Por Mumia Abu-Jamal
–© ‘16maj
Traducción Amig@s de
Mumia, México
Audio grabado por Noelle
Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por
Fatirah Litestar01@aol.com
20 de enero de 2016
Centro de Medios Libres
26 febrero, 2016
Si alguna vez se ha preguntado sobre la eficacia de imponer la
voluntad de oficiales estatales sobre un gobierno local, la experiencia de
Flint, Míchigan, ha contestado esa pregunta de una vez por todas.
Para ahorrar dinero en
abril de 2014, el Director de Emergencia nombrado por el gobernador del estado
de Míchigan ordenó un cambio en la fuente de aguas para la ciudad de Flint,
desde el Lago Hurón al notoriamente contaminado Río Flint.
El cambio desató un
desastre en la ciudad de enfermedades, destrucción y muerte. Flint es un río
tóxico, rico en plomo, un contaminante mayor que produce efectos devastadores
en el desarrollo del cerebro, el habla, y los niveles de CI (cociente
intelectual) de los niños. Tan pronto que fueron bombeadas a los sistemas de
aguas municipales, las aguas corrosivas liberaron plomo de las viejas tuberías,
y lo llevaron a aproximadamente 90,000 casas en la ciudad.
Ahora Flint es una ciudad
envenenada, debido a su agua tóxica.
Este cambio también
ilustra cómo autoridades lejanas pueden causar una catástrofe en casa. Ahora
decenas de miles de niños que han tomado ese agua y se han bañado en ella,
pueden sufrir problemas de salud de por vida: enfermedades de la piel,
deficiencias cognitivas, defectos en el habla, sólo para empezar.
El gobierno estatal, con
sus ahorros falsos, ha creado un problema que puede durar generaciones. Su
Director de Emergencia ha creado una emergencia.
La política de austeridad
de Míchigan provocará problemas que costarán miles de millones de dólares para
resolver.
La política de ignorar los
problemas de los pobres es como un volcán capaz de arrojar lava –y exigir
atención nacional.
A propósito, el estado de
Míchigan recibe su nombre de las palabras del idioma Chippewa, mici gama, que
significan “La Gran Agua”.
El gobernador de Míchigan,
Rick Snyder, será recordado no por cuidar “La
Gran Agua”, sino por traer agua envenenada a la ciudad.
Desde la nación
encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
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