Fuente: La Jornada,
23-06-2014
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186508
La Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) vuelve a las
andadas. En realidad nunca se ha apartado de la industria de la
contrarrevolución. Si hay dinero para financiar actividades subversivas contra
Cuba, Jorge Mas Santos se anota. En la coyuntura no se trata de planes de
magnicidio, sabotajes o acciones terroristas en la isla, como las que la FNCA
protagonizó en el pasado. Su accionar ahora es menos letal: capacitar y formar
jóvenes cubanos como líderes opositores mediante las técnicas de la llamada guerra suave.
Promovido por el Departamento
de Estado, el programa de becas de Estados Unidos pretende identificar y captar
estudiantes con nivel intelectual y posiciones hipercríticas hacia el actual
proceso cubano, para entrenarlos en técnicas subversivas dirigidas a atraer a
las masas y organizar acciones de desestabilización y desobediencia social,
incluyendo algunas de corte violento. Verbigracia, se busca reproducir en la
isla el modelo de los golpes suaves
aplicado en Libia, Siria, Ucrania y Venezuela.
El primer curso
intensivo para fabricar presuntos nuevos
líderes para Cuba concluyó en mayo pasado en el estado de Florida. Las
becas fueron promovidas por el Miami Dade College y la Fundación de los
Derechos Humanos en Cuba (FDHC, tapadera de la FNCA), en el marco de un
programa denominado Somos un solo pueblo.
Ambas fundaciones reciben financiamiento de la Agencia para el Desarrollo
Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés), que depende
del Departamento de Estado.
El programa de becas se
inscribe en un nuevo plan subversivo concertado por el gobierno de Barack Obama
y la mafia contrarrevolucionaria de Miami. Con fondos de la AID y otras
partidas no públicas, la FNCA y la FHRC han venido desarrollando una campaña
ideológica anticubana permanente. Para ello, han suministrado equipos de
comunicación, computadoras, celulares, cámaras fotográficas y de video, DVD,
memorias flash, banderas, propaganda de todo tipo, dinero en efectivo,
alimentos, medicinas y toda una variedad de artículos y medios a grupúsculos de
la llamada disidencia interna.
En declaraciones al
diario El Nuevo Herald, Mas Santos
dijo que la meta es preparar en Estados Unidos hasta 100 estudiantes por
semestre. Debido a las críticas recibidas por el bajo nivel de la primera
promoción de becarios, el presidente de la FNCA adelantó que el proceso de
selección será más riguroso.
El programa del
Departamento de Estado para becarios cubanos se inscribe en el marco de las
llamadas revoluciones de colores que
han servido para desestabilizar y/o derrocar gobiernos considerados enemigos de Washington. Las técnicas del
golpe suave incluyen estrategias y
tácticas militares no violentas (y también violentas), según planes diseñados
por la Albert Einstein Institution de Gene Sharp y Robert Helvey, y el Centro Internacional del Conflicto No
violento del ex banquero Peter Ackerman, presidente de Freedom House. Como
en Ucrania y Venezuela, el propósito es entrenar estudiantes en técnicas y
maquinaciones sobre cómo confundir, fragmentar, desordenar y desviar a masas
movilizadas en las calles, sembrar desaliento y promover actos de violencia, al
tiempo que se impulsa de manera indirecta la negación de principios y valores
nacionales y se busca entronizar otros exógenos, es decir, acordes con la
defensa de los intereses estadunidenses.
El adiestramiento de
jóvenes cubanos en el Miami Dade College
forma parte de una vasta red de operaciones públicas y encubiertas del
Pentágono y el Departamento de Estado, que incluyó el llamado ZunZuneo, proyecto ilegal y clandestino
diseñado, financiado e implementado para subvertir el orden interno en la isla,
mediante un Twitter cubano. La
intención de esa plataforma de servicios de telecomunicaciones ilícitos hacia
Cuba desde el exterior, fue enviar a usuarios cubanos mensajes de contenido
político para influir en sus posiciones y alentarlos a actuar contra el
gobierno. El proyecto fue ejecutado mediante una extensa red de contratistas
privados, empresas fachada, servidores informáticos y cuentas bancarias en
varios países, con el propósito deliberado de ocultar la participación activa
de agencias gubernamentales estadunidenses.
Los fondos millonarios
del Programa Cuba de la AID han sido
destinados para iniciativas similares como Conmotion,
herramienta desarrollada por el Instituto de Tecnología Abierta (OTI) de la New
America Foundation, con sede en Washington, originalmente para uso militar, que
consiste en la creación de redes inalámbricas independientes en forma de malla
para enlazarse con el exterior, fuera de cualquier control gubernamental, lo
cual permite desinformar a los usuarios sobre la situación en su país y
convocarlos a manifestaciones.
Otras agencias del
gobierno estadunidense, como la Oficina de Transmisiones a Cuba, impulsan
proyectos ilegales como Piramideo,
plataforma de comunicación que promueve el envío de mensajes masivos a usuarios
en la isla. Durante el gobierno de Obama, a ese tipo de iniciativas y a las
emisoras Radio y Tv Martí (para la
guerra mediática desde el éter), le han sido asignados 142 millones de dólares del
presupuesto federal, y más de 770 millones de dólares desde la fecha de su
creación.
En vez de cabecillas revoltosos y acciones
ilegales, injerencistas y subversivas que atentan contra la estabilidad, el
orden constitucional y la soberanía cubana −y también contra el derecho
internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas−, lo que Cuba
y los países latinoamericanos necesitan es que Estados Unidos abra sus
universidades y comparta sus investigaciones científicas, por ejemplo, en el terreno
de la producción de alimentos y medicinas de última generación, así como
proyectos que ayuden al desarrollo científico y tecnológico dirigidos al
crecimiento económico.
Comentarios