ACTEAL, A 19 AÑOS
DE LA MASACRE:
NO SE OLVIDA
Agencia
Detrás de la Noticia
Subido el 23 de diciembre
de 2011
Pagina Web: http://www.nosotrosdiario.mx
Hace 19 años, en la primera semana de diciembre de
1997, Ricardo Rocha hizo pública una entrevista a desplazados tzotziles de
Yibeljob, Bojoventic y otras comunidades de los Altos de Chiapas, que fueron atacados
por grupos paramilitares, dos semanas antes de que se perpetrara la masacre de
Acteal.
El
reportaje de Rocha se publicó de nuevo el 23 de diciembre de 2011, cuando la
Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó la libertad de los paramilitares
presos, confesos de haber perpetrado la masacre. Esto debido a que se argumentó
que la PGR violó el “debido proceso”
e incurrió en irregularidades. En todo caso debía haberse procedido por tales
irregularidades contra la PGR. Pero perro no come perro. El Estado no va a
autocastigarse. Así concluyen
Armados y entrenados por el
ejército federal, financiados por los gobiernos municipales, estatal y federal,
en el marco de la estrategia contrainsurgente antizapatista, diversos grupos
paramilitares hostigaban a comunidades bases de apoyo zapatistas, simpatizantes
o que no estaban dispuestas a secundar la contrainsurgencia. Atacando con armas
de fuego, secuestrando, torturando, persiguiendo, quemando sus viviendas,
asesinando a los habitantes, estos grupos paramilitares gozaban de total
impunidad.
La comunidad de Acteal no
era base de apoyo zapatista. Se había autodefinido como neutral, pero reconociendo la legitimidad de la causa zapatista y
la justeza de sus demandas, brindó solidaridad. Recibió a familias desplazadas,
les procuró techo y alimento, apoyo humanitario. Ese fue su “delito”, por ello se le castigó el 22
de diciembre de 1997 con esa masacre que sigue impune.
Hoy las Abejas de Acteal
están nuevamente bajo amenaza. La Suprema Corte de “Justicia”, desde 2009, decidió que por irregularidades en el proceso, quedaran libres todos los presos por
su participación en la masacre. Hoy no hay uno solo en prisión. Aunado a esto,
ninguno de los autores intelectuales ha sido siquiera investigado. Ni Ernesto
Zedillo, entonces presidente de la república; ni Emilio Chuayffet, entonces
secretario de gobernación; ni Julio César Ruiz Ferro, entonces gobernador de
Chiapas, ningún funcionario de gobierno fue investigado, ni juzgado, ni
castigado por este crimen de Estado.
Hoy, libres los
paramilitares, autores materiales de la masacre, se ufanan de haber quedado
impunes, están de regreso en la región, presumen el apoyo gubernamental que reciben
y de nuevo amenazan, hostigan, agreden a los sobrevivientes de Acteal.
Las Abejas de Acteal ya no
son neutrales. Hoy están adheridas a
la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, forman parte del Congreso Nacional
Indígena, construyen su autonomía, se autodefinen como organización pacifista,
pero no renuncian a seguir luchando por la verdad y la justicia, contra la
impunidad. Han declarado a Acteal como tierra sagrada de los mártires, como
sitio de conciencia y casa de la memoria y la esperanza.
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