Llegó la hora del florecimiento de los pueblos (lo importante es organizarse abajo y a la izquierda)
Por
Zósimo Camacho
Contralínea
552 / del 14 al 20 de Agosto de 2017
13 agosto, 2017
El Congreso Nacional Indígena (CNI) y
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) han anunciado un paso más
en el movimiento de insurgencia civil pacífica en el que se han empeñado. Los
zapatistas siempre han ido en serio, con honestidad y decisión, más allá de los
resultados que al final obtengan en sus propósitos.
Ha quedado constituida la
asociación civil mediante la cual se gestionará la inscripción de la vocera del
Concejo Indígena de Gobierno para México, la nahua María de Jesús Patricio
Martínez, en las boletas de la elección presidencial de 2018.
Toma forma la iniciativa del
EZLN aceptada, enriquecida y hecha suya por el CNI en el V Congreso Nacional
Indígena. Sorprendió a propios y extraños la propuesta. Generó controversias al
interior del movimiento (la esperada condena de todos los partidos sistémicos
no podía sorprender a nadie).
Lo que queda claro es que
los pueblos originarios de México construyen, probablemente por primera vez, un
movimiento para gobernar México donde ellos no son apéndices, carne de cañón ni
folclor de movimientos políticos de derecha o de izquierda socialista,
comunista, progresista, vanguardista, liberal, federalista, republicana…
Claro, son rotundamente de
izquierda; pero no sólo. Desde la Otra Campaña de 2006 (y previamente)
asumieron que no era suficiente ser de izquierda (de cualquier tipo de
izquierda) sino que era imprescindible también ser “de abajo”. Los dogmáticos, los marxistas
de pantuflas, y quienes gustan pontificar, perdonar y bendecir
desde sillones acolchados se sintieron ofendidos. En la Sexta Declaración de la
Selva Lacandona y escritos adyacentes se agradeció a todos aquellos que hasta
ese momento caminaron y se solidarizaron con el zapatismo. Y les dijeron que el
camino que venía probablemente ya no sería para muchos de ellos, porque sería
más incluyente con sus pares, los trabajadores del campo y la ciudad.
El antecedente es el del
propio Emiliano Zapata con el Ejército Libertador del Sur y su Plan de Ayala.
La otra vertiente parece ser Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres (Pdlp).
Por supuesto, muchas son las herencias de lucha y tradiciones de lo que hoy
construyen los pueblos indígenas de México y probablemente sea injusto nombrar
apenas a dos.
Pero viene a cuento
mencionar a Lucio Cabañas para entender la opción del CNI y el EZLN no sólo por
la izquierda, sino por los de “abajo”.
La mejor descripción-explicación de la fuerza que el EZLN ha buscado construir
desde entonces probablemente sea la que acuñó el maestro de Ayotzinapa y quedó
como lema del Pdlp: “Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo”.
Desde la “izquierda” sistémica han reproducido un
discurso medieval para descalificar a los indígenas que se atrevieron a
construir un Concejo Indígena de Gobierno para México. Su discurso ha sido de
conmiseración con el buen
salvaje: tienen buenas intenciones pero no saben cómo hacerlo;
nosotros somos los que los podemos ayudar; mejor que voten por nosotros y se
regresen a sus casas y milpas. Incluso hasta les han pedido credenciales: no
están preparados, no tienen estudios, no conocen los complejos problemas de las
ciudades y del país… Como si Peña Nieto, Calderón o Fox sean –ya no digamos
brillantes– medianamente capaces a pesar de contar con títulos universitarios.
Sí, hasta ese punto han llegado los “izquierdistas”
que se sienten amenazados.
La seriedad de la propuesta
del CNI y el EZLN, como decíamos, está concretándose más allá de la palabra
escrita o hablada. Son cientos los comités de apoyo los que se erigen para la
campaña; pronto serán algunos miles. Todos saben que, más allá de pedir votos
para la elección, lo importante es construir una coordinación nacional para lo
que venga después de 2018.
Y ahora ya se cuenta con la
asociación civil que se encargará de los asuntos legales para que en la boleta
electoral estén representados los pueblos indígenas. Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos lleva por nombre. Y
para aquellos que acusan a esta propuesta de estar encabezada por ignorantes,
nada más veamos quiénes son los alumnos y compañeros de los barrios, tribus,
naciones y pueblos originarios agrupados en el Congreso Nacional Indígena,
junto con las comunidades indígenas zapatistas. Los primeros integrantes de
esta asociación son:
Pablo González Casanova
(doctor en sociología); Eduardo Matos Moctezuma (maestro en ciencias
antropológicas); María de Jesús de la Fuente de O’Higgins (artista plástica y
presidenta de la Fundación Cultural María y Pablo O’Higgins); Graciela Iturbide
(fotógrafa); María Baranda (poeta); Paulina Fernández Christlieb (doctora en
Ciencia Política); Fernanda Navarro (doctora en Filosofía); Alicia Castellanos
(doctora en Antropología); Sylvia Marcos (doctora en Sociología); María Eugenia
Sánchez Díaz de Rivera (doctora en Sociología); Ana Lidya Flores (maestra en
Letras Iberoamericanas); Paulette Dieterlen Struck (doctora en Filosofía);
Márgara Millán (doctora en Estudios Latinoamericanos); Domitila Domingo Manuel
(artista gráfica); Mercedes Olivera Bustamante (doctora en Antropología);
Bárbara Zamora (licenciada en Derecho); Magdalena Gómez (licenciada en Derecho);
Rosa Albina Garavito (maestra en Sociología); Elia Stavenhagen (doctora); Lidia
Tamayo Flores (arpista); Carolina Coppel (productora cultural); Antonio Ramírez
(artista gráfico y literario); Javier Garciadiego (doctor en Historia de
México); Juan Carlos Rulfo (cineasta); Juan Pablo Rulfo (diseñador, artista
gráfico); Francisco Toledo (artista gráfico); Paul Leduc (cineasta); Mardonio
Carballo (escritor, periodista); Luis de Tavira (director de teatro); Juan
Villoro (escritor); Óscar Chávez (cantautor); Gilberto López y Rivas (doctor en
Antropología); Carlos López Beltrán (doctor en Filosofía); Néstor Quiñones
(artista gráfico); Jorge Alonso (doctor en Antropología); Raúl Delgado Wise
(doctor en Ciencias Sociales); Francisco Morfín Otero (doctor en Filosofía);
Arturo Anguiano Orozco (doctor en Sociología); Carlos Aguirre Rojas (doctor en
Economía); Pablo Fernández Christlieb (doctor en Sicología); Rodolfo Suárez
Molinar (doctor en Filosofía); Leonel Rosales García; los musiqueros de Panteón
Rococó; Rolando Ortega, Roco
Pachukote, (musiquero); Francisco Arturo Barrios Martínez, el Mastuerzo (musiquero), y Carlos González García
(licenciado en Derecho).
Veremos cuál será la
respuesta no sólo de los indígenas, también de los obreros, los pescadores, los
jornaleros; de las comunidades en resistencia; y de los otros movimientos
armados revolucionarios que pueblan la geografía mexicana.
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