El Derrumbe
Por
Mumia Abu-Jamal
–©
‘17maj
Centro
de Medios Libres
Audio
grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto
circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción
Amig@s de Mumia, México
03
junio, 2017
Ha sido extremadamente difícil escribir sobre la
presidencia de Trump, que aparentemente se desmorona ante nuestros ojos.
En parte, esto se debe al
acelerado paso de las nuevas revelaciones, los escándalos suplantados por
nuevos escándalos, las ridículas declaraciones (y tuits) del presidente, una cascada diaria de locura.
Por su parte, los medios
masivos de comunicación se nos abalanzan durante las 24 horas del día, sin la
más mínima señal de un descanso.
Otra parte es la mera
obsesión de Trump con los medios sociales y su habilidad singular de
descalificar a sus propios voceros con un tuit.
Estamos en medio del más
reciente ‘reality show’, El Espectáculo Trump, con Donald
J. Trump, una maniaca superestrella
que no ha decidido si presentará una comedia o una tragedia pero al parecer, se
ha conformado con la farsa.
Un reciente editorial del New York Times reflexionó sobre la mala fortuna de
ser una nación bajo el mando de un niño –un caprichoso y maleducado niño de
seis años, propenso a los berrinches– que ahora juega a ser emperador del
mundo.
Durante el primer trimestre
de su régimen, Trump ha conducido su gobierno al atolladero de la ‘trampa rusa’.
Por cierto, su país sufre
del agotamiento inducido por el mismo Trump.
Su partido (el Partido de
Trump) parece ser una unión de maniáticos. ¿Su programa central? Defender a un
presidente que parece ser incapaz o poco dispuesto a defenderse a él mismo.
Los medios corporativos, que
se alimentaron del comedor de Trump durante la campaña presidencial, han
adquirido un gusto por la carne de Trump y ahora compiten para publicar el
bombazo más grande que hundirá el USS Trump.
Sería necesario retroceder
en el tiempo al escándalo de Watergate
para ver una furia febril de este tamaño por el pellejo de un presidente.
Cuando yo, de joven, asistía
a la universidad Goddard, en Vermont, compré un ejemplar del New York Times en una tienda de abarrotes. Hubo un
pequeño artículo en la primera página sobre un robo fallido en el Hotel
Watergate.
¿Quién hubiera pensado que
algo tan insignificante podría derribar al Presidente de Estados Unidos?
Aquello se ve pintoresco
comparado con las cosas que estamos viendo ahora.
Esto es más grande, más
osado y más burdo.
Esto huele a corrupción, a
la avaricia y los excesos de los capitalistas, a la arrogancia imperial en una
escala grande y mundial.
Esto se siente como el
principio del fin.
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
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