Cómo ahogar la precariedad laboral con gasolina. La resistencia de lxs gasolinerxs del Servicio Taxqueña
Colaboración/29 octubre,
2015/
Por Estrella Flores y PatoDfs
Agencia SubVersiones
Una
huelga hay que soportala hasta el final.
La
resistencia de lxs gasolinerxs del Servicio Taxqueña
Jornada
solidaria con Servicio Taxqueña
Señor, señora, joven, jovena, niño, niña
como le diríamos, si usted tan sólo gira la mirada un poco más abajo, vera que
sobre avenida Miguel Ángel de Quevedo y avenida Pacífico hay una gasolinera
envuelta con las banderas rojas y negras, e intenta asomarse, verá unos
gasolineros y gasolineras bailando, comiendo y disfrutando de la música en vivo
con temas de Silvio Rodríguez y León Chávez Teixeiro, además verá que hay más
gasolineras y gasolineros de distintas estaciones de servicio como Nivel
Superior, Santa Úrsula, Coapa, entre otras, también los visitan las señoras de
los baños de la central de abastos del DF, todos ellos y ellas pertenecientes
al Sindicato de Trabajadores de Casas Comerciales, Oficinas y Expendios Similares
y Conexos del Distrito Federal (STRACC). Y digamos que le invitan a estar un
rato con ellos y compartir, escuchará y mirará que están con ellos sus
familias, esposas, hijos e hijas, verá que muchos de ellos ya son grandes de
edad y otros jóvenes, dos generaciones juntas que mantienen la alegría en una
jornada de lucha y solidaridad, y le platicaran que están ahí desde las 10 de
la mañana.
Le
platicarán que lxs compas de Coapa, lxs del Botón Rojo, esas mujeres
incansables y esos hombres humildes, les llevan una despensa pequeñita, que su
sindicato, el STRACC, a nombre de muchos y muchas gasolinerxs les da un
dinerito para sostenerse un tiempo. Y digamos que decide quedarse un rato y
pues en la plática y el cotorreo ellos tocan su corazón y ellos abren el suyo,
y uno de los gasolineros ya viejo comienza hablar y dice:
«Yo laboro desde 1978 de lo cual esta
empresa cuando yo entré a trabajar aquí, pues estaba muy bien, llegó un momento
en que falleció el dueño y se quedó su hijo, todo iba bien, a raíz de que será
unos cuatro años después de que murió el papa, todo iba bien. Pero llegó un
momento en que el patrón de aquí, hizo cambio de administración, a raíz de eso,
metió otras personas y empezamos a tener problemas. Cuando metió la
administración nueva, duramos como dos meses sin trabajar, a partir de ahí
empezamos a laborar otra vez, su idea de ellos era echarnos para afuera, de los
cual nosotros nos defendimos y aquí seguimos, el problema que hay, que el
patrón confió mucho en su administración que metió, pues no fue así, hasta el
momento nos han dejado sin trabajo, el tiempo que yo llevo no puedo abandonar
la empresa porque toda mi vida ha sido aquí, lo que pediríamos ahorita, porque
ya los años nos empiezan a pesar, es que se solidarizaran con nosotros para
salir adelante en esta huelga, porque la verdad sí es estresante estar aquí, no
tengo niños, peros si tengo a mi esposa que está enferma y me preocupa, no
sabemos si nos van a dar de baja del Seguro, no es la primera vez que sufrimos
esto, para mí ya es la tercera vez, antes de que viniera esta segunda
administración, se renovó, nos aventamos una año cuatro meses sin trabajar y
tampoco recibimos sueldo, no recibimos nada, resistimos todo eso y ahí nos
querían sacar, aguantamos todo eso, no es la primera vez que no lo hacen, ya es
la tercera, ya lo que queremos es que se normalice todo esto para seguir
trabajando, más que nada por la familia que tenemos en casa. Aquí según por lo
que nosotros nos enteramos todo este problema vino a raíz de que la nueva administración
que metieron querían meter gente para cobrarles, o sea correr a toda la gente
que estaba y meter gente nueva para cobrarles, o sea en lugar de pagarles,
cobrarles derecho de piso, hay algunas estaciones que así les hacen»
Y de pronto otro toma la palabra,
«Lo que comentan mis compañeros pues es
cierto la administración que llegó pues era gente de confianza del patrón, esa
gente es gente que no tenía idea de administrar una empresa, gente ocasional,
serían amigos del patrón, la señora que quedó de administradora, la
representante legal, ella quiso formar su equipo, un equipo de 50 gentes, que
no tenía caso, anteriormente la administración eran tres personas, manejaban
todo, al ser más gente, eran más sueldos, eran sueldos que les ofrecían pagarles
más y a nosotros mantenernos restringidos en todos los sentidos, presión al
llegar temprano, presión al trabajar, presión de que si faltabas y no avisabas
ya tenías foco rojo para correrte, gente que no sabía de administrar una
empresa o que se dejaba llevar por lo que ellos aprendían o sabían de otros
lugares, ahora la finalidad de que nos despidieran a todos los que teníamos
mucho tiempo, primera no liquidarnos, segunda como no estaba firmado el
contrato colectivo decían ellos fácil se van, a la administración pasada la
quitaron de una forma violenta, cuando estaba esa administración no tuvimos
ningún problema en ningún sentido, llegó la nueva administración llegaron los
problemas, que fue lo que hicimos organizarnos, buscar a un representante sindical
que nos empezó a defender, de ahí estas personas querían que el sindicato no
estuviera, hubo recuento de votos, hubo cierre de estación, por todos lados nos
presionaron, ¿qué paso? pues nosotros estamos resistiendo, les demostramos que
no importaba la forma en la que nos pusieran a trabajar, les respondíamos
ahora, por este lado le hacemos un atento llamado al patrón de que tome
conciencia de esto ya estuvo su estación mucho tiempo cerrada, él sabe que se
está acarreando más problemas en todos los sentidos, en Pemex, en Hacienda, con
nosotros mismos, aunque ya tenemos mucho tiempo con el trabajando, que es lo
que queremos, que nos reinstale, y nos dice, ¿sabe? son buenos trabajadores
pero yo prefiero otra gente nueva, ¿que les parece? Ahí está su liquidación, a
la fuerza nada, nos está liquidando, nos está pagando lo que nos debe pero
ahorita no se para, para nada, se hace un atento llamado a que venga, dialogue
con el representante sindical, con nosotros mismos, en algún momento comentó
que le queríamos quitar la estación, en ningún momento, de nosotros ¿quién
tiene dinero para comprar la estación y echarlo a andar? Nadie, estamos
resistiendo, tenemos apoyo de otras estaciones, esperamos que pronto se
solucione este asunto, ya llevamos mucho tiempo desde el inicio del
emplazamiento, desde la huelga, ¿con qué nos estamos manteniendo? Lavando
carros, no podemos abandonar el centro de trabajo mientras no haya una solución
de liquidación o solución de reinstalación».
Y le
siguen compartiendo y de pronto le cuentan que no es fácil trabajar de
gasolinero porque
«Hay compañeros que platican, tú llegas a
una estación les preguntas ¿tienes seguro?, no, ¿tienes sueldo?, no, al
contrario tengo que dar una cuota de $60 pesos por trabajar y aparte de eso me
obligan a vender aceites y si no los vendo me los tengo que llevar a mi casa,
hay estaciones en las que venden un aditivo a bajo precio, si un aditivo cuesta
35 pesos te lo venden a 20 pesos, ya no pierden 35 pierden 15, si tú vas a
otras estaciones y te dan el precio más alto, dices que en otra estación me lo
dan más barato».
Cómo
nos organizamos para resistir
De pronto en la plática se cuela una voz
femenina, ella es la única mujer entre tanto gasolinero, y con un tono de voz
firme menciona:
«Como decía el compañero, ya tenemos dos
meses, bueno ya vamos para tres meses sin percibir sueldo y lo que hacemos es
lavar autos, los compañeros en el pesero, algunos venden para percibir algo
para llevar a casa, pues yo también les comento a los compañeros que sí es
desesperante esta lucha, pues esperemos que en la resistencia todos aguantemos,
que sea muy pronto que se abra la estación, el carecer, el no percibir sueldo,
las propinas, pues estamos en la lucha y esperemos que se resuelva esto. Yo
gasto $30 pesos diarios en pasaje y ahorita hacemos guardia cuatro compañeros
por cada turno, somos tres turnos, la noche, mañana y tarde y así los cuatro
compañeros que estamos en equipo pues lavamos autos, pedimos solidaridad a los
vecinos, pues no se junta mucho, como $100 pesos así muy poco, $30 pesos de
pasaje, yo vivo por metro Santa Anita, mis hijos dependen de mí, la situación
esta complicada, estamos en la resistencia por nuestro trabajo, que se
normalice esto, pues, que se arreglen todas las peticiones que pide el
sindicato que nos representa, hacia nosotros que se normalice todo para seguir
en la lucha y pues trabajar».
De
pronto uno de ellos comenta que este domingo 11 de octubre cumplen un mes de
estallada la huelga, que les cortaron la luz. Algunos de ellos venden dulces y
aguas en el camellón, informan a la gente sobre la huelga, otros lavan coches,
de esta forma se mantienen en resistencia en la lucha.
Otro de
ellos concluye: «tengo 25 años trabajando
toda una vida que tú has dejado acá, por eso mismo no podemos abandonar el
movimiento, la huelga es una estrategia que todos tenemos, esto ya queda en
resguardo de nosotros, de acá depende nuestro pago si el patrón ya no tiene
ganas de tener su estación o quiere trabajar pues que nos liquide por la vía legal,
si el patrón no quiere, pues se remata el inmueble nos paga lo que nos debe y
lo que sobre se le regresa, es toda una vida, ha nuestra edad pues ya es
difícil conseguir trabajo, hay compañeros que ya tiene más tiempo y están más
grandes, imagínate si abandonamos la lucha nos quedamos con las manos vacías,
ahora de lo que se trata ahorita, es de resistir a que aguantemos, pero vamos a
ganar, hasta que ganemos».
Y
digamos que todo eso que escuchó lo increpa, le llena de esperanza, pero
también le hace decidir, le hace caminar; digamos que se va, los deja ahí
aunque de pronto uno de esos gasolinerxs jóvenes le regala unas palabras como
lección y le dice señor, señorita, joven, jovena, niño, niña, ¡espere! «la lucha uno sabe cuándo empieza, pero no
cuando termina».
Acompañamiento
jurídico
La problemática laboral en nuestro país
tiene muchos matices, entre los cuales destaca el ser un país que sobrevive
entre la crisis social, económica y política. México tiende a precarizarse, es
decir, tiende a ir en retroceso en lo que se refiere a la protección y
ejercicio de los derechos laborales (salario, condiciones de trabajo, seguridad
social, dignidad, respeto, asociación sindical, negociación colectiva y derecho
de huelga) y los trabajadorxs de las gasolineras son un claro reflejo de esas
condiciones.
La
problemática surge desde el momento en que –como ya lo mencionábamos antes– los
trabajadorxs de las estaciones de servicio no se encuentran regulados por la
ley, sobre esto la licenciada Patricia Juan Pineda, abogada y sindicalista del
STRACC menciona que: «Un primer problema
es que no los reconocen como trabajadores a pesar de que cumplen con todos los
elementos que dice la ley […]»,
tal circunstancia lleva a que cotidianamente su trabajo sea desvalorizado y que
se reduzca a la condición de «propinerxs»
que en este contexto es quien debe soportar la precariedad en su máximo
esplendor, por lo tanto, no tiene derecho a quejarse, al contrario debe estar
agradecido por la oportunidad que se le da de recibir dinero sin ninguna
requisito previo.
Tal
exclusión los deja en un estado de indefensión total, pues como consecuencia de
no ser reconocidxs como trabajadorxs se les niega la oportunidad de hacer
exigibles sus derechos laborales contenidos en el marco jurídico nacional e
internacional frente a los patrones quienes en el mayor de los casos se niega a
inscribirles en el régimen de seguridad social y pagar salarios dignos, pues
llevan a cabo una triangulación que los exenta de dicha responsabilidad legal,
o sea, una empresa contrata a una empleadora para que consiga personas que
quieran «colaborar» en las estaciones
de servicio, entonces estos solicitan hombres y mujeres para desempeñar la
labor de propinerxs, cuando estos
están disconformes no pueden exigir ningún beneficio puesto que no hay firma de
un contrato ley o en su caso el contrato existente es de protección.
La
abogada nos comenta que «las gasolineras
son una de las grandes muestras de como los contratos de protección excluyen a
los trabajadores. Restringiendo los derechos individuales y los derechos
colectivos, porque dichos contratos de protección tienen sindicatos ‘charros’
adheridos a los mismos, es decir, son contratados por el patrón, lo que no
permite que los trabajadores se organicen sindicalmente para luchar por sus
derechos y negociar colectivamente las mejoras salariales y sus prestaciones».
El
hecho de que el 90% de los contratos colectivos en el DF son de protección
patronal se traduce en un control masivo desde las grandes centrales, como la
CTM y la CROC, limitando la posibilidad de acceder a la justicia de manera
efectiva, pues estos sindicatos no representan a lxs trabajadorxs sino a los
mismos patrones, entonces lxs trabajadores que luchan por sus derechos se topan
con tres barreras, el gobierno, los patrones y los sindicatos charros, esto se
traduce en una tremenda ilegalidad tanto dentro como fuera de las instancias
judiciales violentando constantemente el derecho a la justicia pronta y
expedita.
Frente
a esta constante ilegalidad y legitimación del abuso ejercido sobre lxs
trabajadorxs de las gasolineras, ellxs deciden organizarse y empiezan a buscar
formas de mejorar sus condiciones de trabajo; Pineda nos cuenta que esta es la
necesidad que dio origen al STRACC, sindicato que nació de la organización de
una gasolinera (Santa Úrsula): «uno de
los problemas graves de nuestro país es que no nos reconocemos como
trabajadores y al no reconocernos nosotros mismos nos excluimos. Ellos se
pensaban como propineros y por eso tenían que agradecer que les dieran trabajo
y pagaban por trabajar. Ahora al saber que son trabajadores y reconocerse como
tales los hace conscientes de que tienen derechos y obligaciones, y las ejercen.
[…] saberse susceptibles de ellos los
lleva a procesos –como el de Servicio Taxqueña– donde exigen una fuente de
trabajo fortalecida, que respete derechos, donde la negociación colectiva sea
racional y equilibrada para defender la fuente, pero también para tener buenas
condiciones de trabajo y salarios dignos».
Servicio
Taxqueña
En voz de la abogada Patricia Pineda: «aquí paulatinamente la empresa fue
suspendiendo los servicios, dejó de proporcionar la materia prima para que se
estuviera trabajando ¿qué significa? Que de repente ya no hubo gasolina para
despachar, poco a poco se fueron eliminando cosas hasta que hubo un punto en
que no se pagaron salarios, pero la gente estaba esperando y lo que hicieron
fue ponerse a generar ingresos a través del lavado de vehículos, mantener
limpia el área, esperando que esto jalara, lo que implicó una violación al
contrato colectivo de trabajo que tienen firmado por lo que el sindicato promovió
un emplazamiento a huelga para el cumplimiento del contrato.
Durante el proceso se estuvieron intentando
acercamientos con la empresa para que esto se resolviera, llevamos alrededor de
4 meses, un número importante de audiencias en las cuales el sindicato planteó
que lo que ellos querían era trabajar, sin embargo la empresa, de manera
extraña, a cada audiencia llagaba con una nueva asesoría, cuatro o cinco veces
cambiaron de asesoría y eso no permitía que pudiéramos llegar a acuerdos donde
no hay claridad y no hay respeto a los propios acuerdos previos, pues un
acuerdo que hacíamos con una representación se moría cuando llegaba una nueva.
Nosotros siempre hemos dicho que un
sindicalismo independiente también debe ser un sindicalismo responsable y para
nosotros estallar la huelga fue una decisión muy difícil, muy fuerte y muy
debatida dentro del mismo sindicato por todas las implicaciones que tiene una
huelga. Así que aguantamos hasta el final, hasta que en una audiencia viendo
que no se llegaba a acuerdos se decidió el estallamiento de la huelga, se
solicito a la junta que diera todas las facilidades y se nombrara a las
autoridades para que se certificaran que estaba en tiempo y forma, así que el
día del estallamiento vino un actuario quien señaló que empezamos a la hora que
dijimos, se estalló en términos de la ley y por eso es una huelga legal».
Es
importante resaltar que en México la huelga es un derecho fundamental de lxs
trabajadorxs, es decir, el derecho de huelga se ha traducido en un instrumento
de solución compulsiva del conflicto en cuanto a que el orden jurídico ha
resultado insuficiente para proteger los derechos de lxs trabajadorxs. De
acuerdo con la Ley Federal del Trabajo la huelga es la suspensión temporal del
trabajo llevada a cabo por una coalición o sindicato de trabajadorxs con el fin
de equilibrar y armonizar los diversos factores de la producción y los derechos
del trabajador, es decir, capital y fuerza de trabajo, además de conseguir la
celebración y cumplimiento del contrato colectivo de trabajo y del contrato de
ley, así como la revisión del reparto de utilidades y mejoras salariales en
empresas y establecimientos.
Patricia
continúa: «la empresa no promovió
calificación de la huelga y nosotros estamos transitando todavía en un proceso
de negociación, de hecho estamos en contacto continuo con la empresa buscando
la forma de cómo ayudar a que logremos que se reabra la fuente de trabajo
estableciendo un diálogo abierto con la empresa para que esto no vuelva a pasar
y donde podamos continuar ellos con su empresa y nosotros trabajando, ese ha
sido el problema del proceso legal”.
La
defensora jurídica concluye que: «es
importante visibilizar y explicar estas situaciones. Que todos tengamos
responsabilidad, madurez de lograr la unidad, no debemos ir cada uno por
nuestra cuenta si no todos por todos y ese es el gran reto y de que podemos
hacerlo, podemos. Cuando pierdes el objetivo y la esperanza, ya perdiste. Solo
juntos, organizados y con objetivos comunes podemos cambiar las cosas».
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