Centro de Derechos Humanos
Fray Bartolomé de las Casas
Organización Sociedad
Civil Las Abejas de Acteal,
Tierra Sagrada de los
Mártires de Acteal,
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
A 14 de abril de 2016.
C O N V O C A T O R I A
A los medios de
comunicación nacional e internacional
A los medios libres o
alternativos
A las organizaciones
sociales
A las organizaciones
independientes de derechos humanos
La Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, invita a
una conferencia de prensa que se llevará acabo el día 20 de abril del presente
año, a las 11:30 horas en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Fray
Bartolomé de Las Casas A.C., con sede en la Calle Brasil Nº 14 del Barrio
Mexicanos, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
El motivo de la
conferencia es evidenciar la usurpación del nombre y logotipo de nuestra
Organización, así como las amenazas de despojo por parte del autodenominado
Consejo Pacifista Sembradores de Paz.
Esperamos contar con su
puntual asistencia.
A t e n t a m e n t e,
La Coordinación de la Organización Sociedad Civil Las Abejas
de Acteal
HISTORIA DE LA Sociedad Civil Las
Abejas
Un movimiento
social pacifista para la reivindicación y el respeto de los derechos indígenas
En el año de 1992, tres herman@s: Agustín, Catarina y María
Hernández López, heredan, de su padre recientemente fallecido, un terreno de
120 hectáreas en la comunidad de Tsajalch'en, municipio de Chenalho, Altos de
Chiapas. En un contexto en el cual la costumbre social no permitía la tenencia
de tierra por parte de mujeres, Agustín buscó exigir la exclusividad de la
propiedad e ignorar el derecho de sus hermanas a recibir la herencia.
Prontamente este pequeño
conflicto familiar toma proporciones políticas ya que diversos grupos
ideológicos y organizaciones civiles se involucraron en las pugnas por el
derecho agrario de las mujeres. Esta situación provoca que Agustín dispare
contra tres hombres que apoyaban las resoluciones a favor de sus hermanas:
Lorenzo, Nicolás y Vicente Hernández López, quedando heridos los dos primeros y
resultando muerto el último.
Sin importar su
responsabilidad directa en los actos de violencia, Agustín acudió al juez
municipal y declaró que la culpabilidad de todo el conflicto recaía en 5
individuos: Mariano Pérez Vázquez, Sebastián Pérez Vázquez, Felipe Hernández
Pérez, Antonio Pérez Gutiérrez y Manuel Pérez Gutiérrez, todos de la comunidad
de Tsajalch'en, situación que provoca el arresto ilegal de estas 5 personas que
son llevadas al CERESO Nº 5 en San Cristóbal de las Casas. Debido a esto, 400
hombres y mujeres tzotziles, católicos y presbiterianos de diferentes
comunidades del municipio de San Pedro de Chenalho, organizaron marchas para
exigir la liberación de los presos.
Al observar que
organizados podían hacer frente común a las injusticias de las que eran
víctimas, en diciembre de 1992 decidieron agruparse como sociedad civil bajo el
nombre Las Abejas, organización conformada en un principio por 200 personas de
8 comunidades, todas de Chenalhó.
LA MASACRE DE ACTEAL
El 1 de enero de 1994 se inició de manera explícita el
conflicto en Chiapas con el levantamiento armado del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN). Este movimiento busca el reconocimiento y respeto
de los derechos indígenas, y desde sus inicios la Sociedad Civil Las Abejas se
mostró simpatizante con sus demandas aunque no con los medios que el EZLN
proponía para conseguirlas, es decir con la lucha armada. Así es como se
plantea la cercanía de Las Abejas con el zapatismo, como un movimiento paralelo
que impulsa una lucha pacífica.
La guerra abierta dura
pocos días ante la presión de la sociedad civil nacional e internacional y para
el 10 de enero de 1994 se firma un pacto de no agresión entre el Estado
mexicano y el grupo insurgente. Pocos meses después se inician los diálogos que
buscaban llegar a un desenlace definitivo entre las partes enfrentadas, primero
en San Miguel Ocosingo y en San Cristóbal de Las Casas en 1994 y posteriormente
en San Andrés Larrainzar a partir de 1995. En este proceso que intentaba dar
solución del conflicto, Las Abejas participan activamente dentro de los
cinturones de paz que buscaban proporcionar apoyo a la seguridad de la
comandancia del EZLN así como al interior de las discusiones que proporcionaron
propuestas para las mesas de diálogo.
Según Pablo Romo,
exdirector del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas
(CDHFBLC), mientras los representantes del gobierno mexicano se sentaban a
dialogar en busca de la paz, el ejército mexicano comenzó la implementación,
por órdenes del ejecutivo federal, una estrategia contrainsurgente descrita
como “guerra de baja intensidad”. La
estrategia plantea el entrenamiento de grupos armados al interior de las
comunidades que hicieran el “trabajo
sucio” y con eso lograr hacer parecer los ataques como conflictos intra e
inter comunitarios, a la par de un desarrollo propagandístico que tiene como
objetivo desacreditar la información que incrimine las acciones
gubernamentales.
Con la intención de “matar al pez quitándole el agua” e
interpretando que todos los que no colaboran con el gobierno están en contra
del gobierno, a partir de 1995 el Estado mexicano impulsa la creación de grupos
paramilitares que continuamente acosan a los miembros de los distintos grupos
políticos simpatizantes con el zapatismo. En un principio la estrategia fue
implementada en el norte del estado, principalmente en los municipios de
Palenque, Catazajá, Tila, Sabanilla, Yajalón y Chilón, sirviendo como una
especie de “laboratorio de operaciones”
como refiere Blanca Martínez, actual directora del CDHFBLC. Es a partir de
1996, debido entre otras cosas a la creación del municipio autónomo de Polhó y
al engrosamiento de las filas zapatistas en la zona, que la guerra de baja
intensidad llega a Los Altos.
Para principios de 1997 el
conflicto político en la zona comienza a complejizarse y los grupos
paramilitares actúan de manera constante tomando represalias en contra de
quienes no aceptan sumarse a su causa. Posteriormente, pugnas entre zapatistas
y priístas por el derecho de explotación de un banco de arena en el paraje de
Majomut vendrá a ser una excusa usada por los paramilitares para incrementar
las acciones de violencia.
La ola de temor que se
desencadenó como consecuencia del continuo hostigamiento de los habitantes de
las comunidades por parte de los grupos paramilitares, llevó al desplazamiento
de alrededor de 9.000 personas en el área que tuvieron que ser reacomodadas en
comunidades simpatizantes con sus respectivos filiaciones políticas que
sirvieron como campamentos de desplazados. Asimismo, el reacomodo poblacional
masivo significó numerosas amenazas y la presencia de varios cuarteles
militares a la entrada de las comunidades, muchos de los cuales permanecen
hasta la fecha.
La escalada del conflicto
llevó a que el 22 de diciembre de 1997, un grupo de tzotziles equipados con
armas de grueso calibre dispararan en contra de 45 personas Abejas (18 mujeres
adultas, cinco de ellas con embarazos hasta de 7 meses de gestación; 7 hombres
adultos; 16 mujeres menores de edad, entre los 8 meses y los 17 años de edad; 4
niños entre los 2 y los 15 años de edad) e hirieron a 26, en su mayoría menores
de edad, varios de ellos resultaron con lesiones permanentes.
Las personas atacadas se
encontraban refugiadas en la comunidad de Acteal debido al continuo
hostigamiento de grupos armados que quemaban sus casas y cultivos, y robaban
sus pertenencias. Estaban completamente desarmados, realizando una jornada de ayuno
y oración en la capilla de la comunidad de Acteal para pedir por la paz en la
región. El ataque fue perpetrado por alrededor de 90 personas, según refieren
testigos oculares y el hecho de que un puesto de operaciones mixtas (fuerza
militar, judicial y de seguridad pública) se encontrara asentado a 200 metros
ha servido para justificar las opiniones que apuntan hacia una responsabilidad
directa del estado mexicano.
El hecho violento tuvo sus
consecuencias políticas inmediatas con la renuncia del Secretario de
Gobernación Emilio Chuayffet y del Gobernador de Chiapas Julio César Ruiz
Ferro, así como por la aprehensión de Jacinto Arias Cruz, presidente municipal
de Chenalhó por ser sospechoso de haber proporcionado el armamento necesario
para realizar la acción. Sin embargo el hecho de que no ha sido investigado
ningún funcionario de alto rango, como el ex Presidente de la República Ernesto
Zedillo o dirigentes militares, hace sentir a las comunidades abejas que la
acción se mantiene impune.
Por otro lado Las Abejas
refieren que el hecho de que acciones como la masacre de Acteal, o casos como
los de Aguas Blancas en 1995 o Oaxaca y San Salvador Atenco en el 2006 se
mantengan en la impunidad, refleja las intenciones que tiene el Estado mexicano
de destruir a toda costa, sin importar el costo en vidas humanas, los
movimientos que buscan impulsar un cambio social.
A más de 18 años de
ocurrido el hecho que modificó tajantemente las dinámicas sociales de las
comunidades Abejas, Acteal se presenta como un punto desde el cual se emite una
declaración de repudio ante las relaciones asimétricas que impulsa el gobierno
mexicano en contra de las comunidades indígenas.
Nombre y edad de las víctimas de
la masacre
María Pérez Oyalte, 43 años; Martha Capote Pérez, 12 años; Rosa
Vázquez Luna, 24 años; Marcela Capote Ruiz, 29 años; Marcela Pucuj Luna, 67
años; Loida Ruiz Gómez, 6 años; Catalina Luna Pérez, 21 años; Manuela Pérez
Moreno, 50 años; Manuel Sántiz Culebra, 57 años; Margarita Méndez Paciencia, 23
años; Marcela Luna Ruiz, 35 años; Micaela Vázquez Pérez, 9 años; Josefa Vázquez
Pérez, 5 años; Daniel Gómez Pérez, 24 años; Sebastián Gómez Pérez, 9 años;
Juana Pérez Pérez, 33 años; María Gómez Ruiz, 23 años, Victorio Vázquez Gómez,
2 años, Verónica Vázquez Luna, 22 años; Paulina Hernández Vázquez, 22 años:
Juana Pérez Luna, 9 años; Roselina Gómez Hernández (?), Lucía Méndez Capote, 7
años; Graciela Gómez Hernández, 3 años; Marcela Capote Vázquez, 15 años; Miguel
Pérez Jiménez, 40 años; Susana Jiménez Luna, 17 años; Rosa Pérez Pérez, 33
años; Ignacio Pucuj Luna, 62 años; María Luna Méndez, 44 años; Alonso Vázquez
Gómez, 46 años; Lorenzo Gómez Pérez, 46 años; María Capote Pérez, 16 años;
Antonio Vázquez Luna, 17 años; Antonia Vázquez Pérez, 21 años; Marcela Vázquez
Pérez, 30 años; Silvia Pérez Luna, 6 años; Vicente Méndez Capote, 5 años;
Guadalupe Gómez Hernández, 2 años; Micaela Vázquez Luna, 3 años; Juana Vázquez
Luna, 1 año; Alejandro Pérez Luna, 15 años; Juana Luna Vázquez, 45 años; Juana
Gómez Pérez, 51 años; Juan Carlos Luna Pérez, 2 años.
Comentarios