13 septiembre 2015
por NotiGodinez
México, 13 de septiembre 2015 (NotiGodínez).- La
investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no sólo demostró que la
supuesta cremación a cielo abierto de los 43 cuerpos de los normalistas de
Ayotzinapa desaparecidos, en realidad nunca ocurrió. También reveló que los
presuntos “sicarios” que habían
confesado el asesinato y posterior incineración de los cuerpos, eran cuatro
albañiles inocentes, torturados por la Procuraduría General de la República
(PGR) para que dieran fe de la falsa “verdad
histórica” del régimen usurpador sobre este caso.
La información fue
publicada por la revista Proceso en un reportaje especial de la periodista
Anabel Hernández en colaboración con Steve Fischer. Conviene recordar que ambos
corresponsales de Proceso habían revelado en diciembre pasado que tanto la
Policía Federal como el Ejército Mexicano, tuvieron participación directa en
los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, versión
que el GIEI confirmó posteriormente en los resultados de su propia
investigación.
Según la “verdad histórica” del régimen
usurpador, uno de los principales operadores del grupo criminal Guerreros
Unidos en Cocula, Guerrero, al que Peña adjudica el asesinato y cremación de
los normalistas, es Patricio Reyes Landa Salgado. No obstante, el imputado en
realidad es un humilde albañil cuya situación de pobreza es tal que incluso
está registrado en los programas de apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social
(Sedesol).
La PGR dirigida entonces
por el priista Jesús Murillo Karam, acusó en noviembre de 2014 a Reyes Landa de
asesinar y cremar a los 43 normalistas, en complicidad con otros tres
trabajadores de una construcción a los que señaló como integrantes de los Guerreros Unidos.
De hecho, para dar por “resuelto y cerrado” el caso, Murillo
Karam presentó a Reyes Landa, Jonathan Osorio Cortez, Agustín García Reyes y
Felipe Rodríguez Salgado como los autores materiales del crimen. Murillo
aseguró que los cuatro confesaron el asesinato e incineración de los
estudiantes, agregando que “todas las
pruebas científicas confirmaban las confesiones”. A la postre, tanto Anabel
Hernández como el GIEI, siguiendo cada uno distintas líneas de investigación,
coincidieron en el mismo punto: el régimen de Peña Nieto mintió descaradamente
en todas estas conclusiones. Los únicos delincuentes son Peña y sus esbirros.
El pasado sábado 5 de
septiembre, el GIEI confirmó que la cremación nunca ocurrió, tal y como
investigadores independientes nacionales y extranjeros estuvieron denunciando
meses atrás. Asimismo, según el examen médico practicado en la PGR a Rodríguez
Salgado y los testimonios de sus familiares, los cuatro albañiles fueron
torturados y usados como chivos
expiatorios. Basado en un peritaje forense independiente, el GIEI concluyó
que “quienes confesaron el asesinato y
cremación de estudiantes fueron coaccionados mediante tortura”.
Jesús Murillo Karam
había asegurado que los cuatro inculpados confesaron haber “asesinado a los normalistas, triturado e incinerado los restos para
luego meter las cenizas en bolsas que arrojaron al río San Juan” en Cocula.
No obstante, de acuerdo con las declaraciones ministeriales de las que Proceso
tiene copia, los cuatro albañiles ni siquiera declararon eso y todo fue un
invento de la PGR.
Desde la famosa
conferencia del “ya me cansé” de
Murillo Karam, su “verdad histórica”
se ha venido cayendo a pedazos exhibiendo el burdo montaje para cubrir este
nuevo crimen de Estado usurpado. Entre los elementos que desmienten a Peña y
sus empleados, se encuentra la confirmación de que el Ejército y la Policía
Federal participaron en los ataques del 26 de septiembre, los existencia un
quinto autobús involucrado, y no cuatro como afirmó la PGR; la revelación de un
mensaje de texto desde un celular de un normalista durante la madrugada, cuando
se suponía ya habían sido asesinados y estaban siendo incinerados; y que los
estudiantes fueron monitoreados en todo momento por los desgobiernos federal y
estatal. El GIEI también confirmó ese último hecho que ya había sido acreditado
por Anabel Hernández y Steve Fischer.
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