La Voz del Anáhuac,
Agosto de 2016
Mientras la cúpula del Sindicato de Telefonistas se afana en
dar una imagen de democrático y solidario (con los 43, San Quintín, la CNTE y
otros movimientos), al interior de sus filas aplica una política que contradice
totalmente su discurso. A los trabajadores que se atreven a levantar la voz, a
reclamar que el sindicato cumpla con su función de defender los intereses de
los trabajadores y no los del patrón, los sanciona, les retira sus derechos
sindicales. Nadie tiene permitido disentir del dirigente nacional del STRM,
enquistado en la secretaría general desde hace 40 años.
Así ha traicionado a los trabajadores telefonistas,
negociando con la empresa el desmantelamiento de la jubilación, alargando el
tiempo de servicios y edad para que tras una larga vida laboral los
trabajadores puedan jubilarse. No sólo eso, también, desde hace años, empresa y
sindicato promueven el llamado Programa de Permanencia Voluntaria, con el cual
mediante el anzuelo de que recibirán un porcentaje de sobresalario y de que sólo
tendrían que laborar cuatro días hábiles por semana, los presiona para
seguirlos explotando.
Asimismo el sindicato
sigue permitiendo que empresas filiales y terceras ejecuten la materia de
trabajo de los telefonistas. Dichas empresas, operadas desde la misma dirección
de Telmex, pagan salarios menores y niegan derechos básicos a sus trabajadores.
Pero además de ser aliado
de la empresa, el STRM también juega el rol patronal respecto a la Caja de
Ahorros de los Telefonistas (CAT).
Fundada en 1995, la CAT
cuenta con los servicios de trabajadores que, naturalmente, se organizaron en
un sindicato independiente.
El STRM controla la
Administración de la CAT. María Luisa Hernández Juárez, hermana del secretario
general ocupa un puesto clave en dicha administración. Desde ahí se hace uso de
los recursos de la CAT para los negocios de la familia Hernández Juárez.
Los trabajadores de la CAT
estallaron una huelga en 2013. Además de aumento salarial, reclamaron el
reparto de utilidades, pues desde su creación, hasta la fecha, la CAT nunca ha
cumplido con esa obligación legal en beneficio de los trabajadores. En la
Asamblea de Socios de la CAT también se hizo notar que tampoco a los socios se
les ha pagado el remanente de las ganancias de la CAT a que tienen derecho.
Por haber reclamado lo
justo, por exigir que se cumpla con sus derechos y con los de los socios de la
CAT, se ha desencadenado una serie de despidos injustificados, a la fecha 28
trabajadores han sido privados de su fuente de trabajo.
Los despedidos de la CAT
resisten, con el apoyo de trabajadores telefonistas de base que reconocen la
justeza de sus demandas.
Entre las formas de
resistencia de los despedidos de la CAT está la visita a los centros de
trabajo, donde informan a los trabajadores de la injusticia que padecen y delos
derechos que están siendo pisoteados. Han emprendido también una serie de
recorridos por algunos estados, visitando las secciones foráneas, universidades
y medios de comunicación.
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