Centro de Medios Libres
14 diciembre, 2015
A los compañeros y
compañeras presas
A sus familias y
colectivos de apoyo
A la Red contra la
Represión y por la Solidaridad
A la Cruz Negra Anarquista
de México
A la sexta y más allá
A los compas solidarios
11 de diciembre, 2015
Frío, tortura, dolor, angustia, aislamiento, explotación,
hambre, humillación, fajina, autoritarismo, control, desprecio, sometimiento,
enfermedad, abuso, cansancio, castigo, segregación, corrupción, extorsión,
observación, violencia, terror, sanción, racismo, paternalismo, sumisión,
olvido… La prisión es todo eso que no queremos y que no estamos dispuestos y
dispuestas a seguir tolerando como una normalidad
social. Es todo eso contra lo que luchamos y que forma parte esencial de la
existencia misma del sistema capitalista, fascista, autoritario, sexista y
racista en el que se vive, se sobrevive, se muere, se condena o se ejecuta.
El encierro, el
aislamiento, la cárcel, los centros de retención, preventivos, administrativos
o temporales o como se llamen y disfracen, están construidos con el único
propósito de eliminar a miles de hombres y mujeres, jóvenes, jóvenas, niños,
niñas, ancianos y ancianas. Si la sociedad en su conjunto entendiera que las
autoridades, gobiernos y fuerzas del orden impuestos, han creado un basurero
legalmente y moralmente aceptable, donde se desecha al que molesta socialmente,
políticamente, económicamente, sabrían sin titubear que ese basurero social se
llama prisión, cárcel, cana, tambo, taule, geôle… Y que esa
institución no puede ser reformada, sino destruida, tal y como queremos que
este sistema no continué nutriéndose de explotación y de opresión.
Cuando decimos que
queremos construir otro mundo, no puede hacerse en cachitos, todo lo que oprime
y explota no lo queremos para el día de mañana, ni para el futuro; empezar a
platicar este tema “del encierro” y
las instituciones y el mundo que lo genera, es un debate que debe tener cabida
en nuestras luchas y en nuestros encuentros.
No podemos caminar solamente
pidiendo la libertad de nuestros presos y presas políticos, porque no queremos
simplemente que la bestia carcelaria se siga nutriendo de ese basurero social
que no nació solo y que es el producto de la sociedad en donde vivimos, muy a
pesar nuestro, con sus prejuicios e incomprensiones. La bestia carcelaria
invisibiliza cotidianamente en México a más de 240 mil hombres y mujeres y al
menos 400 niños, en su mayoría de abajo, que sobreviven lejos de nuestras
miradas en esas instituciones de desprecio. Y como dice Fernando Bárcenas: Al
estado no le interesa cambiar un sistema del cual obtiene beneficios; por eso
corresponde a nosotros incidir para generar las rupturas de esa realidad de
apariencias, para no convertirnos en cómplices de un crimen terrible como lo es
la sociedad carcelaria en la que actualmente vivimos. La lucha es hasta que
todos y todas seamos libres.
En París, justo el día de
ayer, 11 de diciembre de 2015, tuvimos un encuentro con gente de varios
horizontes y pensamientos, ahí se presentó el periódico anticarcelario
traducido al francés El Canero,
creado por Fernando Bárcenas y en donde varios presos y presas, no solo dan sus
testimonios pero hacen una crítica bastante profunda al sistema carcelario y
jurídico en el que se encuentran sometidos y en el cuál resisten, desobedecen y
luchan. En este espacio, nos encontramos con ex-presas que participan en la
iniciativa editorial y en la emisión de radio anticarcelaria l’Envolée que nos
compartieron su experiencia dentro de las cárceles francesas.
La cárcel, es la cárcel,
sea en México o aquí en Francia y para lo único que sirve es para quebrar a las
personas, sus cuerpos y sueños. El debate fue profundo y también la
compartición.
Compas no podemos terminar
esta carta sin dejar de comentarles, lo que estamos viviendo y platicando aquí,
en este lugar del planeta -como allá en México, ciertamente a diferentes
intensidades– nosotros aquí estamos viviendo la guerra de arriba, su guerra que
imponen a los pueblos. El gobierno francés lleva a cabo sus guerras
neo-coloniales contra Afganistán, Irak, Libia, Malí, Siria con la finalidad de
seguirlos explotando y las guerras siguen ahí y seguirán por mucho tiempo
mientras este sistema se nutra de ellas. En este contexto, los atentados del 13
de noviembre son utilizados por el gobierno para decretar el estado de
excepción bajo el pretexto de “protegernos”
pero en realidad, lo único que les importa es protegerse a sí mismos, proteger
al Estado. Son sus guerras y nuestros son los muertos.
En las últimas semanas han
utilizado esta situación para golpear a todas y todos aquellos que les
molestan, ya sean activistas, pobres, inmigrantes o simplemente aquel o aquella
que es diferente. Han restringido las pocas libertades que se han alcanzado en
luchas pasadas y que se han defendido. Mientras los jefes de estado se reunían
en la COP21 para disfrazar la continuidad del saqueo, explotación y destrucción
de las tierras y territorios, la lista de medidas represivas llevadas a cabo
por el estado de excepción se extiende a grandes pasos: prohibición de
manifestaciones, toque de queda, cateos domiciliarios, convocaciones masivas,
arrestos, controles policíacos, fuerte represión por parte del cuerpo de
granaderos, detención domiciliaria. En un momento, se contaban 300 arrestos,
hoy varias personas siguen detenidas, otras han salido en espera de un proceso
y bajo fianzas elevadas; el estado de excepción sigue ahí, incluso se ha
prolongado, la pregunta es ¿Hasta cuándo?
Hoy, pensamos a todos y
todas las presas, a todas las personas detenidas bajo cualquier pretexto
gubernamental que garantice su supuesta seguridad
nacional con tal de seguir su guerra dejando a nuestros muertos en el
camino, hoy pensamos en todas y todos aquellos que en prisión no dejan de
resistir y luchar como les es posible contra la maquinaria penitenciaria, hoy
no olvidamos a Lucile, a Christine, a Kamel, a Damien, a los compañeros en
México: Álvaro Sebastián Ramírez, Fernando Bárcenas, Luis Fernando Sotelo,
Miguel Betanzos, Abraham Cortés, Alejandro Díaz Sántiz, Esteban Gómez Jiménez,
Santiago Moreno Pérez, Emilio Jiménez Gómez y a Roberto Paciencia. No olvidamos
tampoco a Leonard Peltier, Mumia Abu Jamal, Oso Blanco, Gabriel Pombo da Silva…
Muchas historias faltan,
hoy pensamos y no olvidamos a los miles de hombres y mujeres que el sistema
capitalista pretende eliminar bajo sus instituciones de aislamiento y de
olvido; pensamos también en las personas en fuga donde quiera que se
encuentren, que el viento borre sus pasos.
Un abrazo y ánimo para
todos ustedes, es en las reflexiones de nuestros compañeros y compañeras presas
que hoy sabemos, por sus repetidas palabras, que aquí afuera también estamos
encerrados, sometidos, vigilados, controlados… La prisión es sin duda el
reflejo de esta sociedad con todo aquello que no queremos en el mundo que
anhelamos y por el cual seguimos luchando.
Queremos agradecer a los
compas de la CNA-México, al GT No estamos Todxs, a la Red contra la Represión,
a La Voz de los Zapotecos Xichés en prisión, a las familias de Fernando Sotelo
y a la madre de Fernando Bárcenas por sus consejos e intercambios, gracias por
permitir que los puentes puedan construirse y los pensamientos e ideas tejerse,
seguimos caminando a su lado lentamente, aprendiendo y escuchando de ustedes y
de los compas presos y presas.
¡La lucha es
hasta que todos y todas seamos libres!
¡Jusqu’à ce
que nous soyons tous et toutes libres!
¡À bas les
murs des prisons!
Les trois
passants (Francia)
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