Drama sin respuesta: los 43 normalistas de Ayotzinapa, "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!"
x Alejandra Córdova R. y
Arnaldo Pérez G.
Punto Final
La Haine
11/01/2016
México, Chile
"Vivos
se los llevaron, vivos los queremos"
La mañana del 27 de septiembre de 2014 todo
cambió para las familias de Mario González y Clemente Rodríguez, humildes
campesinos de los municipios de Huamantla y Tixtla, en México. La noticia daba
la vuelta al mundo y ya se hablaba de heridos, muertos y encarcelados por la
policía estatal. Pero lo que vendría más tarde sería todavía peor. 43 alumnos
de la Escuela Normalista de Ayotzinapa desaparecieron sin dejar rastros. La
versión oficial del gobierno mexicano fue el asesinato de los estudiantes por
el cartel del narcotráfico Guerreros Unidos, para luego ser incinerados en un
basural de Cocula.
Un golpe
que sacudió a estas familias de la manera más brutal. Los padres de los 43
muchachos abandonaron sus labores en el campo y muchos perdieron sus cosechas
con las que sostenían la mesa familiar. Otros, junto con renunciar a sus
oficios y con su dolor a cuestas, decidieron salir en búsqueda de sus hijos sin
importar las amenazas y las puertas que se cerraban.
En medio
de las acciones para esclarecer esta forzada desaparición, César González y
Clemente Rodríguez, padres de dos de los 43 normalistas, recibieron desde Chile
la invitación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central y
de la Federación de Estudiantes de esa casa de estudios para solidarizar con
una causa que los estudiantes chilenos y las organizaciones de derechos humanos
han hecho suya. También estuvieron en la Universidad Tecnológica Metropolitana
(UTEM) y en Valparaíso.
La
emoción de estos padres se selló con las muestras de cariño y solidaridad
recibidas. Ambos conversaron con Punto Final en la Universidad Central.
Punto
Final: El dolor de ustedes se ha visto agudizado por el rol de un
Estado que miente sobre esta situación. ¿Esto los motiva a seguir luchando por
la verdad?
Mario González: “Nosotros, como padres, siempre lo hemos
dicho: los vamos a seguir buscando. Desgraciadamente sabemos que nos
enfrentamos a un monstruo, el Estado, que es difícil derrotar. Pero nosotros no
lo queremos derrotar: queremos saber la verdad, qué pasó con estos 43 jóvenes y
que los entreguen vivos. También estamos luchando por los 27 mil desaparecidos
que hay en México y contra las represiones e injusticias con los indígenas y
con todas las personas objeto de despojo. En eso estamos”.
Clemente Rodríguez: “Desgraciadamente nuestro gobierno habla muy
bonito de México pero nunca dice la verdad. No dice las cifras correctas de los
desaparecidos. Los países que hemos visitado como padres de familia nos han
demostrado que también tienen represión, desaparecidos y muchos homicidios”.
Punto
Final: Hace unos días se dio a conocer una versión que echa por
tierra lo señalado por el gobierno en orden a que no se habría registrado un
incendio en el basural de Cocula. ¿Cuáles son las siguientes acciones a seguir?
Mario González: “Seguir difundiendo, porque nosotros desde
el principio nunca creímos lo señalado por el gobierno y lo que habría ocurrido
en el basural de Cocula. Como campesinos sabemos lo que es un fuego de esa
magnitud y por ello queremos seguir presionando para conocer la verdad.
Afortunadamente ya llegamos a Washington y obtuvimos la formación de la
Comisión Investigadora de Derechos Humanos”.
Clemente Rodríguez: “Queremos que se investigue.
Desgraciadamente hasta ahora no hay ningún político detenido o responsable de
la separación de nuestros hijos y de los golpes sicológicos que nos han dado
como padres de familia y como víctimas”.
Punto
Final: El grupo de expertos de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos ha debatido la llamada “verdad
histórica” que ha pretendido instalar el gobierno mexicano acerca de lo
sucedido en Iguala. ¿Cómo ven el rol que está jugando esta instancia
internacional?
Clemente Rodríguez: “En nuestro gobierno fueron dos versiones
que se nos entregaron y que se nos quería imponer a la fuerza. Una de ellas fue
cuando se encontraron las primeras fosas con pedazos de los cuerpos
despedazados y se nos dijo: ‘Este es tu pedazo, esta mano te corresponde a ti,
esta pierna te corresponde a ti, y ya pueden irse a casa. Eso es lo que queda
de sus hijos’. Pero afortunadamente mis compañeros y yo somos más fuertes y
seguimos luchando, alzando la voz, gritando, haciendo actividades. Gracias a
esto llegaron los forenses argentinos y revirtieron ese enfoque del gobierno”.
Mario González: “El último golpe sicológico que se nos dio
fue cuando llegó la verdad histórica y nos dijeron: a sus hijos
desgraciadamente no los podemos identificar porque fueron calcinados; hincados,
les dispararon en la cabeza, los aventaron hacia el basural y los quemaron. Eso
mis compañeros no lo creían. Yo era el único a veces que me imaginaba cómo era
posible que hincaran a mi hijo, le dispararan y luego le prendieran fuego.
Sicológicamente queda uno loco, pero afortunadamente llegaron los expertos de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y con líneas de investigación
contundentes. El Estado mexicano puso trabas a este trabajo de la Comisión para
que no se supiera la verdad, pero aun así nuestros expertos siguieron
trabajando y nosotros haciendo actividades para apoyarlos. Ellos lograron que
esa versión fuera cayéndose a pedazos. La primera declaración de nuestro equipo
fue que había muchas contradicciones, y luego mucha gente muy golpeada para
declarar lo que al Estado le convenía; y atacaron a nuestro equipo de distintas
maneras. Llevaban gente a otros países para que nos difamaran. La última prueba
contundente fue con las fotografías satelitales que demostraron que los días 26
y 27 de septiembre no hubo fuego en el basural de Cocula”.
Punto
Final: Ya va un año y cuatro meses de la desaparición de estos
estudiantes y queda la sensación de que el gobierno más allá de esclarecer la
verdad insiste con su tesis de que los jóvenes fueron asesinados. Sin embargo,
para ustedes están vivos…
Clemente Rodríguez: “El gobierno nunca ha buscado a nuestros
hijos con vida; siempre los ha querido encontrar muertos. Como padres tenemos la corazonada y la
convicción de que están vivos. Científicamente creemos que están vivos porque
no nos han demostrado lo contrario. También tenemos un poco de temor, porque ha
pasado un año y cuatro meses. Pero como padres vamos a seguir luchando por
estos 43 muchachos y, creo en Dios, que están vivos todos. No importa el dolor
de mi familia o el mío. A mí lo que me importa es saber que mi hijo está
sufriendo dolor”.
Mario González: “Para que la lucha pueda continuar, debemos
seguir levantando la voz por los 43 estudiantes. Somos padres de familia que
abandonamos nuestros trabajos. Muchos se dedicaban a los cultivos y sus
cosechas quedaron abandonadas. Pero aquí estamos aguantando y luchando por
nuestras familias”.
Punto
Final: ¿Qué otras líneas de investigación ha seguido la Comisión de
Expertos?
Clemente Rodríguez: “Ellos han sido muy importantes; por eso
queremos que se queden todo el tiempo que sea necesario. Con su trabajo se
esfuma la verdad histórica del gobierno. Nos ha aclarado a qué hora salieron
los jóvenes a Chilpancingo con destino a Iguala, una versión que contrasta con
lo señalado por la Procuraduría General de la República. Nunca se nos dijo que
había un quinto autobús. Mi hijo iba en el 1531 y quienes descubrieron esto
fueron los expertos, así como muchas anomalías por parte del gobierno. Por eso
al gobierno le está doliendo, porque mucha gente a nivel mundial se está manifestando,
se está pronunciando por los 43 normalistas. Se va a saber la verdad y los
vamos a encontrar”.
Punto
Final: ¿Tienen contemplado visitar otros países de Latinoamérica
para sensibilizar sobre este tema y buscar apoyo?
Mario González: “Sí, a donde nos inviten vamos a ir. Si
tenemos que ir al cielo para buscar a esos niños tenemos que ir. Si tenemos que
ir al infierno, pues iremos porque no los podemos perder, son pedazos de
nuestro ser”.
Clemente Rodríguez: “Nosotros estamos molestos porque el
gobierno no ha cumplido en las demandas que hemos pedido. Se burla de los 43
padres de familia y aquí estamos dando la cara al mundo para exigirle al
presidente Enrique Peña Nieto que nos presente con vida a los 43 normalistas. Vivos se los llevaron, y vivos los queremos”.
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