Caminantes: Documental del paso de la Marcha del Color de la Tierra del EZLN por Nurío, Michoacán, en 2001
Documental: Caminantes
Título
original: Caminantes
Dirección: Fernando León de Aranoa.
Guion: Fernando León de Aranoa, Ángel Luis Lara.
Fotografía: Jordi Abusada.
Música: Alfonso Arias.
Montaje: Mariela Cádiz.
Intervienen: Juan Chávez Alonso, Mª Guadalupe Samaniego, Juan Romero Orozco, Ignacio Romero, Subcomandante Marcos.
Año: 2001.
País de producción: España, México.
Duración: 57 min.
Dirección: Fernando León de Aranoa.
Guion: Fernando León de Aranoa, Ángel Luis Lara.
Fotografía: Jordi Abusada.
Música: Alfonso Arias.
Montaje: Mariela Cádiz.
Intervienen: Juan Chávez Alonso, Mª Guadalupe Samaniego, Juan Romero Orozco, Ignacio Romero, Subcomandante Marcos.
Año: 2001.
País de producción: España, México.
Duración: 57 min.
Sinopsis:
La historia transcurre
durante los primeros meses del año 2001, en Nurío, una pequeña población
indígena del altiplano mexicano, donde sus habitantes se preparan para recibir
a los participantes de la marcha promovida por el Ejercito Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) en su camino desde el Estado de Chiapas hasta la
capital del país, México DF, con el propósito de reconocer los derechos
culturales de la población indígena. Una película documental que incluye una
entrevista con el subcomandante Marcos, que se ha convertido en el portavoz de
las reivindicaciones indigenistas y en todo un símbolo de la antiglobalización.
El guionista y también director Fernando León de Aranoa, satisfecho, tras
su labor en La espalda del mundo, y cargando con unas
ideas políticas que a nadie se le escapan, construye
con Caminantes, un breve documental que no llega la hora de duración
y que ofrece un enfoque muy creativo, estimulante y original de la marcha
zapatista, con el propósito de presentar al gobierno de la república las
reivindicaciones de los silenciados en las democracias “postsociales”, es decir, los que tienen menos dinero. León de Aranoa
glosa en apenas sesenta minutos los días previos a la llegada del subcomandante
Marcos y toda su corte de seguidores en el municipio indígena de P’urhépecha,
una de tantas zonas deprimidas de México que presenta un alto índice de
emigración y innegables muestras de pobreza. Junto a estas imágenes, se dan
cita desde la profesora del colegio hasta un speaker, pasando por granjeros y
músicos, intercalarse asentándose las declaraciones del subcomandante Marcos,
prolijas en parábolas y alegorías, en un tono mesiánico que atrae por carecer,
como en su momento Jesús, de cualquier filiación económica, religiosa o
política.
Aciertos todos estos reseñados de un guion que es capaz de condensar en
menos de una hora un documento emocionante de la penosa vida que tienen que
sufrir aquellos a quienes sólo se les mira para pedirles su voto. Hay, además,
un acierto más en esta historia, y es (como se encarga de remarcar el
documental en su cierre) evitar el lado folclórico de la trama (que también lo
tiene, sin duda) para generalizar el mensaje que propugna este Ejército
Zapatista de Liberación Nacional a gentes de toda raza, estrato social o
religión.
Un documental interesante en estos tiempos en que parece que lo que llamó
Derrida "la crisis de los grandes
relatos” ha derribado la idea de progreso en prácticamente todos los
ámbitos de nuestras vidas excepto en el capitalismo. Un documental formulario
en su puesta en escena, pero cuyos contenidos merecen la pena ser expuestos
para seguir asintiendo cuando se afirma que, como dice el subcomandante
Marcos, el capitalismo es el capitán de ese barco que se va hundiendo y lo
que va echando todo aquello que no le produce rédito, que considera superfluo.
Ese barco, que es la sociedad, finalizará en el fondo del mar. Pero con él, el
capitán.
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