¿Servir y proteger o azotar y violentar? violación, sodomía y abuso sexual infantil cometidos por la policía
Mumia Abu-Jamal
–© ’15 maj
12 de noviembre de 2015
Audio grabado por Noelle
Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por
Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de
Mumia, México
Sin importar quienes somos o nuestra fuente
de noticias, no tenemos que ir lejos para encontrar una nota mediática que
felicite a la policía. Un oficial rescata a una señora de un coche en llamas,
otro ayuda a una viejita a cruzar la calle. Estos son las historias elementales
que alimentan la máquina mediática.
Pero
desde que la agencia de información AP publicó su reciente exclusiva sobre
cientos de actos de opresión sexual, violación, sodomía y abuso sexual infantil
cometidos por la policía en todas partes del país, el silencio ha sido
ensordecedor.
El
retrato de casi mil policías, incluyendo ayudantes del sheriff y los llamados
funcionarios de recursos escolares, violando, sodomizando y obligando a
mujeres, niñas, niños y hombres a asumir posiciones sexuales perjudiciales, es
realmente espantoso, por no decir otra cosa peor.
El
artículo a página completa en el Sunday Times de Scranton, Pensilvania, ofrece
un escalofriante relato sobre una mujer cincuentona que regresaba a su casa
después de jugar al dominó con amigas. Un policía le ordenó a orillar y parar
el auto. Lo hizo. Fue cacheada para “la
seguridad” del oficial, quien le obligó a levantar su vestido y bajar sus
pantaletas. Otra revisión. Obviamente desarmada, la mujer fue obligada a darle
sexo oral al policía en la patrulla del Departamento de Policía de la Ciudad de
Oklahoma. “Apúrate”, ladró el agente.
“No tengo toda la noche”.
La AP
investigó cientos de casos como éste en 44 estados del país. Los periodistas
Matt Sedensky y Nomaan Merchant encontraron casos en los que los supuestos
oficiales de recursos escolares abusaron de niños y niñas en sus escuelas.
Encontraron casos en los que adolescentes inscritos en programas de
capacitación policial fueron perseguidos, hostigados y violados por sus
entrenadores.
Tan
alarmante como repugnante, ésta es la historia de policías fuera de control que
sólo sirven y protegen a ellos mismos, mientras tratan como basura a las
personas que les pagan.
Si no
te has enterado de estos casos en tu periódico local, la radio o un noticiero
local o nacional, estás terriblemente mal informado sobre la verdadera
naturaleza de la policía.
Esto no
tiene nada que ver con la ley y el orden.
Son las acciones de criminales que promueven el desquicio, disfrazados como
oficiales de la paz. Esta es la cultura de la violación en Estados Unidos.
Violencia callada y oculta contra la gente frágil, desarmada, joven, indefensa.
Ésta es “América” al comienzo de un
nuevo siglo bajo el dominio de la barbaridad policial.
Desde
la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
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