Activists and community members from several cities went
to Sacramento to rally against 3 strikes, the death penalty, and for justice
for Oscar Grant, killed by BART police, and for the SF8, accused of shooting a
SF policeman in 1971, among other issues.
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Por Mumia Abu-Jamal
–©16maj
21 de octubre de 2016
Traducción Amig@s de Mumia, México
Centro de medios libres
04 noviembre, 2016
Durante bastante tiempo, he usado el término ‘Clintonismo’ para describir los
peligros del neoliberalismo. Pero nunca
he definido el término, y por lo tanto, pudo haber pasado inadvertido por
algunos lectores, aún no asimilado o definido.
Entra Noam
Chomsky, tal vez el más leído intelectual estadounidense, aunque por lo
regular, se lee en otros países.
Hace unos años,
el periodista y académico David Barsamian planteó una pregunta a Chomsky, y el
siguiente intercambio se publicó en el libro How the World Works (Cómo
funciona el mundo), Soft Skull Press: 2011):
Barsamian:
Podemos
entender mucho sobre una sociedad al observar su sistema de justicia. Quisiera
preguntarle si nos podría comentar un poco acerca de la Ley de Control de Crimen [de 1994] instigada y firmada por el ex
presidente Bill Clinton, la cual autoriza la contratación de 100,000 policías
adicionales, campos de entrenamiento militar para jóvenes, más dinero para
prisiones, la ampliación del uso de la pena de muerte en alrededor de 50 nuevos
delitos, y la clasificación de membrecía en una pandilla como un crimen federal,
algo muy interesante dado que se habla de la libertad de asociación en la Carta
de Derechos de la Constitución de Estados Unidos.
Chomsky:
Fue
aplaudida con gran entusiasmo por la ultra derecha como la mejor ley
anti-crimen en la historia del país. Multiplicó tremendamente, por un factor de
cinco o seis, el gasto federal para la represión. No contiene ni una sola
solución constructiva. Como resultado de esta iniciativa, hay más prisiones,
más sentencias más duras, más sentencias de muerte y más delitos nuevos,
incluyendo la ley de “tres strikes”,
que ordena una sentencia de cadena perpetua para una persona que tiene tres
casos de reincidencia.
No está claro cuánta más presión, o cuánto más declive y
deterioro social serán aceptados por la gente.
Una táctica es simplemente acorralar a la gente en los
barrios urbanos marginales –que en efecto, son campos de concentración– y
permitir que se destrocen el uno al otro. Pero los acorralados tienden a
fugarse de ahí y afectar los intereses de los ricos y privilegiados. Entonces, hay que fortalecer el sistema
carcelario, el cual, por cierto, es un estímulo para la economía.
Es natural que Clinton haya adoptado esa ley anti-crimen
como una iniciativa social mayor, no solo por un motivo político, es decir
azuzar la histeria, sino también porque la ley refleja la perspectiva general
de los llamados “nuevos Demócratas”,
los cuales conforman el segmento del Partido Demócrata orientado a los
negocios, al que Clinton pertenece. [pp.154-155]
Existe un viejo
refrán: Lo barato sale caro.
Aquí les tengo
otro: Disfruten de lo votado.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-JAmal
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