La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) aún espía. ¡Derogación de la Ley Patriota! (por Mumia Abu-Jamal)
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Texto de Mumia Abu-Jamal
© ‘15majPublicado por
Amig@s de Mumia de México
20 junio, 2015
Escrito 15 de mayo de
2015, grabado 7 de junio de 2015
Audio grabado por Noelle
Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por
Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de
Mumia, México
Desde el desastre del 11 de septiembre de
2001, la llamada Ley Patriota (una de las leyes aprobadas en años recientes
cuyo nombre no tiene nada que ver con su contenido), ha sido una obscenidad que
hace trizas la constitución como el gorgojo acaba con el algodón.
La Ley
Patriota ha sido, tal vez, la ley más anti-patriota en la historia moderna,
porque se basa en el miedo y no en la razón. Esto se ejemplificó en las
palabras del veterano, senador de Michigan, John Conyers, quien dijo a los
televidentes del canal BET, Televisión del Entretenimiento Negro, (en los días
cuando BET tuvo noticieros) que él había votado a favor de la iniciativa sin
leerla, explicando que «estábamos
asustados».
Esa ley
regaló un botín de facultades de espionaje a las agencias federales (como la
Agencia de Seguridad Nacional, NSA) para investigar cualquier cosa en cualquier
lugar por si acaso un terrorista acechara por ahí.
La ley
fortaleció y expandió enormemente el poder del estado de seguridad nacional.
Y el
gobierno, autorizado por la ley, dirigió sus lentes, sus micrófonos y su atención
al objeto central: ustedes.
Desde
los años 70 –la era de la guerra en Vietnam, el movimiento de paz, los
movimientos de derechos civiles y de liberación negra, el movimiento de mujeres
y los movimientos estudiantiles–, el gobierno desató una guerra ilegal y
secreta contra los ciudadanos estadounidenses, incluyendo a personajes como
Martin Luther King hijo, el comediante Dick Gregory, los Panteras Negras y más.
Los
agentes del gobierno cometieron crímenes inmensos y menores, incluyendo el
homicidio. ¿Se acuerdan del líder de los Panteras en Chicago, Fred Hampton,
asesinado en su propia cama?
Estas
violaciones eran delitos que las audiencias celebradas por el Comité Church
sacaron a la luz pública, obligando a sus autores a correr como cucarachas.
Pero
los oficiales del gobierno, siempre deseosos de recuperar sus poderes perdidos,
pusieron sus esperanzas y dementes sueños de vigilancia ilimitada en la Ley
Patriota y esperaban el momento oportuno para lanzarla.
Aquel
11 de septiembre les dio el momento perfecto para propagar la infección del
miedo.
La Ley
Patriota, aún con unos recientes cambios menores a nombre de la llamada Acta de
la Libertad de Estados Unidos (USA Freedom Act), sigue siendo una obscenidad
—una descarada violación de la constitución en vida y espíritu.
La
reforma no basta. Falta la abolición de esta ley.
Desde
la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
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