por Itandehui Reyes Díaz
Martes, 17 de junio de
2014
Fuente: Cimac noticias
Paola Quiñones, de 21
años, vocera de las mujeres centroamericanas durante la pasada Caravana-Peregrinación
Migrante por el Diálogo, fue secuestrada junto con Jorge, de 23 años, ambos de
nacionalidad hondureña, cuando el autobús en el que viajaban hacia la frontera
norte fue interceptado por un grupo armado, cerca de Reynosa Tamaulipas.
Ante la gravedad de la situación, la Caravana Peregrinación exigió a los
gobiernos tamaulipeco y federal que tomen las medidas necesarias para
garantizar la libertad, integridad y seguridad de las víctimas.
De acuerdo con un comunicado emitido en la ciudad de Ixtepec, Oaxaca,
difundido a través del sitio web del albergue “Hermanos en el Camino”, que encabeza el sacerdote y activista
Alejandro Solalinde Guerra, los secuestradores piden el pago de 2 mil dólares
(poco más de 26 mil pesos mexicanos) para liberar a cada persona.
En el comunicado se insta, de igual forma, a los gobiernos de
Centroamérica, especialmente al de Honduras, para hacer efectivos los
mecanismos existentes que podrían salvaguardar la integridad de sus
connacionales en México.
El pasado 6 de junio, ante representantes del Senado mexicano Paola
Quiñones habló como representante de las mujeres centroamericanas. Narró la
serie de abusos padecidos por las migrantes durante su tránsito hacia Estados
Unidos.
Aquella vez, Paola demandó seguridad ante las senadoras de la Comisión de
Relaciones Exteriores para América
Latina y El Caribe, Mariana Gómez del Campo (PAN), y Dolores
Padierna y Zoé Robledo (ambas del PRD).
La joven madre soltera dejó Tegucigalpa, capital de Honduras, el pasado 1
de marzo, en busca de cruzar la frontera con EU y “ofrecerle algo mejor” a su hija de tres años de edad.
En entrevista (Cimacnoticias 5 de junio de 2014), durante una pausa en el
albergue “La Sagrada Familia”, en
Apizaco, Tlaxcala, Quiñones había explicado sus motivaciones para hablar en
nombre de las mujeres: “Decidí alzar la
voz después de escuchar tantas historias de las mujeres en el albergue
(...); parece que tenemos algunas
ventajas, pero no es así (…); hablo
por las que tienen miedo, por las que han perdido algún miembro de su cuerpo en
el camino, por las que ha sido violadas, las que han sido asesinadas”.
El 1 de junio la Caravana salió de Ixtepec con más de 60 personas
provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, rumbo al DF para
buscar el diálogo con autoridades federales y diplomáticas de sus respectivos
países.
Tras reunirse con diferentes actores sociales en la Ciudad de México, la Caravana terminó y
algunos migrantes retomaron su camino hacia la frontera norte.
En el comunicado se señala que “al
igual que Paola y Jorge, miles de personas migrantes son secuestradas cada año
al buscar una alternativa a las condiciones de pobreza, exclusión, inequidad y
violencia de sus lugares de origen”.
Además –se añade– hay más de 90 organizaciones civiles que llevan a cabo
acciones urgentes, para detener lo que consideran una “tragedia humanitaria”.
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