Chiapas: en medio de acoso policiaco y militar se levanta plantón de Shulvó, "No hay nada de retorno"
Koman Ilel
Publicado el 12 febrero
2016
Alrededor de las 11 de la noche se decidió levantar el plantón
de la comunidad de Shulvó, del Municipio Autónomo Vicente Guerrero
–Zinacantán-, de la explanada de la catedral de la Ciudad en medio de un
constante acoso policiaco y militar. Tras una mesa de negociación en donde
estuvo el delegado del gobierno de Chiapas, la secretaría de gobierno y como
mediador el Padre Gonzalo Ituarte; el gobierno planteó una reubicación del
plantón, por la coyuntura papal y la visita que éste hará a la tumba de Don
Samuel Ruíz, ubicada al interior de la catedral. Sin embargo no se garantizó de
ninguna manera el retorno de las 11 familias desplazadas de manera forzada el
pasado 9 de diciembre. En la mesa que inició ya entrada la noche, no estuvo el
gobierno municipal de San Cristóbal, tampoco el grupo paramilitar encabezado
por el presidente municipal de Zinacantán, Manuel Martínez Giménez.
En conferencia de prensa
las familias anunciaron que no confiaban en el gobierno, pero aseguraron, “Vamos a nuestro lugar de renta, pero si no
cumple seguiremos exigiendo retorno seguro”.
A 48 horas de que arribe
el Papa Francisco, y en la víspera del Encuentro Latinoamericano “Con la encíclica Laudato sí defendemos los
derechos a la tierra, y el territorio y los bosques”, se intimidó, se
hostigó y amenazó a las familias desplazadas con revivir un nuevo desalojo
violento, como el del pasado 9 de diciembre en su comunidad. En las
inmediaciones del centro de San Cristóbal se movía un convoy de efectivos de la
marina, por lo menos una docena de elementos terrestres, armados y con perros
adiestrados a su lado; un mínimo de tres convoys de la policía federal–incluida
una ambulancia y dos camionetas encabezaban portando armas de alto poder
calibre 50-, y alrededor de 200 policías antimotines –entre federales y
estatales-.
Lo anterior demostró el
primer despliegue que creará un “perímetro
de seguridad” al estilo de estado de sitio, pues no se dejará deambular,
andar en bici o vehículos y a los residentes de las colonias centrales de San
Cristóbal de las Casas se les pedirá credencial, se instalaran filtros de
seguridad, se cerrarán de negocios, dejará de funcionar el transporte público y
se retirará a vendedores ambulantes. Todo lo anterior para garantizar la
seguridad del papa y a la espera de recibir una concentración de 250 000
personas durante las actividades en San Cristóbal.
Al final del día –y tras
el hostigamiento constante- se acordó levantar el plantón y esperar la fecha
del 28 de febrero para el diálogo sobre el retorno de las familias a Shulvó,
Zinacantán.
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