por Jessica Davies
Lunes, 16 de junio de 2014
Estados Unidos. Las
integrantes del Movimiento por Justicia del Barrio de Nueva York y
las zapatistas de La Realidad son dos ejemplos de cómo las mujeres en lucha en
todas partes del mundo se unen para inspirar y aprender una de otra, y cómo, en
el proceso, transforman al mundo.
El 24 de mayo, cientos de miembros del Movimiento, la mayoría mujeres, se reunieron para honrar la vida y lucha del zapatista asesinado en La
Realidad, el Votán Galeano. Aquí exponemos algunas de sus más importante
luchas.
La denuncia del propietario y especulador de más de mil 800 edificios en Nueva
York, que maltrata a los migrantes, es la más reciente en una larga serie de
batallas ganadas por las mujeres
y hombres del Movimiento por Justicia del Barrio contra los especuladores de
propiedades, las empresas multinacionales, políticos corruptos e instituciones
gubernamentales, que pretenden desplazarlos de su comunidad.
El Movimiento por Justicia del Barrio es una organización de base
comunitaria, dirigida por mujeres
inmigrantes, que lucha por la dignidad, la justicia social y contra la
opresión, gentrificación y desplazamiento en El Barrio, Nueva York.
La organización fue fundada hace casi diez años por madres inmigrantes
mexicanas, muchas de ellas indígenas, desplazadas de su tierra natal y
obligadas a emigrar. Se encontraron enfrentando al racismo, patrones brutales,
terribles condiciones de vida y la amenaza de ser desplazadas nuevamente. Estas
mujeres no participaron
en las luchas sociales en México
y no hablan inglés, pero empezaron a escuchar a sus vecinos y se dieron cuenta
de que todos comparten los mismos problemas y necesidades: una vivienda digna,
una comunidad fuerte y justicia.
Las mujeres
empezaron a ir de puerta en puerta, edificio por edificio, escuchándose una a
otra sobre sus problemas y juntas pensando sobre cómo resolverlos. Así se
estableció su forma de trabajar y nació el Movimiento por Justicia del Barrio.
Son las mujeres
quienes construyeron la organización: el Movimiento tiene ahora 850 miembros,
en 80 comités de edificio, de los cuales 80 por ciento son mujeres. Como inmigrantes,
trabajan turnos muy largos, seis a siete días a la semana, por salarios muy
bajos, además de todas las labores que tienen que hacer en casa –muchas son
madres. A pesar de todas estas ocupaciones, están profundamente comprometidas
con la lucha contra el neoliberalismo, la gentrificación y los propietarios
capitalistas, corporaciones multinacionales e instituciones gubernamentales que
buscan desplazarlas de, y destruir, su comunidad. Con determinación, sacan
tiempo para organizarse con sus vecinas y trabajar para seguir construyendo una
base comunitaria fuerte para la organización.
Inspiración zapatista
Las mujeres del Movimiento por
Justicia del Barrio –la mayoría, originarias de Puebla, Guerrero y Oaxaca-
obtienen una gran inspiración de las luchas notables de las mujeres en todas partes, pero
especialmente de las zapatistas en Chiapas, con quienes comparten ideas y
experiencias: la importancia fundamental de “escuchar”,
algo para lo que las mujeres
son muy buenas; la defensa colectiva de la comunidad como esencial; la
importancia de hacer propia la lucha de cada quien; y que si uno es afectado,
todos lo son.
Como las mujeres de
El Barrio, las mujeres zapatistas también son mujeres indígenas mexicanas
en lucha, aunque en un ambiente rural en lugar de uno de ciudad. Las
integrantes de Movimiento, como adherentes a la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona, ven su lucha como una forma de zapatismo urbano, y adoptan diversas
herramientas de lucha y métodos de organización utilizados por sus pares en
Chiapas.
Uno de los instrumentos utilizados por las mujeres son las “Consultas
del Barrio”, en las cuales todos los residentes locales son consultados;
así garantizan que los miembros de la comunidad más amplia de El Barrio sean
capaces de decidir la dirección de la organización. La consulta es un ejemplo
de democracia participativa y toma de decisiones horizontales para construir y
fortalecer la comunidad a nivel local, y una forma de unir más gente a la
lucha.
Una forma de las Consultas del Barrio es la impulsada por comunidad, donde
los miembros, principalmente mujeres,
le piden a la gente identificar los temas que más afectan sus vidas, a través
de reuniones comunitarias, foros públicos, diálogos comunitarios, divulgación
calle por calle, tocando puertas, reuniones en casa y votos de todos. Luego, el
Movimiento luchará alrededor de los temas seleccionados.
Otra tradición zapatista que Movimiento por Justicia del Barrio utiliza con
éxito, tanto en Nueva York como México
y de nuevo con las mujeres
al frente, es el encuentro. Ellas definen que “un Encuentro es un espacio de intercambio humano y de reflexión. Es un
lugar donde tod@s podemos
hablar, donde tod@s vamos
a escuchar a l@s demás, y donde tod@s podemos aprender. Es
un lugar donde podemos compartir las muchas luchas diferentes que hacen de nosotr@s un@ sol@. Un
Encuentro es un puente entre pueblos dignos de toda la ciudad y alrededor del
mundo”.
El Encuentro, por lo tanto, ayuda a unir y fortalecer las muchas luchas de
las comunidades marginadas y de sus organizaciones, además de formar redes de
apoyo mutuo y solidaridad entre ellos.
Homenaje a las luchas de las
mujeres
Para todos los miembros
de Movimiento por Justicia del Barrio, es de gran importancia reconocer las
contribuciones de las mujeres
a la lucha contra el neoliberalismo y la discriminación en todas sus formas.
En El Barrio y a lo largo del mundo las mujeres permanecen al frente de estas luchas
-desarrollando estrategias, impartiendo sabiduría, construyendo comunidad y
luchando incansablemente por la justicia y dignidad para todos. Muestran
valentía frente a la violencia y agresión que enfrentan; y fuerza y dignidad al
oponerse a la opresión, mientras trabajan constantemente juntas y se apoyan
mutuamente.
Una forma en la que al Movimiento por Justicia del Barrio le gusta honrar a
las mujeres de
su organización y del mundo es con la organización de una serie de eventos a lo
largo de todo el año. El 4 de junio de 2014, desarrollaron un “Foro público sobre Género, Despojo y
Gentrificación”, que incluyó un debate sobre la lucha de las mujeres zapatistas y tendrá
continuidad el 2 de julio con una discusión inspirada por las zapatistas,
acerca de los roles y las contribuciones de las mujeres a las luchas alrededor del mundo, titulado: “Las Luchas de las Mujeres Transforman el Mundo”.
Celebración de la lucha
Los inmigrantes de El
Barrio tienen mucho que celebrar, incluyendo las victorias obtenidas durante el
año anterior, en una batalla de todo un año liderada por las mujeres contra un nuevo
propietario que dispone de casi mil 800 apartamentos. Este propietario ataca a
sus inquilinos basándose en su percepción sobre los estatus migratorios. Las
líderes de los comités de los edificios afectados dieron entrevistas y
denunciaron la injusticia, sin temer las represalias.
Ésta es la más reciente en una larga serie de batallas luchadas y ganadas
por las mujeres y
hombres del Movimiento por Justicia del Barrio contra los especuladores de
propiedades, las empresas multinacionales, políticos corruptos y las
instituciones gubernamentales, que pretenden desplazarlos de su comunidad. Así
continúa la lucha diaria que, a su vez, inspira a otros.
Las mujeres del
Movimiento por Justicia del Barrio se apoyan mutuamente y luchan por derechos,
justicia y dignidad para su comunidad, para las mujeres del mundo, y para todos aquellos que están
marginados por la globalización neoliberal.
El 8 de marzo de 1996, el finado Subcomandante Marcos habló del papel de las
mujeres en la
lucha y en la historia: “mañana, si va a
haber uno, será hecho con las mujeres
y, sobre todo, por ellas”.
8 de marzo, celebración
fundamental
Quizás el día más
importante para las mujeres
en lucha por todas partes es el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer que Lucha, que en El Barrio
llama a una celebración muy especial.
En el Día Internacional
de la Mujer que Lucha de 2014, las mujeres
de Movimiento por Justicia del Barrio se reunieron y, tras la tradición anual,
todas recibieron una rosa roja a su llegada, además de una cena preparada y
servida por los miembros masculinos, de forma que las mujeres pudieron
completamente disfrutar de la noche.
El programa comenzó con una presentación de fotografías del año anterior
que muestran a las mujeres
del movimiento dirigiendo y participando en acciones comunitarias, a menudo con
sus niños protestando. Posteriormente se presentaron dos filmes: un documental
sobre el encuentro de mujeres
zapatistas (en el que las participantes de diversas partes del mundo
dialogaron, mientras los hombres se hicieron cargo de la logística y
alimentación, y el segundo, un video centrado en el papel femenino en los
movimientos sociales de todo el mundo: Egipto, Grecia, Sudáfrica, Chiapas, las
Filipinas, Tokio, Madrid y Nueva York.
Las mujeres
reflexionaron sobre los videos, y miembros del movimiento -nuevos y veteranos-
rindieron homenaje a mujeres
rebeldes en cada rincón del mundo. Las mujeres
se reunieron con los puños en el aire y un grito subió: “¡que vivan las mujeres en lucha en el mundo!”
Una parte vital de la celebración en El Barrio fue el reconocimiento de las
mujeres, que
asumen gran parte del liderazgo y son vistas como ejemplos de “Indignadas” en este lugar de
inmigrantes. Las mujeres
fueron celebradas y honradas por su incansable trabajo de difusión, por la
creación de una base fuerte en la comunidad, y por ponerse al centro de los
medios de comunicación para denunciar a su propietario –que las amenazó y
acosó.
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