Ir al contenido principal

CDMX: AUTOORGANIZACIÓN Y SOLIDARIDAD AUTÓNOMA ANTE LA EMERGENCIA.

La solidaridad también produce réplicas
Fotografía de portada: Agencia Subversiones, licencia copyfarleft P2P.
 
Conoce los espacios autónomos que siguen recibiendo acopio: 
Escuela de Cultura Popular Mártires del 68 (colonia obrera, centro), 
Biblioteca social reconstruir (colonia Guadalupe Victoria por metro La Raza) 
Multiforo Cultural Alicia (colonia Roma), 
Librería/Café Marabunta (colonia Romero de Terreros, Coyoacán), 
Cocoveg (colonia Obrera —sólo alimentos—).
Desde algunos de ellos se están canalizando entregas hacia Morelos y Puebla también.
Seguiremos actualizando esta información y otras maneras de apoyar/nos entre compas sin las instituciones del narcoEstado.
 
La alarma sísmica de las 13:14 sonó cuando el temblor ya había comenzado: el epicentro fue en Axochiapan, Morelos, a 120 km de la Ciudad de México. La señal no llegó a tiempo. Confundida, mucha gente no logró salir de sus edificios: pensaron que se trataba de otro simulacro o, simplemente, no lograron evacuar.
Quienes lograron salir se encontraron de nuevo en la calle, apenas doce días después del sismo que, el siete de septiembre pasado, devastó el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca.
Inmediatamente, buena parte de la Ciudad se quedó sin servicio eléctrico, sin telefonía celular y sin información. Pero, como en 1985, el apoyo mutuo y la solidaridad organizada comenzaron a articularse para hacer frente a la desinformación y a la completa pasividad de todo el aparato del Estado.
Pronto, las principales avenidas se poblaron de gente buscando dónde y cómo apoyar. En Calzada de Tlalpan, sólo en dos de los cuatro carriles circulaban automóviles: el resto del espacio era ocupado por filas de gente intentando comunicarse; encontrándose y comenzado a organizarse.
 
Al mediodía, ya comenzaban a escucharse en la calle lo que, horas después, serían las referencias geográficas de la catástrofe: una escuela con niñxs atrapadxs en Coapa, edificios derrumbados en Narvarte, Condesa, en el Centro.
Mucho más rápido, digno y solidario que la respuesta del Estado, el apoyo mutuo comenzó a organizarse en torno a esos puntos. Enseguida del sismo, en un edificio en obra, vecinxs de la colonia Zacahuitzco habían montado ya filas para remover escombro e intentar rescatar a quien se encontrara dentro del derrumbe. Elementos del Ejército llegaron horas después, invadiendo con sus carros las cadenas de carga, sin saber cómo responder ante un barrio organizado de manera horizontal e improvisada.
En la calle de Escocia, en el corazón de la colonia del Valle, la presencia de uniformados en los edificios derrumbados era redundante frente a la cadena de cientos de personas formada para retirar el escombro en cubetas de construcción. Una colonia como la del Valle —homogénea, sin mucha convivencia en sus calles— se convirtió en el receptor de flujos heterogéneos de vecinxs y extrañxs, transeúntes y brigadas auto-organizadas, centros de salud y comedores comunitarios. Los gestos mutuos transitaban entre el intenso trabajo colectivo y los momentos de silencio absoluto. La inmovilidad intermitente permitía el ritmo necesario para la búsqueda. Al lograr un rescate, la quietud era rota por los aplausos generalizados.
Escenas así se vieron por toda la ciudad, a todas horas. Policías locales y federales se limitaban a acordonar o cerrar calles y a detenerse, impávidos, ante la solidaridad de una ciudad. Las autoridades delegacionales caminaban en círculos, conscientes, tal vez, de su absoluta inutilidad. Todos los poderes constituidos podían verse, al fin, tal cual son: innecesarios e impotentes.
La fuerza de la gente, de la auto organización y el apoyo muto, en cambio, no paró de multiplicarse. Los flujos usuales de la ciudad -los coches o la vigilancia estatal- se interrumpieron para que se abrieran otros: los de la comunicación directa y en las calles; el traslado de víveres, de café, de cuidado colectivo.
Caída la noche, habían ya albergues y centros de acopio para quienes habían perdido sus casas o no podían permanecer en ellas. Las labores de rescate no se detuvieron y no quedó claro si el día terminaba o volvía a comenzar: los relevos se organizaban para las tres, cuatro, cinco de la madrugada. El 20 de septiembre por la mañana, acopios y albergues improvisados se organizaban perfectamente gracias a las palabras y los gestos de quienes los sostenían.
El sismo del ’85 y la organización comunal de los pueblos indígenas del Istmo son ya hitos históricos, pero también enseñanzas. Por ellos sabemos que el temblor no cesa cuando acaba un terremoto, que el cuidado y el apoyo mutuos son la única forma de organizarse ante la catástrofe, que el Estado sólo existe para administrar el despojo. Y, sobre todo, que la solidaridad también produce réplicas.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Nebulosa. Emisión del 21 de abril de 2014. Espacio de información, denuncia y difusión de la resistencia.

http://kehuelga.org/spip.php?article2790 Esperamos tus colaboraciones en el correo nebulosa@kehuelga.net Miércoles 23 de abril de 2014 por nebulosa Estas son las noticias de la semana: Michoacán: otra vuelta de tuerca Viacrucis migrante Sigue el #PosMeSalto Jalisco: en defensa de Temacapulín Protestas de trabajadores de Mexicana de Aviación Coyoacán contra los parquímetros Presos opositores al Proyecto Integral Morelos China: los ricos también lloran Acciones por la libertad de Mummia Marcha contra el silencio Libertad a Mario González Michoacán: otra vuelta de tuerca La importante reacción de las autodefensas logró que el gobierno federal calmara sus ansias. Entre movilizaciones, ocupaciones de nuevos poblados y numerosas declaraciones de que no se desarmarán, las autodefensas obligaron a que el gobierno federal firmara nuevos compromisos. El lunes 14 de abril, más de 20 representantes de los grupos de autodefensa se reunieron en La Ruana con e

"LA VICUÑITA" (Magdalena Fleitas). Música Andina Latinoamericana. Tema anónimo.

https://www.youtube.com/watch?v=BRB1oqI9D6M Subido el 6 jul. 2009 Del disco "Risas del Viento". Clip Stop Motion . Tema anónimo, recopilado por Leda Valladares. Huayno – Bolivia y Perú Hay diferentes versiones de esta canción tan bella y poética, la estrofa en quichua fue transmitida por Rubén Carrasco, si bien estamos revisando otras letras posibles que nos llegaron para ajustar la traducción. Tal vez esta sea una posible traducción: Ayqey vicuñita rispa jap’isunqa Huye vicuñita yendo te atrapara Rispa jap’iy pagapiña munasunqa Yendo atrapado en su pago te querrá La Vicuñita Del cerro yo vengo con mi vicuñita  Cantando y bailando para mi cholita  Yo soy vicuñita y vengo de la Puna  Vengo escapando de los cazadores  Ay guei vicuñita rishpi japi sonka  Rishpi japi pagapiña numa sonka  Malhaya la hora de ser vicuñita  Todos me persiguen por mi lana fina http://bit.ly/fxzulu De ella ya habíamos publicado unas canciones, a

Heroica rebelión: 70 años del levantamiento del gueto de Varsovia (por Nicolás González Varela)

Rebelión , 24-04-2013 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=167159 El pasado 19 de abril se cumplieron 70 años del levantamiento del gueto de Varsovia , salvajemente reprimido por destacamentos especiales de las SS. Se realizaron conmovedores homenajes y actos de memoria histórica en el lugar arrasado donde se erigía el ignominioso lugar de concentración. Se ha aprovechado la ocasión para inaugurar un Museo sobre Historia de los judíos polacos. Al exterminio que los nazis iniciaron en 1940, rodeando con un muro de 2,5 metros 800 manzanas en las que vivían hacinados 380 mil judíos, le siguió la aniquilación sistemática llamada eufemísticamente Grossaktion en la sofisticada "Lingua Tertii Imperii" del Nacionalsocialismo. Se inició el 19 de abril de 1943, comandada por un nuevo comandante, Jürgen Stroop (su nombre era Josef, pero como muchos alemanes se lo cambió por uno más ario). Según su informe minucioso, la operación se realizó con un núcleo duro