20 junio
2014
Como es público y notorio las
autoridades del Gobierno del Distrito Federal, encabezadas por Miguel Ángel
Mancera y su secretario de gobierno Héctor Serrano, han desatado una campaña de
persecución política en mi contra, esta vez so pretexto de los hechos ocurridos
el día jueves 12 de junio del presente en el auditorio Digna Ochoa de la
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. A pesar de las evidencias
gráficas, los testimonios y las aclaraciones hechas por quienes realizaron la
protesta, mismas que se encuentran en varios medios de comunicación, estos
funcionarios insisten en involucrarme en dichos actos e incluso se ufanan de
haber abierto una averiguación previa en
contra de quienes se manifestaron aquel día, justamente contra la represión. A este respecto
son ofensivas las declaraciones de que en dicha investigación se respetará el debido proceso, cuando
llevamos más de año y medio viviendo detenciones ilegales y arbitrarias,
violaciones a derechos humanos y procesales, tortura, delitos inventados y
sentencias sin pruebas contra activistas sociales. Todas esas acciones
pretenden tener justificación en un discurso que primero deforma el significado
del anarquismo convirtiéndolo en un supuesto enemigo de “la sociedad” que atenta contra una supuesta paz, y segundo, pretende descalificar a los movimientos sociales
diciendo que quienes participan en ellos son anarquistas y por tanto, peligros@s.
El propio secretario de
gobierno declaró que el gobierno capitalino identifica bien a quienes se
movilizan, por ello me parece que es con toda intención que el GDF me señala,
es evidente que sabían que yo no me encontraba en la CDHDF, sin embargo dieron
mi nombre a la prensa, además de calumniarnos tanto a mi compañero Mario
González como a mí sin haber hecho hasta ahora aclaración alguna. Estas
acciones forman parte de una estrategia habitual empleada por el gobierno
del D.F. que consiste en el desprestigio y las falsas acusaciones para
justificar futuras acciones represivas. En este sentido, es cada vez más restringido
el margen que hay en la ciudad para expresar disenso, cualquier manifestación
se considera “violenta” por parte del
GDF, sin embargo poco se dice, por ejemplo, de la violencia policial cotidiana
ordenada por las instituciones del propio gobierno, personalmente he sido
agredida físicamente en varias ocasiones, junto con otr@s compañer@s, mientras
realizamos manifestaciones por la libertad de Mario González García, es muy
común que la policía nos encapsule, nos empuje, nos agreda verbalmente e incluso
nos robe nuestras pertenencias.
Es aberrante que
Héctor Serrano insista en el discurso de que quienes participamos en
manifestaciones somos delincuentes y
que abiertamente exprese que hay un seguimiento, una vigilancia, lo cual me
hace temer por mi seguridad. Por otro lado, la versión de Serrano de que fue la
CDHDF quien les proporcionó mi nombre obliga a la Comisión a pronunciarse al
respecto, si tal cosa fuera cierta sería un hecho sumamente grave.
Por todo lo anterior hago
responsables directos a Miguel Ángel Mancera Espinosa y Héctor Serrano Cortés
de toda agresión y/o cualquier acto de fuerza pretendidamente legal que sufra
mi persona. Exijo que se detenga esta campaña de descalificación y violencia
disfrazada de legalidad contra mi compañero Mario González, torturado y
apresado arbitrariamente desde el 2 de octubre pasado, y contra mí.
¡Libertad
a Mario González!
¡Libertad
a l@s compañer@s pres@s!
Nuria Ramírez
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