PUENTES, NO MUROS
Por Terracería
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Semillero
13
junio, 2017
«Puentes, no muros», podría ser el eslogan del Festival de Cine
Documental Meet The Docs, que por
primer año se celebró entre el 2 y 4 de junio de 2017, en Forli, una pequeña
ciudad en la región de la Emilia-Romaña, al norte de Italia. En las
calles de esta ciudad, es común ver en las esquinas (en donde hay wifi gratuito) pequeños grupos de personas
africanas, la mayoría francófonas, concentrados en sus teléfonos celulares,
texteando o hablando en voz baja, probablemente con sus familias, esposas,
amigos o hijas al otro lado del mar.
Si bien la comunidad
africana es la de más reciente llegada a esta parte del mundo, no es la única;
hindúes, bangladesíes, pakistaníes y alguno que otro afgano, se observan en las
calles. Algo que es común a todos ellos es que resulta difícil encontrarlos
mezclados, mestizados o remixeados.
Los observamos a cada uno en su negocio, con otros que tienen su mismo color de
piel o su misma forma de vestirse y representarse. Diversos grupos y
comunidades comparten el territorio, o al menos eso aparentan. Al tratarse de
una ciudad pequeña, es más notoria la forma en que sus habitantes se
relacionan o dejan de hacerlo y se puede sentir cierta segregación, impuesta o
autoimpuesta hacia las diversas comunidades migrantes.
En este contexto, resulta
por demás interesante y pertinente la selección de la primer edición de este
festival. Se exhibieron ocho documentales con temáticas diversas pero también
cercanas entre sí: migración, homosexualidad, derechos humanos, violencia
política, cyberbullying, o recuperación de tierras en algún
lugar de México. Una mirada íntima a los conflictos y reflexiones que desde la
perspectiva del público europeo se consideran necesarias o urgentes.
En un artículo publicado en
la Revista Billy #2,
Matteo Lolletti -uno de los organizadores del festival- escribe que esta
primera edición del festival esta libre de cualquier compromiso: «puede decir lo que piensa y lo que piensa es
que los derechos humanos y la libertad personal no son negociables, nunca, en
ningún lugar del mundo, por ningún motivo».
Para Lolletti, la Italia
post Berlusconiana goza de la herencia de la resistencia de los últimos 20
años. Una resistencia hecha de lo real, de la necesidad desesperada de
historias que salieran del conflicto entre lo verdadero-falso de la
representación de la sociedad del espectáculo. De historias que se convirtieran
en historias que se emancipan de lo virtual de las narraciones tóxicas del
postcapitalismo.
Para el festival es
importante compartir imágenes verdaderas, pues el documental es un puente que
sirve para tirar muros y construir nuevos puentes.
En esta búsqueda de
narraciones cercanas emancipadoras, y frente a la crisis migratoria que se da a
nivel global, uno de los documentales que llaman la atención es Les Sauteur, de Moritz Siebert, Estephan Wagner, y Abou
Bakar Sidibìe. En el filme se observan cientos o miles de migrantes
africanos que esperan en las colinas de lo que podría ser la esquina de
cualquier parte del mundo. En Melilla, un territorio español en Marruecos, un
migrante subsahariano utiliza una cámara que lo acompaña durante sus intentos
por saltar el muro, aquel muro que lo separa de la Europa, del primer mundo, de
sus sueños de una vida mejor.
Vigilados por cámaras de
seguridad, los africanos esperan pacientemente a que el momento sea propicio
para saltar. Mientras tanto juegan futbol, recrean sus prácticas cotidianas,
cocinan, cantan y bailan. Al mismo tiempo, tienen que esconderse de
la policía marroquí que, al igual que la mexicana o la turca, le hacen el
trabajo sucio a las policías migratorias del primer mundo en el impedimento del
libre transito de las personas.
Meet The Docs nos reúne frente a la pantalla, nos invita a
reflexionar, a mirarnos, a entender un poco más de la condición humana y sus
profundas contradicciones. También nos invita a encontrarnos fuera de la
pantalla, a planear y buscar nuevas soluciones (y narrativas) a los problemas
que nos aquejan todos los días, a seguir resistiendo en este mundo
capitalista-patriarcal.
A pesar de los cientos de
festivales de cine y documental que existen en el mundo, resulta necesario que
se sigan construyendo espacios que -lejos de los reflectores, el mainstream y el esnob mundo del cine mercantil- busquen tender puentes que
derriben barreras, o construyan catapultas que permitan saltar lo muros que el
dinero y el poder levantan día con día para separarnos.
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