SOLIDARIDAD DE
CLASE CONTRA LA REPRESIÓN
La Sexta: Comunicado del
Sector de Trabajadores
13/01/2017
Una oleada de represión selectiva en octubre,
noviembre, diciembre y enero contra el CNI, el Plantón de los Pedregales, el
Chanti Ollin y la Okupa Che, marcan el nuevo momento de contrainsurgencia
estatal ante la propuesta organizativa de la conformación de un Concejo Indígena
de Gobierno y una candidata indígena. Es intentar detener previamente la
organización autónoma antes de que esta se dé, como lo fue en 2006 con la
represión de mayo-junio en Atenco y Oaxaca que desarticuló a La Otra Campaña.
Tratar de que los lugares más simbólicos por su contenido político no sean caja
de resonancia de la propuesta de construir un programa anticapitalista de lucha
y de pasar a la ofensiva.
En este sentido no es la
gentrificación, ni el bloqueo de avenidas, la delincuencia, ni una lucha contra
la vigilancia, las policías comunitarias, o la okupación de un inmueble lo que
el Estado promueve y combate, pues todo esto no les interesa, en última
instancia, es el contenido político y el trabajo que durante décadas se ha
venido desarrollando en las comunidades y barrios del campo y la ciudad, cuyo
contenido autonómico es un considerado un riesgo de convertirse en revolución,
pues al no haber una dirigencia minúscula y visible se vuelve difícil
exterminarla por métodos de cooptación, encarcelación, desaparición o
asesinato.
A esta ola se le interpuso
otra en sentido inverso, con el gasolinazo anunciado por el gobierno federal, y
al que el zapatismo se refirió como el apocalipsis
en los comunicados de diciembre, y que ciertos intelectuales no leyeron. Se
organizaron convocatorias a diferentes protestas por parte de transportistas,
la pequeña y mediana burguesía y otras de tinte partidario, con algunas
expresiones independientes, en las que se quiso montar desde el comienzo Morena. Pero en cuanto las cosas
subieron de tono con los saqueos a nivel nacional, las confrontaciones con las
fuerzas armadas en bloqueos y tomas de casetas y gasolina, y los asesinados de
Chalco, la Ciudad de México e Ixmiquilpan, que esta última acabo en una
revuelta que destruyó instalaciones policiacas, junto con la acción defensiva
de atropellar a federales antimotines en los bloqueos, el dirigente de Morena tuvo que salir al paso con la
invención de que todo eso que no le favorece porque los del PAN dicen que ellos
lo promovieron, lo organizó el PRI. Esto último no cuadra pues las cosas no se
organizan de la noche a la mañana y en varias fotos y videos se observa a
niños, señoras y hombres comunes jalando los juguetes, celulares y demás de los
que fueron privados en los rituales de culto a la mercancía que llaman navidad,
y de haber sido organizados, se les salió de las manos y cientos se sumaron a
los saqueos después de pasar una infeliz navidad que promueve el consumismo
para exprimirle recursos al proletariado y dejarlo endeudado para el próximo
año, una navidad en la que no todos desayunaron siquiera, una navidad
despreciable que hace que cadenas-tiendas de autoservicio, supermercados,
bodegas y demás negocios usureros se enriquezcan a costa del saqueo a los
trabajadores, producto de la explotación de su fuerza de trabajo.
Varias marchas convocadas
por centrales y sindicatos charros y neocharros en el centro del país, por
partidos políticos y organizaciones oportunistas, tampoco pudieron capitalizar
el descontento en su favor, ahora intentaran a través de asambleas paralizar el
movimiento llevándolo al callejón sin salida del desgaste del activismo y los
falsos discursos de la falsa oposición.
Como sea este escenario es
continuidad de la agudización de la lucha de clases, como lo han sido las
batallas del magisterio, la lucha por la presentación con vida de los 43 y
demás hechos que podamos sumar y que han acabado en un cierto avance en la
claridad de clase del proletariado que se está construyendo, pues en las calles
varios hablaban del tema y no todos ven mal los saqueos, algunos hubieran
querido estar ahí. Si este problema no revienta ahora servirá para continuar la
acumulación de fuerzas.
Lo que hay detrás del
gasolinazo es el desacuerdo entre las burguesías del país: La del norte, la del
golfo, y la del centro que está actualmente representada por el grupo
Atlacomulco y Peña Nieto en el Ejecutivo. Hay un claro choque entre el
capitalismo monopólico de Estado y el capitalismo de libre mercado que no
logran resolver ni la crisis económica desde la firma del TLC, ni la crisis
política de descomposición del Estado mexicano. Los precios internacionales del
petróleo son un mandato de las burguesías del mundo, por eso no debemos de ver
esto como una lucha sólo local o nacional.
Los medios de comunicación
han intentado infructuosamente meter miedo con los rumores de golpe de Estado,
en un intento desesperado de frenar la acción del proletariado para que este no
se haga más consciente en el único lugar en donde puede aprender a ser libre:
En la lucha. Peña Nieto ha dicho que de bajar el precio de los combustibles se
tendrán que cerrar muchas escuelas, pues que lo haga, a ver qué pasa. Como sea
la represión generalizada ha vuelto a aparecer, la represión selectiva
continuara, pero es necesario seguir construyendo el camino para ir más allá de
donde estamos.
Solidaridad de clase ante la
ofensiva burguesa.
13/01/2017
Sector de Trabajadores Adherentes a la Sexta.
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