Texto por María González.
Fotografías de Regina
López y Xilonén Pérez.
Agencia SubVersiones.
/21 julio, 2016/
Xayakalan: una lucha
por la defensa de las tierras comunales
Agencia SubVersiones
Publicado el 19 de julio
de 2016
Hace 7 años, la digna comunidad de Santa
María Ostula recuperó una parte de su territorio –renombrado como Xayakalan–
que el gobierno había cedido a «pequeños
propietarios» vinculados con cárteles del narcotráfico en Michoacán. Uno de
los comuneros que vive ahí desde que se recuperaron las tierras el 26 de junio
de 2009, hace un recuento de cómo ha vivido este proceso, desde los primeros
años hasta la actualidad.
Musicalización del
corrido por: Las cucarachas del barro
El pasado 29 de junio, la comunidad de Xayakalan celebró el
séptimo aniversario de su fundación en las costas de Ostula, municipio de
Aquila, Michoacán. Fue ese día del año 2009 en que el pueblo organizado llevó a
cabo la recuperación de 1200 hectáreas de territorio comunal, de las que, años
atrás, se habían posesionado supuestos pequeños propietarios del poblado vecino
de La Placita a quienes se les reconocía vinculados con el cártel de Los
Caballeros Templarios y con políticos locales corruptos.
Ha sido una larga serie de
atrocidades y agravios la que los habitantes de los 24 poblados o encargaturas
–que juntos conforman la tenencia de Santa María Ostula– han padecido a manos
del crimen organizado y de las fuerzas de seguridad del Estado (tanto de policía
estatal, ministerial, federal, marina y ejército). Todo por la convicción
inquebrantable de defender, incluso con la vida, la propiedad de la tierra que
les fue heredada de sus ancestros; un modo de vida campesino e indígena que
salvaguarda la naturaleza; sus formas de organización, como la asamblea y la
policía comunitarias; y con todo ello, la reivindicación de una vida autónoma y
en colectividad, alejada de intereses capitalistas y espurios.
Es así que al paso de
estos años, Ostula ha demostrado reiteradamente la fuerza que se genera
mediante la unión del pueblo, sobre todo para resistir los embates violentos
que se dan cuando el territorio en que se vive se encuentra en disputa por
tener una geografía privilegiada y con una gran vastedad de recursos naturales.
Sin embargo, lo que la
gente de Ostula quiere y ha manifestado es, simplemente, poder vivir bien, una
vida digna y tranquila. Poder sembrar sus semillas, trabajar las tierras, criar
a sus hijos e hijas en un ambiente de armonía, llevar una convivencia sana con
la comunidad. En parte, han logrado hacer ese deseo realidad –aunque de facto
continúan siendo hostigados por agentes del Estado– y gracias al esfuerzo que
han realizado se pudo sentir un ambiente de bienestar en la celebración por los
siete años de la fundación de Xayakalan, en la que pudimos compartir un día de
alegría, de honrar la memoria y de dar honor a quien honor merece: a la gente
que ha resistido pese a la violencia, el dolor y los cruentos intentos de
despojo, gracias a la persistencia del enraizamiento, la organización, de la
esperanza y resistencia para construir un mejor porvenir. Gente gracias a la
que hoy día niñas y niños pueden jugar tranquilos al fútbol en la nueva cancha
de la comunidad; campesinxs pueden sembrar, cosechar (nos tocó ver cosecha de
tamarindo y visitar plantíos de papaya) y cuidar a sus animales; y también
puede haber fiesta, como en esta ocasión, con comida, música, baile, obsequios
y risas.
El encuentro
Provenientes de distintas geografías del país, llegaron el 28
de junio diversos colectivos, organizaciones sociales y representantes de
pueblos hermanos, pertenecientes, como Ostula, al Congreso Nacional Indígena
(CNI). También se encontraban presentes autoridades locales y gente proveniente
de otras encargaturas de la tenencia. Las visitas foráneas llegaron a compartir
la alegría, pero sobre todo a dar su palabra de aliento y su abrazo solidario
por la valiente lucha que esta comunidad nahua de Michoacán ha sabido sostener
en favor de la vida, la tierra y la cultura indígenas.
El primer recibimiento lo
hizo la policía comunitaria quienes, desde la entrada a su territorio,
escoltaron a la caravana que llegó de la Ciudad de México. El comandante Germán
Ramírez y el comunero Jerónimo Flores agradecieron a las y los visitantes por
haber acudido y dieron la bienvenida brevemente; por parte de la caravana, la
compañera Rosario Hernández de la Organización Popular Francisco Villa de
Izquierda Independiente (OPFVII) saludó al pueblo de Xayakalan, agradeció la
invitación y posteriormente se entonaron animosamente algunas consignas de
lucha. El día de llegada fue para instalarse y descansar del largo viaje.
El miércoles 29 de junio
empezó con un torneo de fútbol entre los equipos infantiles mixtos de las
diferentes encargaturas. También desde temprano, en una de las enramadas
principales, hombres y mujeres se abocaban a las labores de la cocina, unos
destazaban la vaca para el guisado, otras hacían tortillas, echaban leña al
fuego, sazonaban el caldo y preparaban lo necesario para atender a las visitas.
Llegaron también compas de Guadalajara, entre ellos el grupo musical La
cucaracha de barro que amenizó la comida, dando además melodía y voz al
«corrido de Xayakalan» escrito anteriormente por el comunero Pedro Leyva, quien
fue asesinado el 6 de octubre de 2011.
Tras la comida, la maestra
de la primaria de Xayakalan, quien fungió como maestra de ceremonias durante el
programa del festejo, comenzó formalmente el evento y pidió un minuto de
silencio por todas las personas asesinadas en los años previos de lucha.
Enseguida, Nicolás Flores, presidente del Comisariado de Bienes Comunales
dirigió unas palabras reiterando nuevamente el gusto de tener a tanta gente de
visita; comentó que, tanto para cercanos como lejanos, Xayakalan tendría siempre
las puertas abiertas.
Después, el compañero
Jerónimo leyó la Declaración de Xayakalan que narra la historia reciente de la
comunidad y recuerda las exigencias incumplidas hasta hoy, como la demanda de
justicia para las familias de los 34 comuneros asesinados y la presentación con
vida de los 6 comuneros desaparecidos, entre otras. También se solidariza con
las demandas del magisterio disidente en su lucha contra la Reforma educativa
neoliberal; se pronuncia por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa;
por la libertad de todxs lxs presxs políticos del país; y por el respeto a las
Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BA-EZLN).
Declaración del VII Aniversario
de Xayakalan.
Agencia SubVersiones
Declaración a siete años de la recuperación de tierras en la
comunidad de Santa María Ostula, Michoacán, sobre las que se fundó el pueblo de
Xayakalan.
Continuaron entonces una
serie de saludos y escuchamos la palabra de los diferentes grupos que se
encontraban presentes o bien que enviaron un mensaje de felicitación y
solidaridad a Xayakalan. Así, escuchamos «la
palabra del agua» de Radio Ñomndaa,
desde Suljaa’, Guerrero, quienes abrazaron los corazones, los dolores y la
digna rabia de sus hermanas y hermanos mayores de Ostula –como los nombraron–.
Les recordaron que no están solos, que son muchos pueblos que están luchando
por defender la vida en sus territorios, por la preservación de sus saberes,
sus lenguas, sus formas de vida y que buscan hacer realidad el ejercicio de los
Acuerdos de San Andrés.
Se sumaron a sus demandas
de justicia incluyendo la del castigo a los culpables del asesinato de Hedilberto
Reyes García, de 12 años, quien murió hace un año, el 19 de julio del 2015,
alcanzado por una bala del Ejército mexicano*, en medio de un operativo
en el que soldados incursionaron violentamente a la comunidad para consumar la
aprehensión arbitraria del entonces comandante de la policía comunitaria Cemeí
Verdía, quien fue detenido ilegalmente por elementos de la Marina y por lo que
la comunidad salió a la carretera para evitar que se lo llevaran.
*Este es el
ataque grave más reciente que ha sufrido la comunidad y aún se encuentran
llevando un proceso y realizando declaraciones al respecto del caso.
Igualmente de la montaña
de Guerrero, pero desde Tlapa de Comonfort, asistió el colectivo Tioko, quienes
llevaron como regalo una manta pintada por ellxs con un mensaje de solidaridad.
Ellos también reconocieron al pueblo de Ostula como un ejemplo de resistencia a
seguir, se hermanaron con la comunidad y celebraron que fuera un día de
esperanza, agradeciendo haberles recibido en su casa y territorio y
disponiéndose a acciones de apoyo.
Continuó otro
representante del CNI, de Huitziltepec, de la mixteca poblana, quien acudió a
Xayakalan «a mirarles, aprenderles y
conocerles, como compañeros que somos del CNI». Llevó de regalo la imagen,
pintada por él mismo, de la Virgen de Guadalupe, con símbolos indígenas en la
túnica. El compañero explicó que el arte y la espiritualidad era lo que, desde
su perspectiva, había perdurado desde la conquista a través de los siglos de
guerra contra los pueblos originarios, y que en estos se encontraba el
sentimiento de amor y respeto por la madre tierra, cuestión sagrada que
mantenía vivos a los pueblos. Habló de los símbolos, de los relatos del Nican
Mopohua para recordar a todxs el mensaje de la virgen de Guadalupe-Tonantzin,
que no hay nada que temer, que en cambio «hay
que rebelarse y resistir, construir nuestras autonomías, llevar a la práctica
los Acuerdos de San Andrés, es el sentido de nuestras vidas y nuestras muertes».
Terminó ofreciendo saludos, respeto y admiración.
A estos mensajes de
pueblos indígenas hermanos se sumaron, después de un breve receso, otros de
diferentes organizaciones: El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las
Casas; la OPFVII; las cooperativas de vivienda Tlanezicali y Xochitlanezi de
Iztapalapa en la Ciudad de México; la Agencia Autónoma de Comunicación
SubVersiones; Tejiendo Organización Revolucionaria (TOR); la cooperativa de
panaderos La Necia; y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Cada quien a su modo,
saludó, felicitó, se solidarizó y hermanó con la lucha de Ostula,
agradeciéndoles el valor y ejemplo que son en el difícil ámbito de la lucha por
la defensa del territorio y en la construcción de autonomía; además, cada grupo
u organización entregó algún presente simbólico a la comunidad.
Posteriormente se dio
espacio de escucha al compañero Albertano Vivar Díaz, hermano de Antonio Vivar
Díaz quien fue asesinado en la ciudad de Tlapa por policías federales el 7 de
junio de 2015, en el marco de las protestas durante las pasadas elecciones
estatales en Guerrero. El compañero narró lo sucedido aquella jornada fatídica;
compartió su dolor y reiteró la exigencia de justicia para su hermano y
familia; señaló que seguirán en pie de lucha, ya que después de lo sucedido no
hay vuelta atrás. También expresó su admiración por la gente de Xayakalan y de
todo Ostula, y entonó una consigna por los compañeros caídos.
Al término de las
participaciones discursivas, la maestra de ceremonias presentó a las y los
alumnos de la telesecundaria de Ostula quienes presentaron coreografías de
danza folclórica para animar a la asistencia.
Posteriormente, el
presidente del Comisariado de Bienes Comunales invitó a las mujeres de la
comunidad a sumarse alguna vez a las caminatas que grupos de la Guardia Comunal
se encuentran realizando para reconocer los límites verdaderos del territorio
de Ostula, una tarea ardua pero imprescindible mediante la cual la comunidad
podrá tener conocimiento de primera mano y certeza sobre la extensión de su
propiedad. Dio por terminada esa parte del evento agradeciendo a toda la gente
por haber asistido a solidarizarse y celebrar con la gente de Xayakalan y sentenció
que aún quedaba mucha comida por lo que aún nadie podía retirarse.
La música sonó entonces y
continuó por un buen rato; así, entre risas y compañerismo recordamos junto a
lxs presentes, que si bien falta lo que falta, la lucha siempre será para
recuperar la tranquilidad y la alegría de una vida en la que la fiesta venga
como fruto del trabajo, la organización y la prevalencia de los valores
comunitarios para compartir y disfrutar con el prójimo.
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