de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, detenidos desde 1998,
finalizaron hasta el 2001 con sentencias que van desde los 15 años hasta
dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión:
—Uno de los cinco cubanos tendría que morir dos veces en la cárcel y luego
revivir para seguir cumpliendo su condena —refirió el embajador el caso de
Gerardo Hernández. Él está condenado por el delito de conspiración para cometer
asesinato, además de los delitos por el que son culpados sus compañeros como
son: conspiración para espiar, falsa documentación y ser agente externo no
declarado.
«Los cinco cubanos han enfrenado la
más abominable violación a sus derechos humanos, se mantuvieron incomunicados
por 17 meses, se les negó visita conyugal, además de que el juicio se efectuó
en el último lugar en donde se puede esperar que se efectúe un proceso justo e
imparcial», señaló Dagoberto
haciendo alusión a una de las irregularidades más polémicas del caso.
Amnistía Internacional se pronunció por una defensa justa de los cinco pues fueron
enjuiciados en Miami, lo que afectó seriamente la imparcialidad del jurado por
los prejuicios y la alta hostilidad hacia Cuba que prevalece en esa zona.
Además –apuntó el embajador– durante el proceso se desató una campaña de odio
contra los cinco por los medios de comunicación: «ahora sabemos que esa campaña estuvo pagada por el gobierno
estadounidense».
Otra de las grandes violaciones al debido proceso fue el hecho de que el
gobierno estadounidense negó a la defensa de los cinco el acceso a documentos
en los que se basaba la evidencia de culpabilidad, argumentando que se trataba
de documentación clasificada y secreta.
Lo que a decir del informe de Amnistía Internacional USA: The case of the cuban five «menoscabó seriamente el equilibrio entre la
acusación y la defensa».
El embajador cubano advirtió que en los últimos 50 años, el gobierno
estadounidense, quien desde 1982 ha incluido a Cuba en la lista de los países «promotores del terrorismo», no ha hecho
nada para impedir los actos de terrorismo en Cuba fraguados desde Miami y
permite que los terroristas se paseen libremente por su territorio.
«Cada día que pasan nuestros
compañeros en prisión es un día más de la larga venganza imperial contra el
pueblo cubano por haber elegido soberanamente su destino, es la venganza contra
un pequeño país por haber dado un ejemplo de una sociedad con justicia y
equidad, es una venganza a Cuba por ser diferente», finalizó.
Estados Unidos nunca ha considerado como terroristas los actos que provienen desde su propio territorio: Díaz Polanco
Por su
parte, el antropólogo Díaz Polanco comentó que el problema se deriva de la
concepción dominante de los derechos humanos. «El caso de los cinco pone de relieve todos los aristas del gran
problema que tenemos con la llamada universalización de los derechos humanos
que suelen derivarse en horrores universales».
Para Díaz Polanco, el origen del proceso judicial que con sus 7 meses fue
el más largo hasta esa fecha en los Estados Unidos y que terminó con máximas
penas, fue que Cuba se encuentra frente a un imperio que tiene una idea muy
peculiar de lo que son derechos humanos. «Esa
idea consiste en el criterio de que estamos ante el ejercicio de derechos
humanos válido cuando se trata de actos ejecutados por aquellos que se
identifican con el sistema de vida norteamericano».
«La única manera en la que Cuba se
podía defender de la actividad terrorista planeada desde Estados Unidos, era el
recabar información a través de personas que estuvieran dispuestas a correr el
peligro por defender a su país de estos actos terroristas (…) ya que Estados
Unidos no considera como terroristas los actos que provienen de su propio
territorio».
«La visión de lo que es humano está
vinculada a la propia posición política que se asume sobre el cómo debe
organizarse la sociedad y la economía, ese es el fundamento del horror
universal que han vivido los cinco cubanos».
Los derechos humanos en el proceso de negociación con el gobierno mexicano
para los Acuerdos de San Andrés «se han
convertido en armas de combate político. Hasta hace poco, el único país que se
creía con la facultad universal de hacer un informe anual para determinar qué
países violan los derechos humanos era Estados Unidos, quien cada año reparte
bendiciones y castigos a países que violan o respetan los derechos humanos»,
afirmó el asesor del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.
Ante todo ello, reconoció la firmeza y el patriotismo de los cinco
cubanos quienes no han cedido a los intentos de cooptación y división por parte
del imperio estadounidense; «dicen por
ahí que hay que ser como el Che, yo diría, debemos ser como los 5».
«El pueblo-gobierno de Cuba es un fenómeno democrático que si lo entendierais os causaría horror»: González Casanova
En su
turno, González Casanova dio lectura a la respuesta que redactó para los
firmantes de la Carta abierta a Obama: apoye a la
sociedad civil en Cuba, una misiva que ha causado polémica
desde su publicación en mayo pasado en donde empresarios y figuras influyentes
piden a Obama que dé un giro a su política hacia la Isla y «ayude al pueblo cubano a determinar su propio destino expandiendo las
políticas de la reforma estadounidense». Todo ello mediante la
liberalización económica y la implantación del modelo capitalista en la Isla.
González Casanova advierte que lo que significaría una política como la que
demandan los firmantes –entre los que se encuentran David Rockefeller,
presidente honorario del Consejo de las Américas, y James Stavridis,
excomandante del Comando Sur responsable de la política intervencionista en
América Latina– sería la continuación de la lucha de clases en Cuba:
«La lucha de clases sigue, y
confieso que la están dando muy bien en lo que les es posible, pues ahora la
quieren cambiar para ganar la guerra por las buenas ya que no la ganaron por
las malas. (…) En realidad (Cuba) se trata
de un país al que no habéis podido vencer, a pesar de las tremendas presiones y
acciones abiertas y encubiertas en su contra, y del incalificable bloqueo de
más de medio siglo que le habéis inflingido».
Entre
las medidas que los firmantes demandan a Obama se encuentran la posibilidad de
importar y exportar bienes y servicios entre el sector privado estadounidense y
empresas cubanas independientes así como permitir al sector inmobiliario y
financiero invertir en la Isla. Ante ello el autor de La democracia en
México responde:
«La democracia de las corporaciones y complejos ya es insostenible, la
organización del mundo por los complejos empresariales-militares-políticos y
mediáticos, cuyo más poderoso “atractor” es la “maximización de utilidades y
riquezas”, ya ha entrado a una “fase de transición” terminal, es necesario
impulsar la transición a un sistema cuyo atractor principal sea la libertad y
la vida (…) en ese camino veréis que es pionero el pueblo-gobierno de Cuba».
González
Casanova finalizó invitando a los firmantes de la carta abierta a Obama a pedir
la libertad de los cinco cubanos “Pidan
al presidente Obama la libertad de los tres héroes cubanos encarcelados.
Inicien una nueva historia de su palabra con actos como éste a que nos obligan
los cambios de un mundo en que no sólo existe la lucha de clases sino la lucha
por la vida, por la vida del 99% y también del 1% de la humanidad y de nuestros
descendientes. Pensad que otra vez en el principio del mundo estará la palabra”.
*Carta
abierta sobre Cuba, Pablo González Casanova
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