EJÉRCITO
ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
16 de marzo del 2016.
Enlace Zapatista
18 de marzo del 2016.
Avances del Encuentro “L@s Zapatistas y las ConCIENCIAS por la
Humanidad”
Compas y no compas:
Ahora les informamos cómo va lo del Encuentro “L@s Zapatistas y las ConCIENCIAS por la
Humanidad”:
Hasta el 14 de marzo han llegado 50 solicitudes para el
evento.
Hay solicitudes de Noruega, Brasil, Chile, Francia, EEUU,
Japón y México.
Disciplinas científicas: Hasta hora se están contemplando invitaciones
para científic@s de Astronomía, Biología, Física, Matemáticas, Química,
Medicina, Genética, Patología y Nefrología Pedríaticas, y Microbiología.
Conforme se avance en más invitaciones, les iremos informando.
L@s cientific@s invitad@s
al encuentro “L@s Zapatistas y las ConCIENCIAS
por la Humanidad”, podrán participar con una reflexión crítica sobre su
práctica o teoría científica, o bien exponiendo de manera accesible algunos
elementos generales de su especialidad (es decir, una charla de divulgación).
El correo donde se
registran para asistir al Encuentro de “ConCIENCIAS
por la Humanidad” es
Fecha y lugar para el Encuentro de ConCIENCIAS: del 25 de
diciembre del 2016 al 4 de enero del 2017, con un intermedio el 31 de diciembre
y el 1 de enero.
El lugar es en el CIDECI
de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.
En el encuentro sólo
podrán participar l@s científic@s invitad@s con sus exposiciones; y los jóvenes
y jóvenas zapatistas selecionad@s con sus preguntas.
El registro no tiene
ningún costo y l@s zapatistas no podemos pagar viáticos, hospedaje ni
alimentación.
Niñas y niños pueden
asistir como videntes y escuchas, pero deben ser acompañad@s por una persona adulta
que se haga responsable.
Está prohibida
estrictamente la producción, consumo y comercio de drogas y alcohol.
Es todo por ahora.
Subcomandante Insurgente
Moisés.
Subcomandante Insurgente
Galeano.
Del cuaderno de apuntes del gato-perro:
Ecos del 8 de marzo.
Fecha: 8 de marzo del 2016. Lugar: Cuartel General del EZLN.
Documento obtenido del diario de quien se hace llamar “supgaleano”, gracias al malware troyano llamado “uca, uca, quien se lo encuentra se lo
emboruca” versión 6.9.
“Estábamos el Subcomandante Insurgente Moisés y el que esto
reseña, hablando del próximo festival CompArte y de cómo las comunidades zapatistas
se están organizando para participar. En eso llega una compañera Insurgenta y
dice sin más: “va a haber partido de fútbol. Nos retaron a las mujeres”. Yo sabía lo que había
detrás de eso, puesto que no era la primera vez que ocurría. Dejen les digo que
en ese cuartel las mujeres insurgentes doblan en número a los varones
insurgentes. Sobre esto hay dos versiones: la oficial es que la mayor parte de
los insurgentes nos encontramos realizando trabajos de alta especialización,
donde sólo los varones podemos desempeñarnos con garbo y gracia; la real es que
de por sí son más las compañeras que los compañeros. Por supuesto que está
prohibido publicar la versión real, por lo que se ha distribuido entre los
Tercios Compas sólo la versión oficial.
A pesar de esa realidad,
que era evidente a simple vista, a uno de los insurgentes se le ocurrió, al
terminar el desayuno, decir: “como hoy es
8 de marzo, entonces los hombres retamos a las mujeres a un partido de fútbol”.
El oficial al mando se dio cuenta casi inmediatamente del error, pero el mal
estaba hecho. Una oficial del servicio de sanidad insurgente respondió: “va pues”. Los varones se arremolinaron
en torno al ingenuo del reto para reconvenirlo. Al conocer la razón de la
desazón que cundía en las filas masculinas, el insurgente quiso aclarar: “pero equipos igual de jugadores”. “Ni madres”, dijeron las mujeres, “dijiste hombres retan a mujeres, así que es
todos los insurgentes contra todas las insurgentas”.
El cielo empezó a nublarse
y un viento fuerte presagiaba una desgracia.
Después de la comida (el
menú fue de licuado de tamales y café con chile), pasó una insurgenta a
decirnos que ya iba a empezar el partido y que si íbamos. El subcomandante
insurgente Moisés no podía, pues tenía que revisar la lista de registrados para
el festival. Yo me abstuve, intuyendo que no habría ambiente propicio para la
inequidad de género. Así que no fuimos ninguno de los dos.
Ya pardeaba el horizonte
cuando regresaron. En cielo y tierra la tormenta era dueña y señora de todo.
La insurgenta vino a
reportarse. Le pregunté cómo había quedado el partido y respondió “empatamos”. “¿Cuánto a cuánto?”, le pregunté. “No me acuerdo”, dijo, “pero
nosotras ganamos un partido y luego cambiamos de cancha y ganaron ellos; así
que empatamos: cada quien uno”.
Lo dijo con tal desparpajo
que parecía presidente del Instituto Nacional Electoral informando de los
resultados oficiales en cualquier elección.
A mí me olía que había
algo podrido en Dinamarca, así que fui donde el oficial al mando y le pregunté
del resultado: “Ganamos 7 a 3”,
respondió escueto. “Pero si la insurgenta
de Sanidad dice que empataron porque ellas ganaron un partido y ustedes el
otro”, lo cuestioné. El oficial se sonríe y aclara: “no, sup, sólo jugamos un partido; lo que pasa es que en el primer
tiempo ellas iban ganando 3 a 2, y en el segundo tiempo, después del cambio de
cancha, nosotros metimos 5 goles. Resultado: insurgentes-7, insurgentas- 3”.
El Subcomandante Insurgente Moisés, vocero del ezetalene, a nombre de todos los
hombres, mujeres, niños y ancianos zapatistas, exclamó: “¡Ganamos los hombres!”. Otra insurgenta que pasaba por ahí reclamó:
“Que ‘ganamos los hombres’, ¡Já! si ustedes
ni fueron”. “No importa”, dijo la
voz oficial del ezetaelene, “ganamos los
hombres”.
La tormenta pareció
disminuir y se aquietaron vientos y agua. Pero el horizonte distaba de ser
claro.
Más noche, cuando
brindábamos con café por la supremacía masculina, el Subcomandante Insurgente
Moisés me explicaba: “Mira, lo que pasa
es que de los hombres sólo dos saben jugar bien fútbol y los dos estaban de
guardia, entonces en el primer tiempo los insurgentes tenían dos menos y las
insurgentas pues de por sí son más. Para el segundo tiempo los dos varones
acabaron su turno y se incorporaron al partido y pues ganaron”.
Le pregunté si las
insurgentas sabían jugar fútbol: “saben”,
dijo, “pero además tienen a una que está
jovencita y corre de un lado para otro; ella es la mera estratega y táctica del
equipo, porque, cuando se cansa de correr, nomás grita ‘bola, bola’ y todas las
insurgentas se lanzan a rodear al hombre que lleva la pelota y todas a patear y
como sólo hay una pelota pues un buen tanto de patadas le tocan al compañero”.
Levantamos entonces
nuestras tazas de café frío y saludamos el nuevo triunfo de género aún en
condiciones adversas.
En la montaña viento y
lluvia habían ya bebido de la fuerza nocturna. No amanecía aún cuando bajaron,
con más fuerza si posible fuera.
Pero (siempre hay un “pero”), al otro día, en el desayuno,
uno de los varones, con mala intención, preguntó cómo había quedado el partido
de fútbol. “Empatamos”, se apresuró a
decir una insurgenta y, antes de que los machitos alcanzaran a reaccionar, se
dirigió a las demás arengándolas: “¿Verdad
que sí compañeras?”. “¡Sííííí!”,
gritaron todas y pues, como son mayoría, pues… en fin, riesgos de la
democracia.
Fue así como las
insurgentas convirtieron una derrota deportiva en triunfo y ganaron… con un
empate. Marcador final: insurgentes- 1, insurgentas– 2.
Pero los machitos no se
dieron rápido por vencidos, pidieron la revancha. “Ta bueno”, dijeron las compañeras, “pero hasta el año que viene”.
Desesperados, los
insurgentes acudieron a quien mejor sintetiza los altos valores del
machismo-zapatismo, es decir, yo mero. Me preguntaron que cuándo era el “día de los hombres”.
“¿Cómo?”, les pregunté.
“Sí”,
dijeron, “si hay un día de la mujer,
también debe haber un día del hombre”.
“Ah”,
asentí entendiendo: “ya hay de por sí”.
Y les enseñé lo que, con sabiduría sintética, algún tigre había tuiteado: “El ‘día del hombre’ (cuando se celebra
la esclavitud de la mujer a las labores de crianza) ya existe. Es el 10 de mayo”.
Creo que no agarraron como
quien dice la tonelada del sarcasmo, porque se fueron diciendo: “Ah, entonces todavía falta”.
Preguntas de control de lectura:
1.-
La insurgenta de sanidad que subvirtió la semántica en las reglas de la FIFA,
¿es una feminazi, una lesboterrorista o alguien que manda muy
lejos a las reglas, destroza los roles impuestos y lastima la sensibilidad
varonil?
2.-
Quien con tal donaire reseña lo ocurrido en ese aciago día del 8 de marzo del
2016 en un cuartel zapatista, ¿es un macho heteropatriarcal, eurocentrista,
especista, capacitista, clasista y etcteterista, una más de las víctimas del
sistema (órales, parece nombre de grupo musical), o no celebra el 10 de mayo
por falta de la susodicha?
3.-
Como mujeres que somos, ¿les damos la revancha a los malditos hombres como de
por sí o ni mais palomas, a volar cuervos que te sacarán los ojos?
Mandar sus respuestas al
conserje de la escuelita. Ojo: todas las mentadas que no sean de menta serán
devueltas a su remitenta con cargo a la ídem.
Doy fe bajo protesta de género:
SupGaleano.
Marzo 8 del 2016.
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