Bertha Cáceres, una vida de lucha integral en Honduras contra megaproyectos neoliberales depredadores
Por Santiago Navarro F.,
Heriberto Paredes y Aldo Santiago
Fotografía: Waleska
Linares/Centro de Medios Independientes-Guatemala
Agencia SubVersiones
04 marzo, 2016
«El asesinato de Bertha
Cáceres no es un ataque al pueblo lenca o a las organizaciones sociales, es un
golpe certero a todo Honduras», así lo expresó en conferencia de prensa Bertha
Oliva a nombre del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras
(COFADEH) este jueves 3 de marzo. Bertha Cáceres, defensora integral de la
vida, luchó por la permanencia de varias comunidades, siempre en contra de
megaproyectos que amenazan con destruir el territorio, pero también lo hizo
contra el patriarcado, contra la dominación de la mujer. La noticia de su
muerte no tardó mucho en difuminarse entre las y los integrantes de su
organización, entre diferentes organizaciones y pueblos, luego en toda Honduras
y en las primeras horas de la mañana, el dolor se había extendido por varios
países. La imposición de la violencia y la muerte para defender un negocio
arrebató la vida de una luchadora incansable.
Bertha Cáceres en la ribera del río
Gualcarque, también en la región de Rio Blanco. Fotografía: Berta Caceres 2015
Goldman Environmental Award Recipient.
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Bertha Cáceres, «nos enfrentamos a
poderes grandes»
Eran las primeras horas de la madrugada del día 3 de marzo
cuando un grupo de personas armadas entraron violentamente a la casa de la
activista Bertha Cáceres, descargando cuatro impactos de bala sobre su cuerpo
que le arrebataron la vida. El mexicano Gustavo Castro Soto, quien la
acompañaba, y quien fue herido en el mismo suceso, dio aviso a sus compañeros
de que Berta había sido asesinada.
Castro, fundador y
director de la organización civil Otros Mundos A.C Chiapas-México, había sido
invitado para dar una conferencia en el «Foro
sobre energías alternativas desde la visión indígena», una iniciativa
organizada por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de
Honduras (COPINH), llevada a cabo los días 2,3 y 4 de marzo de este año 2016. «Era el 1er día de actividades
cuando en pleno evento estábamos recibiendo amenazas, fue cuando nuestra
compañera –Bertha Cáceres– pidió que
uno de nuestros compañeros –Gustavo Castro– la acompañara, aunque desde ese momento fue perseguida por un grupo de
sicarios que después entraron a su casa para asesinarla. Pensamos que sólo
sería una más de tantas amenazas que ya hemos recibido», dijo a SubVersiones
Lilian Esperanza López Benítez de la coordinación del COPINH.
Bertha Cáceres formó parte
en 1993 del grupo fundador de la COPINH y fungía como coordinadora del consejo,
representante de la comunidad indígena lenca de aproximadamente 400 mil
habitantes y otros movimientos campesinos, quienes habitan el occidente
hondureño y que mantienen una lucha férrea contra empresas transnacionales como
la Sinohydro Corporation de capital chino, quienes aún pretenden edificar el
proyecto Hidroeléctrico Aguas Zarca entre los departamentos de Santa Bárbara e
Intibucá a pocos kilómetros de la Reserva de Vida Silvestre Montaña Verde. Este
proyecto pretende generar 21.3 MW mediante la concesión por 20 años del río
Gualcarque –Río Blanco–, río sagrado para los indígenas Lenca, perteneciente a
la cultura Maya quienes se consideran custodios de la naturaleza, de la tierra
y guardianes de los ríos.
En estos momentos trabajamos
contra 50 proyectos de generación de energía, otorgados ilegal e
ilegítimamente. Hay 43 proyectos hidroeléctricos que privatizan ríos y 7
eólicos concedidos a grandes transnacionales. Solo en nuestra zona tenemos la
amenaza de más de 100 concesiones mineras en el contexto de la entrega más
brutal que ha habido en este país. Se están aprobando más de 870 concesiones
mineras, el Estado les ha otorgado el 30% del territorio. Esto significa que la
crisis y la conflictividad por el agua va a aumentar, y también la militarización.
El trabajo es infinito. Relataba Bertha en entrevista con un diario español en
junio de 2015.
Lilian
Esperanza sostiene que la empresa DESA, Sinohydro y el gobierno son cómplices. «Nuestra compañera ya había sido amenazada
desde el año 2012 por sicarios contratados por la empresa Sinohydro, por
militares y por el propio gobierno. Podemos afirmar que la empresa y el
gobierno son quienes orquestaron este asesinato». La propia activista Bertha
Cáceres sostuvo en un video realizado por la Agencia Autónoma
de Comunicación SubVersiones en el año 2013 que, «las transnacionales no necesitan intermediarios como diputados o
ministros, sino que llegan directamente a reprimir a las comunidades y tienen
un plan de militarización con cada proyecto. Incluso esto fue aceptado por el
representante del Estado en las audiencias de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH)».
Sinohydro Corporation Ltd. es una
empresa global con sede en China que posee una cartera de negocios
diversificada que va desde conservación hídrica y construcción hidroeléctrica
hasta financiamiento, diseño, implementación y operación de proyectos en
infraestructura, en áreas como electricidad, transporte, obras civiles, minería
y bienes raíces. Los activos de Sinohydro en América Latina incluyen su
emblemático proyecto de generación Coca Codo Sinclair en Ecuador, la central
termoeléctrica El Palito en Venezuela y la presa Chalillo en Belice. El grupo
se constituyó en el año 2009 y tiene su sede en Beijing.
Para la construcción e instalación del proyecto Hidroeléctrico Aguas Zarca,
en el año 2012, el Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE) otorgó
un préstamo de 24.4 millones de dólares. Mientras tanto en julio del año 2015,
Giorgio Valentini, representante del Banco Mundial (BM) en Tegucigalpa, se
jactaba de que Honduras era el que más apoyo recibía del Grupo Banco Mundial de
Centro América, «los créditos suman (del
año 2015) 1,500 millones de dólares,
entre el sector público y privado», aseveró.
La resistencia emprendida por
Cáceres junto con las comunidades indígenas afectadas permitió que
tentativamente la compañía china Sinohydro, retirara su participación en el
proyecto hidroeléctrico. Lo mismo ocurrió con la Corporación Financiera
Internacional del Banco Mundial que invierte en el sector privado, quien
también abandonó la iniciativa. No obstante, el objetivo de ambos organismos es
continuar a toda costa con dicho proyecto. En este país se han identificado por
lo menos 40 proyectos hidroeléctricos en el marco del Proyecto Mesoamérica, así
como los llamados corredores carreteros, de energía eléctrica, comunicaciones y
transportes, proyectos turísticos, todo con financiamiento del Banco
Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, canalizado para empresas
transnacionales.
Luchamos contra los megaproyectos como la privatización hidroeléctrica, las
inversiones turísticas en las playas y las montañas, la explotación minera, las
leyes que favorecen y privilegian las transnacionales sobre todo en el sector
de la minería y de los hidrocarburos. Estamos en lucha contra la privatización,
el capitalismo «verde», que se impone a través de los proyectos REDD-PLUS, por
la Unión Europea, el Banco Mundial, el BID, la USAID. Es una realidad tremenda
porque vemos como los estados y los gobiernos juegan con la miseria, incluso la
de los pueblos indígenas. Nos encontramos en el pleno de un proceso de lucha,
de resistencia y de formación, compartía Berta en la víspera del Encuentro
Internacional por los Derechos Humanos en solidaridad con Honduras realizado en
Tocoa, Bajo Aguán durante febrero de 2012.
Megaproyectos
Desde agosto del año 2009, en el contexto del golpe de Estado, momento en
el que Berta denunció el incremento de la presencia militar de EUA en el marco
de la plataforma que depende del Comando Sur, el Congreso Nacional de Honduras
aprobó la Ley General de Aguas, donde planteaba entre otros puntos las
concesiones de los recursos hídricos de este país para las empresas privadas.
Desde este momento se han intensificado no solo las concesiones de estos
recursos, sino que la continuidad del Proyecto Mesoamérica que abarca desde
México hasta Colombia.
«Existe una gran diversidad de megaproyectos en Honduras que se han
agudizado desde el golpe de Estado. El gobierno ha respaldado descaradamente
estos proyectos y los están implementando asesinando a todo opositor que se les
interponga. Han sido más de 100 asesinatos de luchadores en nuestro país y son
crímenes que han quedado en la impunidad. Nosotros no dejaremos que esto suceda
con nuestra compañera», agrega Lilian Esperanza.
Bertha Cáceres aseguraba que la
resistencia y la lucha de Río Blanco estaban enfrentando al capital
transnacional con gran fuerza, que éstos estaban utilizando todos los recursos
a su alcance para continuar. «Toda esa
maquinaria represiva ha pretendido criminalizar el derecho a nuestra legitima
lucha, es algo que no vamos a dejar que sea criminalizada. Estamos conscientes
que nos enfrentamos a poderes grandes que operan con todas las estructura del
Estado de Honduras que está muy concentrada en la criminalización de nuestra
lucha».
Desde 2014 Honduras fue señalado
como el país con más asesinatos de defensores del ambiente en todo el mundo.
Entre 2012 y 2014 sumaron 111 asesinatos de activistas, donde más de 80
sucedieron en la región del Bajo Aguán. Tan sólo durante la campaña contra Agua
Zarca, tres integrantes del COPINH fueron amenazados, torturados y asesinados.
En ese contexto no es casualidad el
aumento de empresas de seguridad privadas, cuyo número es cinco veces superior
al cuerpo policiaco, donde la mayoría de ellas pertenecen a antiguos altos
cargos de la policía y el ejército. Como muestra de la impunidad con que
aquellos grupos paramilitares actúan se registra lo sucedido el pasado 20 de
febrero, cuando el COPINH marchó en protesta hacia el lugar de construcción de
la represa de Agua Zarca y más de 100 personas fueron detenidas y hostigadas
por cuerpos de seguridad. Tras sortear el bloqueo con maquinaria de parte de la
empresa, los manifestantes percibieron la presencia de personas armadas. «La policía nos dijo que nos estaban
esperando hombres armados, les dijimos que por qué no los capturaban si ya lo
sabían y no hicieron nada. Se vio claramente la complicidad de la misma fuerza
de seguridad», dice Tomás Membreño integrante de la COPINH quien
responsabiliza del asesinato a los representantes de Desa-Agua Zarca, al Banco
FICOHSA, el Banco de Desarrollo Holandés FMO, el alcalde municipal de Intibucá
y el alcalde de San Francisco de Ojuera.
En el asesinato podrían estar
involucrados exagentes de la policía, según denuncia el compañero de Bertha. «Incluso el jefe de seguridad de la empresa
DESA es ex miembro del Ejército hondureño y tenemos entendido que ha formado
parte del Batallón 3-16 que tenía el Estado para asesinar a dirigentes que se
opusieran a las políticas de los años 80» en referencia a por lo menos 184
víctimas entre estudiantes, profesores, periodistas y activistas de derechos humanos
hondureños de la época.
Su compañera de lucha, Lilian
Esperanza, asegura que Bertha Cáceres, les ha enseñado lo mejor para poder
continuar su lucha y no bajar la cabeza. «Bertha
fue una mujer que nos enseñó con su propia vida y con su coraje a defender
nuestros derechos. Nosotras estamos preparadas para continuar de pie. Con todo
el dolor y la rabia nosotros continuaremos y no bajaremos la cabeza. Porque
ella es nuestro ejemplo. En cada uno de nosotros hay una Berta y el gobierno y
las empresas tendrán que matar a todo un pueblo para que puedan avanzar»,
finaliza Lilian Esperanza.
Llena de música
Con la misma velocidad con la que la noticia de lo ocurrido se difundió,
las protestas afuera de las embajadas de Honduras se organizaron. Nadie dudó de
señalar al Estado sea como autor o como cómplice de la muerte de Bertha. Hasta
el momento ha sido en San Cristóbal de las Casas, Chipas, Ciudad de Guatemala,
El Salvador, San José Costa Rica, Managua, Valencia, España y por supuesto, en
Tegucigalpa.
Los restos mortales de Bertha
Cáceres fueron trasladados la madrugada de este viernes 4 de marzo hacia el barrio
de La Esperanza, Intibucá, para que se pudiera llevar a cabo la ceremonia
fúnebre y al mismo tiempo todas las personas que así lo desearan pudieran
despedirse de ella. Berta Cáceres será enterrada este sábado. Su despedida
estuvo llena de música y de la presencia de muchas personas que acudieron a
solidarizarse con la familia, para honrar su lucha al salir a las calles
demandando justicia para en palabras de Bertha «seguir defendiendo la sangre de nuestra tierra y nuestros ancestros».
Nuestras luchas se desprecian e invisibilizan porque para quienes tienen el
poder político y económico son un mal ejemplo. Inspiran la lucha emancipatoria
de los pueblos y demuestran que sí son posibles otras formas de vida que
protegen el planeta. Esto es contrario al proyecto de dominación hegemónica que
se impone en todo el mundo y que pretende saquear los recursos estratégicos de
los pueblos. Bertha Cáceres
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