MIROSLAVA BREACH, LA MUJER Y LA PERIODISTA
Olga
Alicia Aragón*
A los
4 Vientos
* Texto leído este viernes 24 de marzo de 2017, a las 9:30 horas por la
coordinadora editorial de A los 4 Vientos,
Olga Alicia Aragón, en el homenaje que se rindió a Miroslava Breach en la Cruz
de Cavos, memorial a las mujeres que han sido asesinadas en el estado de
Chihuahua y que se ubica en la Plaza Pública, frente a la puerta del Palacio de
Gobierno, en la capital del estado norteño.
Miroslava Breach Velducea ha
sido asesinada a mansalva. Los ocho tiros disparados contra ella por un asesino
profesional, en un acto calculado de violencia extrema, deja profundamente
herido al mejor periodismo de Chihuahua y muestra cuán grave es la
descomposición de un estado que se desangra por la impunidad con la que actúan
los corruptos y los criminales desde hace años.
No
es la muerte de una periodista más, es la muerte de nuestra sociedad, que poco
a poco se ha estado acostumbrado a que asesinen a sus mejores personas,
silenciándolas de muy diversas maneras, como dijera el escritor Carlos Lazcano
al expresar su más sentido pésame, “por ti, por mi, por la familia de
Miroslava, por todos los que amamos la justicia y la verdad, por todos los
queremos a este país”.
Fueron
muchos balazos, clara la intención de enviar un mensaje escrito a sangre y
fuego.
Ocho
disparos, demasiados, para acribillar a una mujer que ejercía un periodismo
crítico con gran pulcritud, armada sólo de su inteligencia, su ética
profesional y el poder de las palabras.
Miroslava
Breach, corresponsal de La Jornada,
colaboradora del periódico El Norte de
Juárez, fue acribillada a las 7:07 de la mañana del jueves 23 de marzo, a
bordo de su camioneta, cuando salía de su casa para llevar a la escuela a su
hijo Carlos de 14 años, e iniciar temprano su trabajo periodístico, como
siempre.
Periodista,
madre y mujer. Mujer, periodista y madre. Tres factores cuyo orden nunca alteró
la calidad de su trabajo, ni la calidez de su relación con sus seres más
queridos.
Queda en la memoria una imagen que la describe
por completo: 1996, Miroslava en la sala de redacción de El Diario de Chihuahua, redactando con pasión y profesionalismo sus
notas, sus crónicas, sus columnas, al tiempo que arrullaba sobre sus piernas a
su entonces pequeña hijita Andrea, quien dormía en su regazo mientras ella
concluía otra una extenuante jornada.
Años después, vería a Miroslava levantarse
casi de madrugada, atender a su hijo Carlitos y dejarlo en la escuela para
convertirse de nuevo, en el siguiente minuto, en la profesionista talentosa,
sagaz y experimentada que conocimos.
Miroslava podía redactar un reportaje y
enviarlo de inmediato a los medios para los que trabajaba, a la vez que
preparaba la comida o revisaba las tareas de sus hijos.
Chihuahua ha perdido a una formidable
periodista que fue parte de esa generación formada con principios éticos y con
mística en la concepción de un periodismo de profundo compromiso social.
Ella nació en Chínipas, pueblo ubicado en el
corazón de la Sierra Tarahumara. Aún era una niña cuando perdió a su padre, y
solo el amor de su madre y la fraterna solidaridad entre las hermanas y su
hermano, aunada a la férrea voluntad que les caracteriza, permitió a la familia
salir adelante logrando que todos los Breach Velducea realizarán estudios
profesionales.
Miroslava estudió Ciencias Políticas en
la Universidad Autónoma de Baja California Sur, estado donde inició su carrera
de periodista. Cuando regresó a Chihuahua, en 1995, de inmediato fue notoria su
aportación al periodismo estatal, primero en El Heraldo de Chihuahua, posteriormente en El Diario y El Norte, y
desde1997 a la fecha en la corresponsalía de La Jornada.
Sus estudios en Ciencias Políticas
enriquecieron, sin duda, su capacidad analítica, especialmente como columnista
donde desarrolló un estilo muy personal de elegante sobriedad y sutil
mordacidad, pero siempre con apego absoluto a los más altos valores del periodismo,
por lo que sus textos resultaban incuestionables aun cuando escribía de temas
controversiales y polémicos.
Alejandro Gutiérrez, corresponsal del
semanario Proceso en España, comenta
que su compañera y amiga Miroslava Breach tenía una capacidad nata para la
profesión:
“podía relacionarse con las
fuentes y lograba información notable, construía hilos conductores para obtener
datos esenciales, lo mismo podía ser afable que firme con sus fuentes, con
algunas establecía un vínculo afectivo pero nunca abandonaba su papel de
periodista, sabía mantener esas fronteras y por su profesionalismo se ganaba el
respeto de sus fuentes y de los colegas, porque sus textos aportaban
información valiosa o los matices de un conflicto”.
Pese a manejar un gran bagaje de datos, era
puntual en usar sólo aquellos que tenía comprobados y documentados, agrega Alex
Gutiérrez.
Miroslava, junto a otros corresponsales de
medios nacionales, fue quizá la periodista que de manera constante y
sistemática realizó más trabajos de investigación sobre empresas mineras,
nacionales y canadienses, que a cambio de unos cuantos dólares despojan de sus
tierras a los campesinos, especialmente en la Sierra Madre, y envenenan con
cianuro el suelo, el subsuelo y los mantos freáticos con sus técnicas de
lixivación para extraer el oro, la plata y otros metales en minas de tajo a
cielo abierto.
También es notable la constancia y profundidad
con que difundió la lucha de indígenas y ejidatarios en contra de talamontes
frecuentemente ligados al crimen organizado, como sucedió en Coloradas de La
Virgen, donde apenas el pasado 17 de enero fue asesinado el líder rarámuri
Isidro Baldenegro López, galardonado en 2005 por la Fundación Goldman por su lucha en defensa del territorio indígena y
los bosques.
La difusión de los feminicidios que enlutan a
Juárez y a todo el estado de Chihuahua, fue tema constante en los reportajes de
Miros, quien se indignó con el
asesinato de Marisela Escobedo, asesinada el 16 de diciembre de 2010 a las
puertas de Palacio de Gobierno del Estado, en una lucha incesante en la que
exigió al gobierno estatal la aprehensión del asesino Rafael Barraza, asesino
de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo de 16 años de edad.
Miroslava escribió sin descanso sobre temas
lacerantes como las ejecuciones extrajudiciales, los levantones y las decenas
de mujeres y hombres víctimas de desaparición forzada en hechos que involucran,
en muchos casos, a agentes policiacos o militares.
En los más de 20 años de periodismo en
Chihuahua, Miroslava Breach documentó los años de horror que ha sufrido
Chihuahua a manos del crimen organizado y a causa de una guerra sin estrategia
ni inteligencia alguna, como escribió la periodista, concebida por Felipe
Calderón sólo como una estratagema para tratar de legitimarse en la presidencia
de la República a la que llegó en medio de un impugnado proceso electoral.
En su más reciente nota, Miroslava informó
desde su corresponsalía sobre el enfrentamiento de dos grupos de
narcotraficantes y elementos policiacos, en una balacera que inició a las tres
de la tarde y concluyó casi a la media noche del domingo 19 de marzo en
carreteras y poblaciones cercanas a Cuauhtémoc, a unos cien kilómetros al
noroeste de la capital del estado, donde resultaron muertos ocho civiles.
La Fiscalía General del Estado, nos informó
Miroslava, confirmó la muerte de César Raúl Gamboa Sosa, alias ‘El Cabo’, líder del grupo
delictivo ‘La Línea’ que se enfrentó con el grupo de Carlos
Arturo Quintana ‘El 80’, quien
presuntamente controla la zona que abarca los municipios de Bachíniva,
Namiquipa y Buenaventura.
No hay tema de interés para los chihuahuenses,
de trascendía para la sociedad, sobre el que no haya escrito en los más de 20
años en que ejerció el periodismo en Chihuahua, con el reconocimiento de todos
los que apreciaron en ella su profesionalismo, su credibilidad y su autoridad
moral.
Hemos perdido a una gran periodista, muchos
perdimos a una amiga entrañable, insustituible, Andrea y Carlitos perdieron a
su madre, el dolor es inmenso en toda su familia, y más vale que todos
entendamos que está muerte tiene un impacto tremendo en toda la sociedad que
por mil agravios clama justicia.
El asesinato de la periodista ocurre en un
contexto sumamente preocupante, con una ciudadanía enojada ante la impunidad de
que siguen gozando el priista César Duarte, a quien señalan como el gobernador
más corrupto que ha tenido Chihuahua. Este crimen atroz se comete cuando el
gobierno del panista Javier Corral, con menos de seis meses en el poder empieza
a generar inconformidad en la gente, aún entre quienes votaron por él, por la
incapacidad manifiesta para cumplir las promesas de un cambio real y tantas
expectativas generadas durante su campaña electoral.
Miroslava ha sido asesinada a escasos tres
días del sangriento enfrentamiento entre dos grupos criminales que se disputan
el territorio de una de las zonas más importantes que conecta la ruta del
narcotráfico con la Sierra Tarahumara, hecho que tomó de sorpresa al
gobernador, quien se encontraba disfrutando del puente vacacional del 17 al 21
de marzo, jugando golf en Mazatlán, porque dice estar en su derecho de
practicar su deporte favorito en sus días de asueto.
Inadmisible tanta frivolidad ante la magnitud
de esos crímenes.
En la conferencia de prensa que el gobernador
dio el jueves a las 14:30 horas, después de que un grupo de periodistas tomara
el Congreso del Estado exigiendo justicia para Miroslava y la aprobación de la
Ley estatal de protección a los periodistas, y cuando en el Senado de la
República y en la Cámara de Diputados ya se había aprobado un punto de acuerdo
para exigir el esclarecimiento del crimen y la necesaria protección de los
periodistas, Javier Corral comentó que una de las hermanas de Miroslava Breach
le dijo, apenas ayer, que en efecto la corresponsal de La Jornada y colaboradora de El
Norte había estado recibiendo amenazas de muerte.
El gobernador anunció entonces lo que el
gremio esperaba escuchar: que la única línea de investigación sobre este crimen
será el trabajo periodístico de Miroslava Breach, no sólo sus escritos más
recientes, sino el seguimiento de meses y años de todo lo que investigó y fue
publicado.
Esperamos que ahora sí se realice una
investigación seria para que este crimen no quede impune como ha ocurrido con
otros asesinatos de periodistas, de líderes sociales y defensores de derechos
humanos, dijo la periodista Dora Villalobos. Otro anuncio esperanzador fue la
invitación del gobernador Corral a que se integren los periodistas que así lo
decidan al grupo interinstitucional que investigará el asesinato de Miroslava
Breach.
Chihuahua es un clamor de justicia. La voz de
Miroslava se multiplica en miles de voces y trasciende las fronteras. Miroslava
vive en cada periodista honrado, crítico y valiente de nuestro país.
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