Bety Cariño y Jyri Jaakkola luchaban para poner fin a la discriminación en
contra de integrantes de grupos indígenas; su preocupación principal eran las
agresiones que sufrían las y los indígenas Triquis en la región de San Juan Copala,
en Oaxaca.
Su lucha les costó la vida: Bety y
Jyri fueron asesinados el 27 de abril de 2010 mientras trataban de introducir
alimentos y medicinas al Municipio Autónomo de San Juan Copala, comunidad triqui que se encontraba sitiada desde
noviembre de 2009 por grupos paramilitares al servicio del gobierno mexicano. Ubisort-PRI
y MULT-PUP, organizaciones aliadas del gobierno estatal, recurrieron a métodos
criminales para impedir que floreciera la naciente autonomía del pueblo triqui
que recién había fundado en enero de 2007 el Municipio Autónomo, inspirado en
el ejemplo zapatista. Bety y Jyri, adherentes a la Sexta Declaración de la
Selva Lacandona, consecuentes con el principio zapatista de estar con el
agredido, se solidarizaron con este proyecto autonómico, lo cual les costó la
vida.
Las autoridades mexicanas se han
comprometido en distintas ocasiones a llevar a las personas responsables de los
asesinatos a la justicia; sin embargo, a pesar de las órdenes de arresto
emitidas contra doce personas, es grave observar que las autoridades estatales
y federales no hayan llevado a cabo ninguna detención, pese a estar plenamente
identificados los asesinos perteneciente a los grupos paramilitares Ubisort y MULT. Exigimos fin a la complicidad del gobierno con estos grupos paramilitares. Basta de impunidad.
Comentarios